#1 Criada por el vampiro.

Capítulo 57

Alguien golpea la puerta de mi habitación, cansada y desanimada, me pongo de pies para saber de quién se trata. Riley me sonríe levemente.

—La buscan señorita, es un joven que dice llamarse Sand.

Miro el reloj en la pared a lo lejos, vaya, las horas pasan rápido cuando te encuentran tendida en tu cama solo pensando.

—Dile que suba, aquí lo estaré esperando.

Ante mi orden, ella se va. Dejo la puerta abierta y me acerco hasta la cama, la ordeno y tomo mi teléfono, busco el contacto de Peter y le envió un mensaje ágilmente “Sand ya se encuentra aquí”.

—Permiso — el chico golpea la puerta antes de entrar, miro en la dirección de la puerta y me encuentro con sus verdes ojos — hola Shayla.

—Un gusto al fin conocerte — lo invito a entrar y dejamos la puerta abierta, no hay necesidad de dejarla cerrada.

El chico lleva colgada una mochila en sus hombros. Sin decir mucho, comienza a sacar su material de estudio y lo deja encima de mi cama, yo por mi parte busco mis cosas. No le hare ninguna pregunta hasta que Peter no esté aquí conmigo.

—¿Qué es lo que no entiendes? — me da una rápida mirada.

—No comprendo absolutamente nada.

El chico comienza a explicarme los ejercicios de algebra, que son los que más me complican. Hay demasiadas formulas. Los minutos comienzan a pasar, hasta que el aroma de Peter se hace presente. De reojo, puedo ver como Sand se encoge en su puesto y se queda quieto. Nuestro Alpha entra a la habitación mientras se queda viendo fijamente al chico.

—Hola Sand — saluda.

El chico comienza a temblar y sin previo aviso se convierte en un lobo color marrón bien oscuro. Me hago a un lado y él se lanza por mi ventana, rompiéndola en miles de pedazos. Peter también se convierte y corre detrás del chico.

—Es normal en los lobos — Adrien se hace presente en la habitación, un poco aturdida me lo quedo viendo — ese chico nunca ha tenido a un Alpha, de hecho, dudo mucho que se haya convertido muchas veces en lobos.

—No comprendo nada — admito.

—Sand nunca ha tenido a alguien a su lado que él vea como autoridad, es por eso que, al sentir la presión de Peter, se ha comportado de este modo. Si tú no le hubieras temido nunca a Dante o Drácula, también te habrías comportado de esa misma manera — asiento con la cabeza, dándole a entender que he comprendido sus palabras — deben estar teniendo una pelea ahora por el bosque. No te preocupes mucho, pronto van a estar aquí. Procura no lastimarte con esos vidrios, le diré a Aine que venga a limpiar.

Tomo mi teléfono y me encamino fuera de mi habitación. Antes de bajar las escaleras, me quedo viendo el despacho de Dante, el cual se encuentra al final del pasillo. La conversación que deben estar teniendo en estos momentos debe ser bastante privada, ya que han prendido uno de los inciensos mágicos.

—A Dante no le va a gustar saber que estas intentando escuchar lo que hablan ahí dentro — susurro, la puerta del baño se comienza a abrir lentamente y el joven sale del interior, luce avergonzado — ven Breck, acompáñame a esperar el regreso de Peter.

El chico corre hasta llegar a mi lado y ambos salimos de la mansión hasta quedar bajo la ventana de mi habitación. Seguro regresan por el mismo camino por el que se han ido. Me dejo caer en el césped, lejos de donde se encuentran los vidrios y Breck se acomoda a mi lado.

—¿Cómo te sientes Shayla?

—Bien ¿y tú? ¿Cómo estas con todo lo que está pasando?

—Aun lo estoy asimilando… — admite en un leve susurro — pero supongo que dentro de un tiempo estaré bien nuevamente.

—Tienes que estarlo, tu eres el nuevo hombre de tu familia, asique debes estar bien, así tu madre y hermana también lo estarán. Eres un joven fuerte, sé que sacaras a delante a tus mujeres.

Los dos guardamos silencio mientras nos quedamos viendo el paisaje delante de nuestro. Las aves cantan alegres por los cielos y el sol no esta tan fuerte como otros días.

—Shayla — me llama el chico a mi lado — ¿Cómo fue para ti perder a tus padres? — sonrió ligeramente y levanto mi cabeza hasta dejar mi vista en el cielo.

—Yo no tuve jamás un padre… o por lo menos no uno que se encuentre en mis memorias. Los lobos somos capaces de recordar cosas de cuando somos muy pequeños, pero yo no logro encontrar en mis recuerdos si es que alguna vez conocí a mi padre. Para mí, hasta mis dos años de vida, mi madre lo fue todo — cierro mis parpados dejándome llevar por el recuerdo de aquella dulce mujer — era una loba encantadora… la mejor de todo el mundo. Cuando la perdí, mi mundo se vino abajo, pero encontré fuerzas donde jamás pensé encontrarla. Aine y Riley fueron mi salvavidas, sin ellas yo estaría perdida — sonrío ampliamente, sospecho que la mujer que se encuentra limpiando mi cuarto, también está escuchando mis palabras — y Adrien fue como un padre. Todos en esta mansión, de diferentes modos, me ayudaron a salir a delante.

—¿Crees que yo podre…?

—Todos en esta mansión te vamos a ayudar Breck — lo interrumpo — y sobre todo lo hará tu propia familia, aun tienes a tu madre y hermana, ellas van a ser las encargadas de ayudarte a superar todo esto — le acaricio el cabello — además ¿enserio crees que Dante te va a dejar hundirte en la tristeza?




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