La noche al fin se hace presente. Después del encuentro de Drácula con Dante, el chico no se ha dejado ver en toda la tarde. Nadie ha mencionado nada al respecto.
—¿Por qué tan sola querida Shayla? — Peter se sienta a mi lado en el césped.
Hace alrededor de media hora he salido fuera a tomar un poco de aire. Estar en la mansión no me hace bien.
—Necesitaba darle paz a mi mente… — admito.
Él asiente con la cabeza y mira las estrellas. Cierro mis ojos y dejo que la fría brisa roce mis mejillas.
—¿Lo has logrado?
—No. — Lo que los Bell se han dicho sigue rondando mi cabeza — ¿tú crees que le causare problemas a Dante si es que me sigo quedando a su lado?
—¿No es Dante el vampiro más fuerte de todo el mundo? — me observa con una sonrisa en sus labios — su vida está en constante peligro… y aun así él te ha elegido ante su familia.
Asiento con la cabeza mientras sonrió ligeramente. Ambos nos quedamos en silencio mirando las estrellas.
—Shayla… nosotros nos iremos mañana por la mañana a la manada. Ya es hora de que dejemos de molestar a los demás con nuestra presencia y regresemos a nuestra antigua vida. Me encantaría que te fueras con nosotros, pero si tu lugar es aquí, no me molesta en absoluto venir a verte de vez en cuando — me lo quedo viendo, está sonriendo.
—¿Enserio me puedo quedar?
—Es tu vida… y si tú crees que vas a estar mejor acá, no hay problema, pero quiero que sepas que siempre va a ver un lugar para ti en la manada. Nunca lo dudes.
—Gracias Peter… por todo — y lo abrazo.
Él no tarda mucho en seguírmelo. Jamás pensé que Peter seria alguien tan importante en mi vida. No ha pasado mucho tiempo desde que nos hemos reencontrado, pero me ha ayudado en todo lo malo que se me ha cruzado por delante. Irme con él sería lo que cualquiera haría, después de todo, es tu Alpha, pero que me dé la opción de quedarme junto a Dante me encanta.
—Bien… me iré a dormir, mañana debo levantarme temprano. No te entres muy tarde ¿entendido? — asiento con la cabeza con una sonrisa en mis labios.
Cuando me encuentro sola una vez más, miro el oscuro cielo.
—Me habría encantado que estés conmigo en estos momentos… que ambas tuviéramos un final feliz… ese que soñamos tantas veces.
El canto de las ranas es el único que me hace compañía en esta fría noche.
Tal como me pido Peter, me entro a la mansión unos minutos más tardes que él. Yo también debo descansar. Nadie se encuentra en los pasillos de la mansión y la mayoría de las luces ya se encuentran apagadas. Avanzo lentamente hasta mi cuarto, cuando llego a él, prendo las luces y me quito mis zapatos. Me tiro en mi cama y me quedo viendo el techo unos segundos.
—Hola… — el chico entra a mi habitación, luce nervioso e incómodo.
—Pasa… — me siento en mi cama y me lo quedo viendo, él obedece y se acerca hasta mi — ¿ya estas mejor?
—Lo lamento mucho Shayla — sus grises ojos se encuentran con los míos.
—No pasa nada — le acaricio la mejilla y beso sus labios.
Dante me observa unos segundos.
—Tú no eres como ella…
—¿Karen?
—Ella era una vampira muy mala… — cierra sus ojos unos segundos — y esa maldad la llevo a su perdición.
Mi corazón late deprisa, no sé si es bueno que me esté hablando de su ex muerta en estos momentos.
—Tú en cambio eres la lobita más buena que he conocido — una sonrisa aparece en sus labios.
Me lo quedo viendo. A pesar de que tiene una sonrisa en sus labios, puedo sentir en dolor que está experimentando en estos momentos ¿Dante ha olvidado a Karen?
El chico me besa, de una forma demasiado dulce. Le respondo el beso de la misma manera. Al momento de separarnos, juntamos nuestras frentes y nos quedamos viendo unos cuantos segundos.
—¿Aun está en pie nuestra cita?
—¿Estás seguro de que quieres una con una chica como yo?
—¡Claro! — sonríe sin mostrar sus dientes — ¿Por qué no querría?
Me separo de él, me encamino hasta la puerta, le pongo pestillo y prendo unas hojas. Dejo que un suspiro se escape de mis labios, nerviosa.
—¿Ocurre algo?
Me muerdo el labio y me giro para verlo.
—Dante Bell, creo que ya es momento de dar el siguiente paso…
—¿Estas segura? — luce sorprendido, demasiado para mi gusto.
—Si.
Y no miento. Ahora que Mailen no está en nuestras vidas, ahora que sé que se viene un futuro prometedor para ambos, estoy completamente segura de que quiero hacerlo. Quiero dar el paso más importante en la vida de cualquier persona. Entregar tu cuerpo a la persona que más amas. Porque eso es lo que siento por Dante, amor. Siempre ha sido. Mi corazón siempre ha amado al maldito de Dante Bell.
Me acerco hasta el gateando en la cama y me adueño de sus labios. Estoy nerviosa ¿Quién no lo estaría? Pero esta vez no dejare que los miedos tomen control de mi cuerpo, esta vez, dejare que el deseo se deje llevar.