—¡No! —grita de frustración, mientras alguien aparece atrás de el —. Averigua, ¿Por qué el príncipe demonio esta aquí?, ¿Y que a pasado con Aldana?
El hombre solo asiente para desparecer entre los árboles
—No está vez, tu madre quiso robarme lo que me pertenecía y por eso la destrui, tu no estropearas mis planes, me encargaré de ello aunque tenga que matarte a ti también —dice mientras mira el colgante en sus manos, ese colgante que el le hizo a su hermana con la cola del primer conejo que ella cazo

Aun recuerda cuando le entregó la caja, con el colgante con una gran sonrisa.
Sintió mucho dolor al recordar a su hermana por que en verdad si la quería, pero dejo que la ambición le ganará, el le había enseñado a cazar y el sabía que su hermana lo quería, pero el odio que su madre sentía por ella le fue envenenando el alma
«Ella solo quiere quitarte lo que es tuyo, tu padre la prefiere más a ella que a ti, si no haces nada para detener eso, tu serás el que termine exiliado, o quien quita y termines muerto, por su propia mano»
Esas fueron las palabras que le repetían una y otra vez como un ritual haciendo que si corazón se llena de odio a su hermana, ella, la única persona que en verdad lo amaba, ya que tanto su madre como su esposa, estaba con el ya sea por poder o por protección
—Su majestad, la reina solicita su presencia en el palacio —dice un sirviente a su lado
—Quiero que vigiles bien a Morgana, y avisame si notas algo extraño —el sirviente solo asiente mientras que el desaparece del mismo modo que llegó
Llantos, desolación, fuego, muerte eso es lo que se escuchaba en la aldea, soldados matando inocente mientras que la luna se torna roja por su sangre —¿Donde estaba ella?, ¿Por qué no evitaba esta masacre? —un llanto fuerte se escuchó en toda la aldea, los soldados dejaron de matar y un hombre, ya mayor con una corona, negra como la noche misma se abría paso entre los soldados y la gente
«Ya ha nacido», esas palabras fueron la detonación para la masacre, ellos acabaron con la aldea, no quedó ni una persona viva, hasta los bebés fueron eliminados
—Ese niño no debía nacer, el será quien derrota nuestro mundo, hay que ir por el —dice y los soldados gritan al unísono aceptando su orden mientras alzan sus espadas bañadas en sangre —. Hay que acabar con el, mantenlo y a la madre también
—Morgana, por favor reacciona, Morgana —le decía Baltazar mientras trataba de hacerla volver en si, ya que desde que la trajo no a dicho ninguna palabra
—Tengo que protegerlo —susurró Morgana
—Morgana
—Tengo que protegerlo
—¿A quien? —pregunta confundido
—A Reluminum —sonrie
—¿Y quién es? —vio cómo ella negaba
—No lo sé —nego —. Pero lo buscaré y lo protegeré con mi vida
—Yo te ayudaré
Ella sonrió y sin poder evitarlo se lanzó a sus brazos besándolo, ahora ella tenía claro cual eran sus sentimientos. Y estaba seguro que lo amaba
—Morgana —la separó —. Tienes que parar, hazlo por los dos
—No, quiero esto —lo miro —. Te quiero a ti
El se dejo envolver en esa sensación que creyó jamás volveré a sentí, sintiéndose completo como hace mucho tiempo no lo estaba, envolvió su cintura con sus brazos y la atrajo a su cuerpo, sentando la en su regazo, mientras que sus labios seguían presos por los suyos, sus manos subieron lentamente por sus costillas hacia sus pechos, al mismo tiempo ella enredaba sus dedos en sus cabellos, la boca de el dejo sus labios para hacer una línea de pequeños besos desde su mejilla, hasta llegar al hueco de su cuello enviando mil sensaciones a todos su cuerpo
—¿La sigues amando? —pregunto el sabía a quién se refería y no contesto enseguida
—No lo se, ahora no sé si sentí amor por ella o simplemente era cariño —la toma por el rostro —. Solo se que esto que estoy sintiendo por ti es mucho más fuerte, y me sobrepasa
La besa, el beso era lento poco a poco se fue volviendo necesitado, Morgana sintió una corriente en todo su cuerpo necesitaba tocarlo, conocer su cuerpo así como quería que el tocará y conociera cada parte de su cuerpo. La beso con ansias y pasión, con manos ágiles se desiso del vestido dejándola en camisón, el estaba en la tarea de desacerse de su ropa. La beso por todo su cuerpo cuando estuvieron totalmente desnudos, sus besos mandaron mil sensaciones a su cuerpo, subió hasta su boca deleitándose con su olor a rosas, la volvió a besar mientras se posiciona entre sus piernas la miro directamente a sus ojos
—Será solo un momento
Le susurro para entrar lentamente en ella. Morgana sintió el punzante dolor cuando el rompió la barrera de su pureza, después de un momento el dolor fue disminuyendo dando paso al placer ese placer que los embriagaban sintiéndose completos como si perteneciera el uno del otro, por la ventana la luna fue testigo de esa unión, mientras se tornaba amarilla, dando a conocer que la profecía se había cumplido y pronto nacería Reluminiom
[...]
En las montañas
Ella pudo deslumbrar la luna
—¡No! —grito —maldita me robaste mi destino —gritaba mientras buscaba su libro para conjurar
«Calibius, Voíthisé me, Calibius»
Mientras se metía en el subconsciente del único hombre que la a amado y la amaría hasta el final
En su cuarto Calibius, se removía en las sábanas
Aldana —repetia ese nombre varias veces
—Aldana ¿Dónde estás? —se encontraba en un jardín
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Editado: 17.02.2021