Shayla no ha levantado la cabeza en todo lo que llevamos de la comida, eso me preocupa, pues ni siquiera ha respondido a las burlas que le ha lanzado Gabriel intentando hacer que esta vuelva a su estado natural.
—Me encanta todo lo que hay en este lugar — Mailen mira todo a su alrededor, mientras se lleva una copa de vino a sus labios — me gusta mucho, enserio.
Asiento con la cabeza y miro mi casa, la decoración no es tan glamurosa y de hecho es bastante antigua, pero es que la verdad no me interesa decorarla de nuevo, e incluso no me importa mucho lo que la rubia dice.
—Aunque… — giro mi cabeza para verla, ella tiene una leve sonrisa en sus labios — no me veo viviendo aquí, con todos ustedes. Todo esto parece tan irreal.
Una sonrisa se apodera de mis labios, en eso coincidimos, yo tampoco me la imagino por los pasillos de la mansión. Que mi abuelo me la haya traído me ha tomado por sorpresa, sabia que tenia intenciones de que me vuelva a emparejar con alguien, pero nunca pensé que él mismo se metería en ese asunto. De seguro algo debe estar planeando o bien puede ser que tenga miedo de que me enamore de alguien incorrecto. Quién sabe. Miro a Gabriel, el cual se encuentra justo frente de mí, en sus ojos se ve la ira que esta sintiendo en estos momentos. La llegada de la rubia no le ha gustado para nada, pero ¿Qué puedo hacer yo?
—¿Por qué no han avisado antes de que vendrían? — curiosea el rubio mientras finge indiferencia, se lleva un poco de comida a su boca y la mira de reojo.
—El conde quería que fuera sorpresa — ríe. Mailen observa a Shayla, la cual no ha probado bocado alguno de su plato, mucho menos ha levantado la cabeza — ¿ella siempre va a sentarse en la mesa con nosotros? — su sonrisa, esa que es tan falsa como ella misma, cambia a una un poco mas asqueada.
—¿Algún problema con eso? — dejo el tenedor encima del plato y me la quedo viendo.
—El señor me ha dicho que ella es la mascota de la casa — se mueve su melena rubia hacia un lado — y que la trataban como tal. Me imagine que la chica comía en la cocina con las empleadas… pero veo que me he equivocado — sus verdes ojos se centran en la loba, la cual ha levantado la mirada y le sonríe, pero es una sonrisa llena de tristeza ¿Qué es lo que le pasa?
—Mira — llamo su atención, aun sonríe — el que manda en esta casa soy yo, no me abuelo, si a mi no me molesta que alguien coma con nosotros, lo pueden hacer hasta varios humanos y nadie tiene derecho a reclamar absolutamente nada, mucho menos una recién llegada ¿ha quedado claro? — no parece afectada por lo que le he dicho, de hecho es como si mis palabras no le importaran en lo más mínimo — aparte, ella tiene un nombre y ese es Shayla, no es la mascota de nadie aquí.
El corazón de la nombrada de acelera, pero tras unos segundos vuelve a tranquilizarse, de reojo puedo ver como Gabriel sonríe orgullo de mis palabras y también soy consciente de que le ha dado una sonrisa burlista a la chica. Realmente el rubio parece un crio.
—Yo…
—El único que se puede quejar de las personas que viven soy yo — ella sigue igual, me molesta que no les tome el peso a mis palabras — yo soy el amo de la mansión, tu no, ni cuando seas mi esposa ¿ha quedado todo claro?
Al fin sus ojos demuestran otra cosa que no sea indiferencia total; enojo. Ella se ha molestado por lo que he dicho, pero prefiero dejarle claro todo ahora, a que después se pase y se la dé, de patrona.
—Lo siento — todos giramos la cabeza en dirección a la chica que se acaba de poner de pies, aun tiene esa sonrisa vacía en sus labios — pero si a la señorita le causa repugnancia mi presencia en la mesa, de ahora en adelante comenzare a comer en la cocina con las empleadas. Lo que menos quiero es que la futura señora Bell se moleste por cosas tan simples — Shayla solo mira a Mailen, agranda más su sonrisa, tomo su plato de comida y se marcha, pero cuando gira la cabeza la sonrisa desaparece.
—Ves Dante — la rubia a mi lado comienza a comer mas animada que antes — no era necesario que te molestaras, después de todo la loba es inteligente y ha captado la indirecta. Se que le tienes un cariño, después de todo la has criado, pero eso no significa que sea parte de la familia.
Me la quedo viendo unos segundos ¿enserio se ha atrevido a decir eso? ¿pero que clase de persona me ha traído mi abuelo? Si la rubia es idéntica a él.
—Se que mi petición sonara un poco brusca, pero ¿puedo matarla? — giro mi cabeza para ver al rubio, el disimula estar comiendo, pero sé que me está viendo de reojo.
—Si llegas a hacer eso, mi abuelo te acaba a ti antes de que su cuerpo se haya enfriado — levanto una de mis cejas y disimulo igual que lo hace él, fingiendo que mi apetito se ha abierto.