Los imponentes muros del castillo se asomaban mientras que Baltasar caminaba hasta ellos, mientras que su mujer caminaba con su hijo en brazos
—Hemos llegado —sonrió —, ¿lista?
Ella solo asintió antes de que las puertas fueran abiertas, dejando ver a la gente que los observaban algunos con miedo otros con admiración
Cuando por fin estuvieron el castillo los pasos de su hermano se hicieron presentes. Cuando Baltasar lo vio corrió abrazarlo a lo que el correspondió. Calibius alzo la vista para mirara a la mujer que tenía el bebé
—Hermano deja que presente a mi mujer —la señala —, ella es Morgana, amor el es mi hermano Calibius
—¿Te llamas Morgana? —pregunto dudoso
—Si —sonrió
—Mucho... mucho gusto
Estrecho su mano con el de ella y fue hay que se dio cuenta ella, él ya no era dueño de si voluntad. Lo controlaban
—Hermano, padre...
—Se que esta muerto y no siento lástima por él —dijo serio —, el fue quien mandó a asesinar te
Morgana miró a su marido y negó haciéndole saber que ni debía decirle nada más
—Hermano el trono...
—Ya que que pasara a ti —dijo sin mirarlo —, serás un buen rey. El rey que este reino nesecitara
—Lo siento hermano se que tu eres el primogénito...
—Pero no tengo poderes, nací sin ellos y se que no podre tomar el trono —los miro par luego decir —, si me permiten estaré en mis aposentos
Con eso se fue dejando los solos. Morgana no podía quitar la vista de aquel hombre, solo con tocarlo se dio cuenta que Aldana lo controlaba y eso no era bueno
—¿Que relación tenía con Aldana?
—Una amistad, ¿Por qué?
—Ella lo controla
—¿Que?
—Cuando lo toque pude verla a ella en sus pensamientos y ella le susurraba palabras en el oído mientras le acariciaba la mejilla —alzo su mirada viendo su seño fruncido —, ¿Estas celoso?
—No, más bien preocupado —la abrazo por la espalda —, celoso estoy de mi hijo que acapara toda tu atención. Ahora yo lo existo para ti
Esas palabras le causaron risa a Morgan y no pudo evitar reír mientras su marido besaba su mejilla
—Que hombre más celoso tengo, que me cela hasta con su hijo
—Te amo
Él sonrió mientras besaba sus labios
—Yo te amo más
Los dos miraron a su hijo que dormía plácidamente en los brazos de su madre
Después de ordenar a una sirvienta que prepararan la habitación Morgana acostó al pequeño en la cama mientras sacaba aquella carta de su madre. Se sentó en la orilla de la cama para empezar a leerla
Mi querida hija
En estos momentos ya has de haber recuperado todos tus poderes. Mi pequeña como quisiera que todo lo que vi no sucediera pero no puedo cambiarlo, Morgana estas en peligro al igual que tu hijo. Ya sabes que tu prima ha sido poseída por el mal y esta decidida a acabar contigo, tienes que ser fuerte por que esto solo es el principio pero no es tu deber luchar con ella si no tu hijo
Morgana miró a su hijo que permanecía dormido en la cama volvió su vista hacia aquella carta
Él es muy poderoso mi niña, tanto como los mismos dioses, tienes que enseñarle a controlar su poder por que así como es tan fuerte también puede ser muy débil, ella tratará de llevarlo de su lado y destruir a todos. Morgana tu no estarás hay para ayudarlo es una tarea que él tiene que enfrentar solo. Me destroza el corazón saber que los dioses han decidido un final tan duro para ti mi pequeña
Morgana notó las lágrimas que estaban impregnadas en aquella carta, eran las lágrimas de su madre, entonces notó que otra lágrima caía en el mismo lugar. Eran las suyas al saber que no estaría en la vida de su hijo como ella hubiera deseado
Tu que eres tan dulce y buena, has pasado por mucho pagando por errores de otros. Solo puedo darte el consuelo que estaré contigo para cuidarte. Te amo hija mía
Se fuerte mi pequeña, siempre cuidaré de ti y de toda tu descendencia.
Morgana dejó que sus lagrimas salieran sin detenerlas, entonces comprendió que había venido al mundo para luchar hasta su muerte como una guerrera. La felicidad había llegado a ella pero aquella dicha tenía un costo y en precio era muy alto que aunque ella no quisiera pagar lo haría de una forma u otra. Rápidamente seco sus lagrimas al escuchar los pasos de su esposo mientras volvía a guardar aquella carta
—Morgana
Ella volteó a verlo con una sonrisa que el correspondió. El se acercó a el y vio sus ojos rojos al igual que su nariz
—¿Estabas llorando?
Ella negó con una sonrisa
—No es nada —lo beso —, solo estoy feliz
La voz le salió entrecortada era aún más difícil hablar cuando sabía lo que ocurriría a él y a ella. Con ternura acarició su rostro
—Te amo —cuando él iba a responder ella puso sus dedos en sus labios —, te amo hoy, mañana y siempre. Te amaré hasta el final de los tiempos, te recordaré sin importar nada; te amaré y te buscaré en nuestras siguientes vidas para volverte amar con la misma intensidad con te amo en esta vida
Ella lo besó mientras lagrimas mojaban sus mejillas al par de las de el. Era un beso tierno como una suave caricia al alma. Se separaron y ella le sonrió mientras la estrechó haciendo que su cabeza de ella quedara en su pecho
—Te buscaré sin importar que —susurro él —, aunque pasen mil vidas. Solo para estar a tu lado y volverte amar como en esta vida
Con esa palabras sellaron aquella promesa mientras los últimos ratos del sol se escondían dando paso a la oscuridad.
Calibius estaba en su habitación no había salido en toda la tarde mientras aquel nombre resonaba en su mente
《Morgana》aquel mismo nombre que Aldana le había dicho que necesitaba para volver con él. Paso sus manos por su cabello se sentía frustrado era una decisión que no podía tomar a la ligera era la mujer de su hermano, su sangre no podía hacerle eso. Pero el amor que sentía por Aldana era aún más fuerte eso era lo que ponía en duda la lealtad hacia su hermano
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Editado: 17.02.2021