Bazzi - 3:15 am.
Esa fue la canción que inspiró todo. La que le dió comienzo a esta historia. Es momento de compartirla con ustedes, y espero que sientan lo mismo que yo al escucharla.
Quise sacar está historia de esa canción, crear los momentos que ambos vivieron juntos para ustedes. Profundizar esa historia que narra la canción.
¡Disfrútenlo!.
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Jared-
Escucho la puerta abrirse a mis espaldas.
Giro rápidamente encontrando a Kat mirándome con evidente sorpresa.
¿No me pidió que esperará aquí? Entonces, ¿Por qué me miras así?.
—Esperabas encontrar a alguien más? —pregunto.
—Esperaba ver una habitación vacía.
—Me pediste que no fuera.
—De todas maneras vas a irte —reprocha.
—Me refiero a que no me fuera tan pronto.
—Pensándolo bien no sé porqué te lo pedí, es una manera de alargar el sufrimiento. Parece que soy un poco masoquista ¿No crees?.
—Y yo soy un poco egoísta. He estado fingiendo que los años no transcurrieron, ignorando lo mal que te sentías con eso —sus ojos vuelven a llenarse de lágrimas —Te obligué, en cierto modo, a ocultar lo miserable que te sentías solo para complacer mi capricho. Lo siento tanto, te he llenado de disculpas sin sentido cuando solo debía pedir perdón por haber ignorado por completo tus sentimientos, por no haberlos considerado cuando me fui la primera vez, también en la segunda y ahora en esta ocasión. Poniéndolo así, soy un completo imbécil.
—Si, lo eres —suspira —Acepto tus disculpas. Aunque debiste haber comenzado por esa parte, así nos hubiéramos ahorrado mucho dolor.
—Como dije, soy un imbécil.
—Y cómo ya dije, si que lo eres —dice haciéndome reír y ella sonríe.
—¿Quisieras aprovechar este momento para hablar? Decirnos todo aquello que siempre quisimos decir —propongo.
—Sinceramente, ya no sabría que más decirte. Creo que ya he sacado todo lo que había guardado todo este tiempo.
—Podríamos conversar y ver que rumbo tomamos. ¿Qué opinas?.
—Estoy de acuerdo —nos sentamos en el sofá de su sala.
—¿Qué haz hecho todo este tiempo? —preguntó.
—Pues trabajo en una cafetería medio tiempo y estudio diseño gráfico a la vez. Este año terminó la carrera —dice sonriendo.
—No sabía que te gustará el diseño, antes querías ser contadora para ayudar en el negocio de tu familia —le dedicó una sonrisa triste —Hay cosas que no se sobre ti, y no se como me siento al respecto.
—En realidad si estudié esa carrera, pero con al poco tiempo empecé a sentir que eso no era para mí, que eso no era lo que quería hacer el resto de mi vida, no me imaginaba una versión de mi dentro de 5 años siendo feliz con esa vida. Tampoco me sentía cómoda en la cuidad, así que cuando decidí irme, y mi familia me apoyo, me dijeron que si era lo que en realidad quería hacer que no me iban a detener. Así que vine aquí, a tratar de encontrar mi camino.
—¿Qué tal te fue con eso?.
—Nada bien —ríe —Al principio estaba muy confundida, no sabía lo que era estar sola en una ciudad diferente, tener que valerme por mí cuenta sin pedir ayuda. Las primeras semanas no fueron sencillas, luego conocí a mí vecina, la señora Clint y las cosas fueron tomando sentido. Ya no me sentía tan solitaria, deje de llorar por las noches y comencé apreciar lo bello de esta cuidad.
La observó hablar. No dejo de pensar en lo mucho que extrañare el sonido de su voz, antes pasaba noches en vela tratando de recordar como era su voz, llega un momento en tu mente olvida esos simples detalles.
Ha tenido que pasar por mucho, ha tenido que librar una lucha interna todo este tiempo, y aún así deslumbra al mundo con su sonrisa. Esa es otra manera de ser valiente. Sonreír sin importar cuán roto estés, porque dentro de ti sabes que ese dolor no durará para siempre.
Luego de que me vaya mañana ¿Podré volver a verla?.
—Cuando me vaya ¿Te irás de la ciudad?.
—Probablemente. No al instante, pero si con el transcurso de los meses, quizás al año, quiera irme de aquí. A un lugar en donde no puedas encontrarme.
Auch, eso dolió. Aunque la entiendo. ¿Quién querría volver a pasar por esto?.
—¿Tú qué harás cuando llegues a los Ángeles? —pregunta aunque es obvio que no quiere saber la respuesta.
—Iré directo al hotel en dónde será la boda, me prepararé y esperaré a que algo suceda para no tener que caminar por ese pasillo. Pero si nada ocurre, lo haré.
—Aún no comprendo con exactitud el tipo de relación que llevas con tu amiga ¿Qué amiga te obligaría a algo así?. Aunque eso no sea de mi incumbencia.
—Ella no está obligándome, yo fui quién se ofreció a ser parte de esta farsa y quién ha querido mantenerse en ella.
—De todos modos, no puedes solo terminar con ella. Es algo normal, todas las relaciones terminan.
—A decir verdad nunca había considerado eso —pasó la mano por mí cabello —Es una buena idea, aunque es un poco tarde.
—¿En serio, Jared?.
—Claro que lo he pensado, y también hemos hablado de eso pero el asunto es más complicado de lo que puedo explicar.
—Bueno, no volveré a preguntar —levanta las manos —¿Siempre quisiste casarte?.
—La verdad es que no descartaba la idea pero no era algo en lo que pensara mucho. Tenía como propósito casarme con la mujer que fuera perfecta ante mis ojos.
—¡Felicitaciones! La encontraste —dice sarcástica.
—Claro que sí —respondo mirando su perfil. Ella voltea a verme con sus mejillas encendidas.
Me acerco lentamente a sus labios, cuando susurra:
—Pero decidiste dejarla. No lo olvides —voltea su rostro mirando de nuevo al frente.
—Eso fue demasiado cruel hasta para ti —comento haciéndola reír.