Primer día de encierre total. Domingo, 12 de marzo del 2045.
El tema del hashtag se había hecho muy viral en las redes sociales, todo el mundo subía fotos y videos de lo que estaba haciendo, concienciando a la población que todavía no se había enterado que no se podía salir si no era necesario.
Me despertó la alarma de mi móvil, la había puesto la noche anterior para no perderme mi programa favorito. Lo hacían solo los domingos, solo los domingos en serio, a las 10:00 de la mañana, ya me veis corriendo, bajando las escaleras para llegar a tiempo.
—¡Lara! No corras por casa ¿A qué viene tanta prisa?
—Empieza el programa RV, y no me lo quiero perder.
—Buenos días a todos los espectadores, como ya saben todos, el gobierno ha tomado las medidas de seguridad para el bienestar de la civilización y no colapsar los hospitales y de hecho, como saben, este programa RV, es un programa que vives experiencias en primera persona con las gafas de realidad virtual, en la que un concursante tendrá que pasar por las pruebas que le ponemos junto con los que quieran acompañarlo.
Este programa es uno de los más populares desde hace unos cuantos años, ya que puede meter al espectador dentro del propio programa, ¡es una pasada!
—Lara, escucha, cada vez que ves este programa no puedes hacer otras cosas a la vez, te pido por favor que le pongas pausa al programa, desayunes primero y luego te vas a tu habitación con tu televisión y veas el programa ahí. —Me quite las gafas y pare el programa. —Y no soples.
Mi madre siempre es así, aunque tiene razón, cuando veo el programa me pongo en la piel del concursante, ya le he dado más de un susto así que, es normal que me diga eso.
—Está bien, desayunare antes—Desayune y me fui arriba a mi habitación.
Programas como RV habían muchos pero ninguno había llegado tan alto como este, claro que, tenias que comprarte las gafas especiales para este programa, con conexión wifi podías ver lo que el concursante veía y si se lo quitaba, se acababa el juego. Había algunos que realmente daban mucho miedo y aunque sepas que no es real, lo parecía mucho.
—Y se ha terminado—Dije quitándome las gafas. —Esta vez no ha sido de miedo,
—Sobresaltos diría yo.
—¡Liam! No entres sin permiso.
—No parabas de gritar—Cerró la puerta después de que él gritase. Liam, mi hermano menor por dos años. Su habitación estaba al lado de la mía así que ha podido escuchar mis gritos de sobresaltos.
—Que aburrida que estoy—dije tumbándome en mi cama.
—¿Ya estas aburrida? Que rápido te aburres hija ¿no tenias un proyecto que hacer?
—Pues ahora que lo pienso, me acabo de acordar de que tengo muchas cosas pendientes que no he podido hacer por culpa del colegio, gracias mamá.
—Yo no me refería a eso…
En realidad no tenía nada que hacer, era simplemente que no tenía ganas de estudiar, la verdad. ¡Un mensaje!
—Vera: Hey! ¿Qué tal estáis pasando la cuarentena?
—Lara: Con puro aburrimiento.
—Isa: Yo estoy entrando y saliendo de mi casa como una obsesionada de la vida porque no se puede salir de casa.
—Vera: Pero si tu puedes salir tranquilamente, tienes un patio enorme.
—Isa: Ya pero aun así, el virus está en el aire.
—Ona: Yo acabo de hacer una video llamada, no he hecho gran cosa.
—Vera: La gente ya está fatal el primer día, si están así hoy, no me quiero imaginar lo que harán el día 10.
—Isa: Nos tiraremos de los pelos.
—Ona: Jajajaja
—Lara: Jajaja
—Vera: No espera, lo haremos mediante los hologramas porque no nos podemos tocar jajaja.
—Ona: Jajajaja
Así son mis amigas, nos tendremos que reír de algo porque si no, esto se pasa mal. Y yo que quería ver la competición del gravitatorio, un deporte famoso en la isla Cristina, pero aun así aquí en isla Luz también se suele jugar.
—Vera: Y así pasamos el rato, entre tonterías y risas ya son las 12:00 del medio día.
—Ona: Y lo que nos queda…
En realidad a mí el día se me pasó más rápido de lo que esperaba, entre películas y series, que tenía pendientes de ver, ya eran las 20:00. Eso sí, no hice nada de deporte, y así no iré bien. Para mañana a hacer deporte o al menos moverme, aunque sea en casa ya que, por obvias razones, el gimnasio está cerrado.
—Lara: Chicas, me voy a cenar, después hablamos.
—Ona: Yo no tardare tampoco, además, tengo hambre.
—Isa: Yo ya he comido Jajajaa.
—Vera: Previsora como siempre jajaja.