Leon :
No se por que todo tiene que ser tan complicado. Ahora que mi hermano se está recuperando y se supone que debo estar feliz, Dária se molestó conmigo y ni siquiera se el motivo. Todo fue muy raro, de la nada salió de casa sin darme siquiera explicación alguna. Le he enviado muchos mensajes y no contesta. Me siento frustrado, desde que nos conocimos nunca le he fallado en ningún sentido para que ella se comporte así conmigo.
Mientras llego al hospital veo a mi papá y me saca de los pensamientos que rondan mi mente. Se levanta de un banco que hay al lado del pasillo y me dice muy feliz, tan feliz que no me deja ni hablar siquiera.
—Dicen los médicos que se pondrá bien, pronto le darán de alta.
Corro hacia él y nos abrazamos.
—¿Puedo entrar a verlo?.
—Por supuesto, entra que estará feliz de verte, yo voy a buscar algo de comer que desde ayer tu madre y yo no hemos comido nada .
De inmediato corro hacia la habitación donde está mi hermano ( literal ) aún con un sentimiento de culpa por no haberle traído nada de comer a mis padres pero ese sentimiento de se esfuma por completo al ver a mi hermano despierto.
Mientras sonrío empiezo a llorar y él me mira un poco confundido. Mi madre está sentada en un sillón a su lado, me acerco a él con cuidado y lo abrazo.
—Por dios pensé que no te volvería a ver así despierto.
—León, ten cuidado, lo puedes lastimar. —me dice mi madre y lo suelto lentamente.
Alonso nos mira con una mueca de dolor y empieza a decir débilmente. —mira que les encanta el drama, cual de los dos mas exagerado.
Su voz es débil pero mantiene ese tono de burla de siempre, doy unos pasos a la derecha y me siento al lado de mi madre.
—Oye dice que exageramos —le digo a mi madre y volteo la mirada hacia él —Alonso, estuviste grabe —bajo la mirada —hubo un momento en el que pensamos que te perdíamos . —empiezo a sonreír —pero bueno como siempre digo hierba mala nunca muere.
Me mira y dibuja una sonrisa pero pronto la borra con otra mueca de dolor.
—¿Te duele?, ¿llamo al médico?, ¿qué tienes? ( aunque crean que es imposible que mi madre aya dicho todo eso en un segundo les aseguro que así es ).
—Estoy bien, sólo me siento como si un carro me hubiera atropellado.
Mi madre se queda con la boca abierta asustada seguro pensando que su hijo está sufriendo eso que llaman en las telenovelas " lagunas mentales " pero yo entiendo la pésima broma fuera de lugar que acaba de hacer y ambos empezamos a reír.
—¿De que se ríen? —pregunta mi madre confundida y se queda mirándonos con una mirada asesina cuando por fin entiende las locuras de su hijo.
Estamos largo rato conversando de temas al azar, evitando el tema de por qué Alonso intentó escapar de la escuela pero sabemos que no es momento de preguntarle nada.
Tres toques en la puerta nos interrumpen.
tok, tok, tok
—Abren despacio.
Me sorprendo al verla entrar y como siempre mi corazón empieza a latir desesperadamente... Dária.
Daria :
La mejor manera de reconocer que hemos fallado es pidiendo perdón, pero esta vez ni siquiera se si realmente he fallado, a veces es muy complicado ser quien soy con mis problemas y defectos. Pero aunque me cueste mucho debo enfrentarme a León, él no merece que lo haga sufrir de esta manera.
Todos me miran mientras entro en la habitación, estoy muy nerviosa y mas cuando veo a León y sus ojos se encuentran con los mios.
En la cama está un chico que no tengo que conocerlo para saber que es Alonso, él me mira, luego mira a León que está junto a su madre y me regala una sonrisa pícara.
—Hola, yo soy... —Antes de que pueda continuar la frase me interrumpe Alonso... —eres Dária, la chica del cabello morado novia de mi hermano.
Me sonrojo, siento que mi rostro me arde pero lo logro disimular ( o eso creo ) y sonrío .
—Esa misma soy yo, ¿cómo te sientes?.
—Pues literal como si un carro me hubiera chocado. —antes de que alguien diga algo interviene su madre.
—¡ Alonso no bromees con esas cosas ! —después me mira y me dice con voz amable —Dária un gusto conocerte yo soy la mamá de estos dos — señala con un gesto a ambos chicos.
—Mm..el gusto es mio. — miro a león, él esta observándome pero no dice una sola palabra y tomo yo la iniciativa.
—Sólo pasé a saludar, luego me paso por su casa cuando le den de alta a Alonso, ahora debo hablar un segundo con su hijo —lo miro y él se levanta.
Su madre solo asiente. Ambos salimos del cuarto y caminamos unos incómodos minutos hasta el parque del hospital. Al llegar nos sentamos en unos columpios uno al lado del otro y por fin acabo con nuestro silencio —disculpame por haber salido de esa manera de tu casa y por no responder tus llamadas ni tus chats —inclino la vista —solo necesitaba estar sola.
Con un pie se empieza a impulsar brevemente y me dice mientras observa algo en el suelo. —solo quería saber por qué te marchaste así, ¿qué hice mal?.
—No...no hiciste nada malo, —me apresuro a decir —no eres tú, soy yo me quedo en silencio y murmuro —yo y mis miedos.
—¿Miedo a qué?, sabes que yo no sería capas de hacerte daño.
—Eso lo se.
Se voltea hacia mí y me mira con esa mirada de preocupación que sabe adoptar. —entonces qué pasa.
—Es complicado, nunca lo entenderías.
—Tal vez si me explicaras lo entienda.
—No...yo no puedo explicar lo que ni yo misma comprendo, es algo en mi mente, en mi interior, una cosa rara —suspiro y al final le digo con la voz apagada —lo mejor es que no nos sigamos viendo.
Su mandíbula se tensa — ¿qué?, dime la verdad Dária, ¿eres virgen?, ¿por eso te pusiste así ese día?, Si es por eso te aseguro que yo estoy dispuesto a esperar todo lo que tú quieras.