Capítulo XXXI

22 de Mayo.

El día de hoy transcurría normal, total nada que fuera especial, pero para dos personas este día si tenía un significado especial, o mejor dicho dos sucesos que marcarán el inicio de algo. Lo primero es que a partir de este momento tanto Aike como Kai, están de manteles largo, pues es su cumpleaños, por lo que a partir de este momento están cumpliendo su mayoría de edad, que dichosos y felices deben de estar, como cualesquiera jóvenes que se emocionan por este momento tan especial, pero no es así, no, para ellos, ya que esto significa el comienzo de su tortura.

Sí, su tortura, pues también es el inicio de formalizar uno de los puntos a cumplir, formalizar “su noviazgo”, y comenzar esa relación de dos años, para luego casarse y continuar con lo que se les pide para que ambos conserven su herencia y no sigan con el asunto de la rivalidad de sus antepasados.

Y es cuando más cuidado deben de tener que, su rival se entere de su secreto, o todo se va directo al caño, y perderían todo. Es aquí en donde la aventura dará inicio, ¿será que ambos pondrán llevarse bien?, ¿encontrarán una solución en donde le beneficien a ambos y todos contentos?, ¿seguirán como siempre? o ¿su cercanía los hará cambiar de opinión?, ¿sus sentimientos se mantendrán intactos?

Entonces aquí inicia todo…

¡Tierra llamando a Kai! – agitando su mano, frente a la cara de la castaña para llamar su atención.

¡Ah!, ¿Qué me decías? – volviendo de sus pensamientos.

Te preguntaba que, si vas a hacer algún pachango un fiestón, para celebrar tu cumpleaños, y no cualquier cumpleaños, pues hoy mi amigo… ¡a eres oficialmente mayorcito de edad!

-No, en estos momentos no tengo cabeza para estar haciendo fiestecitas tontas sin sentidos.

- ¿Qué?, dime que no has sido tú el que dijo esa barbaridad, que solo lo escupiste si pensarlo, de veras que ese no eres tú, donde quedo aquel que me dijo años atrás que cuando fuera su cumpleaños número 18, echaría la casa por la ventana, pues uno nunca vuelve a cumplir 18 años, ¿qué te ha pasado Kai?

Tú sabes perfectamente bien lo que me ha pasado, no puedo estar feliz y brincar de emoción, sabes que, así como hoy es mi cumpleaños número 18, también es el inicio de comenzar a cumplir una de las pautas, en donde voy a iniciar mi noviazgo con mi rival – mirándolo con un rostro frustrado.

Es cierto, se me había olvidado, perdóname amigo – dándole una palmada de apoyo en el hombro.

Es una pesadilla que hoy se vuelve realidad – sobándose la cien.

- ¿Y cuándo es que se tienen que reunir para dar inicio a la formalidad?

-Hoy en la noche.

- ¿Qué? tan pronto, de veras que mejor hubiera sido mañana o pasado.

-Mi tío dice que mientras antes mejor, y que ya debemos iniciar con este asunto.

-Te compadezco, no quisiera estar en tus zapatos ni en tu pellejo

-Créeme, ni yo quiero estar en esta mala situación; ni en mi propio pellejo.

Ambos comienzan su caminata dirección a la casa Anderson, al llegar Charlotte les espera con una cálida bienvenida y un fuerte abrazo a su no tan pequeño hijo.

¡Vamos mi pequeño, llora si tienes ganas de hacerlo!, eso no te hace menos hombre, ¡además esto es mi culpa!, mi niño de haberlo sabido no lo hubiera hecho, soy una terrible madre – madre e hijo abrazados tan fuertemente como si sus vidas dependieran de eso, todo lo que le logra decir a su hijo lo dice con las lágrimas ya en sus ojos y corriendo por sus mejillas, todo dicho en un susurro a lo que solo puede ser oídas por Kai.

Madre no te culpes, ya no te agobies, es algo de lo que nos tocó pagar por cosa que nuestros antepasados fueron los causantes – también con lágrimas, era la primera vez desde cuando era un chiquillo que volvía a derramar lágrimas y no era por haberse caído de su bicicleta por estar aprendiendo, no, esto es muy distinto, esto es muy doloroso para él.

Después de unos minutos de sacar todo aquello que se han guardado, logran separarse y se dirigen al comedor almorzar, Mark también se puso nostálgico pues ver que su amigo tiene un gran peso sobre sus hombros.

Y verlo que estar vestido de chica no lo hace menos hombre, al contrario, él tiene mejor puestos los pantalones que cualquiera, porque hacer lo que Kai ha hecho, es de admirar, pues sabe cuánto su mejor amigo quiere a su madre, que lo que hace lo hace por ella.

Los tres comienzan a convivir para lograr estar bien en este momento que es el cumpleaños de Kai.