100 días para enamorar al enemigo

Capítulo 6

Lleve la copa de trago sobre mis labios, mientras miraba con lujuria a la mujer que estaba al frente mío dándome el mejor baile sexual que no había visto hace mucho tiempo.

Recorrí cada centímetro de su delicada piel con mis dedos simplemente era como tocar seda, sus espectaculares ojos verdes conectaron con los míos sonrió levemente cogiendo la copa de mis manos para dejarlo en el suelo dejo caer ambas manos por detrás de mi cuello, empezando a besar mi cuello con sexualidad quito los botones de mi camisa verla de como bajaba mientras levantaba la mirada hacia mía.

—le gusta como lo hago—aprete los puños

—silencio odio que hablen, acaso no sabes las reglas

Mencione molesto, había acabado con el maldito placer que tenia al inicio de esto la cogió del cuelo con brusquedad, tenia que controlarme eso lo sabía bien, pero la maldita mujer de este lugar había ello algo malo y eso lo tenia que pagar arrogue ala mujer sobre la cama recogiendo mi camisa del suelo

—no sirves para nada—dije antes de salir de la habitación

—donde esta esa maldita puta—grite

Las mujeres que estaban al frente mío me miraron y se miraban entre ella

—¿acaso nadie me lo dirá?

—que sucede estas asustando a mis niñas

—hasta que por fin apareces

—dime algún problema

—si , hay uno muy grande la puta de mujer que me has dado no sabe las reglas que debe de seguir cuando está conmigo

—disculpe ella es nueva

Menciono agachando la cabeza, no sabía las reglas acaso se había atrevido a darme a una maldita

—por esto a hora mismo acabaría con este lugar

—prometo castigarla—claro que debes de hacer eso

Miré a la mujer con total furia en mis ojos, cuando estaba por decirle algo más el teléfono en mi bolsillo empezó a soñar a quien se le ocurría llamarme a estas horas cogí el teléfono contestando la llamada

Todos a mi alrededor incluido mi hijo eran unos incompetentes sin razón siempre metiendo la pata en asuntos que al final no podían resolver

Camine en dirección de la entrada de mi casa, lo ultimo que esperaba era encontrarme a mi esposa con cara de hoy te mueres porque te mueres arque las cejas al verla no sabia por que siempre preguntaba si ya sabía la respuesta que le iba a dar suspire ignorándola por completo subiendo las escaleras a cambiarme de ropa he ir a la oficina.

—tu esposa no existe para ti ¿cierto? —luego me lo escribes en una hoja sus reclamos tengo trabajo que resolver

Subí al auto del cual acaba de llegar, parque este en el estacionamiento quitándome los lentes que traía subí por el ascensor hasta el ultimo piso

Donde se suponía que se había metido mi secretaria, el lugar en donde debe de encantararse estaba completamente vacío entre a la oficina el cual mi hijo ya me esperaba lo mire como ordenando que se retirara de donde estaba sentado

—cual es la estupidez que has cometido a hora

—¿estupidez en serio padre? — Thomas sabemos los dos que sin mi no eres nadie para resolver tus problemas —hay te equivocas

Arque las cejas, en señal de duda acaso mi hijo había tenido las pelotas para responderme me sorprendía lo que había logrado el echo de haber viajado a estados unidos por negocios

—entonces para que demonios que has llamado con urgencia

—mamá estaba preocupada por ti por eso te he llamo

—así que todo esto es por tu madre, acaso no sabes que meterse en relaciones de otros no es de buena educación

—por favor padre tú y yo sabemos dónde estabas

—querido hijo si lo sabias por que diablos no se lo dices a tu madre y asunto arreglado

Esto era lo último que me podía pasar, me levante de donde estaba para irme de este lugar no soportaba que alguien me diera ordenes y mas si era mi hijo. Abrí la puerta con furia 

—¡tu! Donde te habías metido —me pare al frente de la chica que estaba en el puesto de secretaria

—estaba ….sacando copias—que sea la ultima ver tu puesto vacío o serás despedida

Me coloque los lentes para ir de vuelta a casa

Ya en el auto el teléfono volvió a sonar, volteé los ojos cuando vi de quien se trataba la persona de la cual hace mucho tiempo no había logrado comunicarme me estaba llamando.

—que milagro que me llamas Daniza —Gael es que te he extrañado

—por favor eso no te lo crees ni tu —necesitamos vernos

Digo sin darle mucha vuelta al asunto, solté una sonrisa colgando la llamada no paso mucho para que el celular me vibrada mire la pantalla donde estaba la ubicación de una dirección donde tendría que estar puntual seguramente

—¿qué diablos quieres?

—Gael esas son manera de saludar a tu amiga

—que es lo que quieres

—hablar de negocios, información que te será de gran valides

—habla no quiero estar adivinando

No me gustaba para nada, saber que daniza tuviera algún tipo de información que me pueda servir a mi ella era una mujer muy astuta diría yo nunca daba nada sin tener un has bajo la manga y por eso era que había llegado tan lejos con estrategia sabiendo mover sus cartas perfectamente.

—según mis fuentes—¿‘’fuentes’’? —arque las cejas

—no te tengo que estar dando explicaciones a quien les abro las piernas

—el policía ese debe de ser bueno entonces—solté una discreta risa

—no seas un idiota—que es lo que sabes—se muchas cosas

Me incline hacia delante de la mesa con las cejas levantadas esperando a que hable de una maldita ves, pero la muy desgraciada solo una sonrisa de labios

—primero hablemos de negocios que parece

—¿negocios? Que sepa yo nuestra alianza termino el día que tu padre decidió traicionarme

—a un sigues resentido por eso

Soltó un suspiro cogiendo la copa de vino que estaba sobre la mesa

—Gael mi padre era un miserable, por eso tuve que matarlo

—hacer negocios con la hija es como hacerlo con el



#2233 en Detective
#620 en Novela policíaca
#14857 en Otros
#2389 en Acción

En el texto hay: secretos, misiones, poder celos sexo y dolor

Editado: 01.09.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.