Piloto

Viajando en un caballo, con su armadura reluciente voy yo, Sir Llamus, señor de las llamas y de la fuerza. Mi misión, derrotar a todos los enemigos que acechan el reino, Llamelia.

La ventana choca y Martín se levanta de su sueño.

-Martín, en 20 minutos te quiero vestido para ir a la escuela, el primer día no podemos llegar tarde!-Grito una chica.

-Ya, ya, ya... Ahora me preparo, volve a tu casa, molesta.-Dijo Martín mirando la hora.-Oh mierda, mejor me apuro.

Martín subió las escaleras, se cambio y cuando bajaba... Pum! Se callo.

-Mierda voy a llegar tarde

Bajo y se dirigió a la calle donde estaba esa chica de nuevo.

-Martina, gracias por esperar, corre que sino llegamos tarde!-Dijo Martín mientras corría.

-Espérame pelotudo!-Gritaba mientras intentaba seguirle el paso.

Bajaron dos cambios y caminaron más lento.

-Que soñaste?-Pregunto mirándolo a los ojos.

-Nada, una estupidez, nada más...

-Daleeeeee, vos podes confiar en mi.-Dijo riéndose.

-No insistas.-Siguió pidiendo que se lo cuente y el acelero el paso hasta llegar a la escuela.

Una vez ahí, Martín, Martina y Felipe estaban hablando sentados en sus asientos.

-¿Como estuvieron sus vacaciones?-Pregunto Felipe, el chico de pelo largo.

-Nah, no hubo mucho... No mucho que nombrar digo.-Dijo mirando hacia la ventana.

-Ya... ¿Que lees Martina?-Dijo tratando de cambiar de tema.

-Una revista, según esto, una chica-''diosa'' se va a unir a este curso este año. Se ve hermosa; rubia, blanca, ojos celeste y con un cuerpo hermoso.

-Queee interesante-Dijo Martín con un tono sarcástico.-Este año no tiene nada de diferente.

-Oh, callensen ahí llego la profe Lulú.-Dijo bajando la voz Felipe.

-Alumnos, denle la bienvenida a Charlotte Palace.-Una leve ventisca entro al aula y azoto contra su hermoso cabello sedoso.-Ah, además vamos a cambiar los asientos!!

En el fondo se escuchan quejas y suspiros, todos se paran y se dirigen hacia fuera del aula.

-Antonioo al lado de Maria. Catalina al lado de Felipe! Martín atrás de Catalina! Martina enfrente de mi escritorio! -Nombro unos nombres más hasta llegar a uno de los últimos pero más esperados.-Charlotte al lado de Martín!

Mucha envidia en forma de puteada se dispersaba por el salón de clases.

La muchacha miro hacia la ventana, con una mirada perdida cautivo al joven que termino por girar la cabeza para que nadie piense alguna tontería del amor.

-Para cualquiera seria algo bueno sentarse en ese lugar. Para Martín... No va a ser nada beneficioso.-Dijo Felipe sonriente.

De fondo se escuchaba a la maestra y a algunos comentando: ''Él solamente la esta viendo, si yo estuviese ahí miraría a Palace todo el día''.

Los días pasaron y el mismo suceso de miradas sucedía cada día. 63 días pasaron y no había nada que nombrar entre ellos, excepto una vez que a Charlotte se le cayo una goma y Martín se la recogió. Al final del día 64 del ciclo escolar, mientras todos agarraban sus mochilas para irse una vez el timbre de la señal, Charlotte sujeto levemente a Martín del brazo.

-Ma-Martín...¿Me podes acompañar a a mi casa?-Dijo mirándolo con sus hermosos ojos azules.

-¿Yo?-Dijo mirando hacia los lados.

-Si, vos.-Dijo sonriente.

-Podrías repetirlo?-Pregunto riendo.

-¿Podrías acompañarme hasta mi casa?-Dijo haciendo ojitos en un angulo de cadera de 60º.

Martín mantén la calma.. Es solo una trampa! De seguro intenta avergonzarte, digo, mírate, sos un asco.-Pensó.-Solamente estas haciéndome una trampa, ¡No pienso caer! Vamos donde esta la cámara!-Dijo alarmado. Todo el curso los miraban y el se puso rojo de atraer tanto la atención.

-Eh?-Pregunto poniéndose firme pero siguiéndolo con su mirada tierna.

-S-SOLAMENTE ME QUERES HACER PASAR VERGÜENZA!-Grito Martín.

-Nose que decis. Yo no puedo parar de verte.. De tocarte..-Dijo con un tono dulce.

-Lo sé.-Dijo Martín-Eh?! Que mierda?!-Grito Martín y todos se quedaron boquiabiertos.

Tiiiiin. El timbre retumba en las orejas de Martín avisando que tiene que irse. Charlotte lo agarra del brazo acomodando su pecho en este. Lo mira a Martín y comienza a caminar hacia fuera de la escuela como unos verdaderos reyes.

Iban caminando y todos los miraban. Era lo más extraño y polémico de todo el año: ''¡La princesa y el desinteresado!''. A varias cuadras del colegio Martín la corrió hacia un lado, justo donde los arboles los cubrieran. El la llevo atrás de uno de estos.

-Oh, ¿Que haces? ¡Todavía no estoy preparada para esto!-Dijo Charlotte avergonzada.

-Cállate que van a escucharnos.-Susurro Martín.

Charlotte se movió hacia el costado y dando círculos al rededor de Martín tal cual tiburón le dijo:

-¿Que te pasa? ¿Acaso no te parezco linda?

-N-No es es.. No mientas, es más que obvio que no te gusto, por estudiar tanto de seguro tenes otra manera de verme! Eso de que te gusto y no se que, es mentira!-Dijo desesperado.