15 dias en Nueva York

Capítulo 8 - Bruno

 

Domingo 4 de octubre del 2020

El fin de semana se ha pasado volando. Ayer cuando volví a casa planeé todo lo que tenía pendiente para hacer, pero no he podido hacer nada, mi mente no estaba para eso. Mi mente estaba ocupada por ella: Sandra Milán. Durante estos días no he podido dejar de pensar en ella y en aquel beso bajo los rayos del sol que se reflejaban sobre su blanca piel. Todavía tengo el recuerdo de sus labios junto a los míos, chocando en un apasionado beso donde solo estábamos ella y yo, y que aún perdura en la memoria. Tengo que hablar con alguien.

Cojo el teléfono que reposa sobre el sofá y miro los contactos. Adam, a él le paso algo parecido cuando llegó nuevo, se enamoró en seguida de Marta. En ese momento ella tenía novio, así que de alguna manera estaba prohibida y tuvo que continuar su vida sin ella, hasta que conoció a Carla.

Bruno H: “Adam, necesito hablar contigo, es importante. Quedamos en mi casa a las nueve. Dile a Carla que has quedado conmigo y que es urgente, seguro que lo entenderá”.

Adam G: “Vale tranquilo. Te veo en un rato”.

Me dirijo hacia el jardín con unas cervezas en la mano. Las luces se iluminan alrededor del agua calmada de la piscina. A penas faltan cinco minutos para las nueve así que preparo rápidamente algún tentempié para picar. El timbre de la puerta suena cuando dejo la bolsa de patatas en la mesa del jardín. Ha llegado antes de lo previsto.

Adam me choca la mano al entrar por el portal. Parece preocupado y agobiado. Quedan dos semanas para la boda e intenta ayudar a Carla en toda lo que pueda, pero esto le sobrepasa, es demasiada presión. Hace unos días que no queda con la chica para cenar, ahora todo su tiempo se lo dedica a la pareja. Según ella, son los nervios de los últimos días, que es normal y que en breves acabará este evento, que para Adam es un infierno, pero estoy seguro de que valdrá la pena.

Por mi parte, soy el padrino de Tyler, lo que se supone que tienes más responsabilidades, aunque he de confesar que de momento no he hecho mucho. Me preocupa, veo a Sandra, que es una de las damas de honor y está muy metida en el tema. Prometo meterme más en el tema a partir de hoy. ¡Sois testigos!

- Hola, ¿qué tal? – pregunto al ver su rostro.

- Estoy perdido. Hace días que no veo a Carla, no contesta mis mensajes ni a mis llamadas. Es como si la boda la hubiera abducido.

- Pero si la viste el viernes en la discoteca…

- Si, pero me refiero a solas, una cena ella y yo solos. Lo siento, no te ofendas, eres mi mejor amigo, pero…

- Tranquilo, te empiezo a entender.

En ese momento la imagen de Sandra se ilumina en mi cabeza y no puedo evitar sonreí en respuesta. Sus ojos verdes me apoderan por completo.

- Bruno, bruno – el sonido de Adam me despierta enseguida - ¿estás bien? – mi reacción se anula en ese instante, mi boca no es capaz de pronunciar ninguna palabra - ¿Sandra?

- No puedo evitarlo.

- Sabes perfectamente que lo vuestro está prohibido. Será mejor que te olvides de ella, como Collins se entere os echan a los dos.

- Rick no se ha a enterar. Además ¿a ti no te pasó lo mismo con Marta?

- Sí, y gracias a esa norma conseguí olvidarme de ella y conocer a alguien tan maravillosa como Carla. – mi cara se llena de sorpresa al oír que Adam ya lo considera un hecho, ¡son pareja! – Haber, aún no está claro, pero… joder, la quiero con locura.

- Se nota que estas enamorado de esa chica.

- Mira quien fue a hablar. Desde que has vuelto no eres el mismo. Tu cara a cambio, tu mirada es más clara, y la sonrisa más amplia… esa chica te ha cambiado en cuestión de horas – dice con una sonrisa.

Enseguida alza la cerveza y al acerca a la mía, que también elevada, hasta que el sonido del cristal suena al mismo tiempo que Adam vuelve a hablar.

- Por el nuevo amor, que perdure para siempre.

- Por Carla y Sandra.

Es el primer brindis de la noche y presiento que no será el último. Tras unos segundos Adam cambia de asunto y cuestiona el tema de la boda de Tyler y Kate.

- ¿Cómo va todo?, ¿ya han escogido el lugar?, ¿qué pasa con los invitados? La gente prepara su boda con varios meses de antelación. – se levanta y se sienta en la camilla – Espero que esto salga bien…

- Tranquilo, me dijo Carla que ya habían enviado las invitaciones hace meses, incluso algunos ya han respondido. En cuanto al lugar, ayer fuimos a ver cómo iban las decoraciones de la zona. Según Carla, mañana traerán las mesas y sillas, y ya han empezado a colocar a los invitados, aunque eso lo hace ella con la novia.

Con la explicación, el rostro de Adam mejora a favor, pero sigue inconforme, así que me dispongo a hacer un esbozo del plano que Carla me enseño ayer en el descampado. No soy un experto en dibujo, pero se consigue apreciar mínimamente la arboleda, el lugar donde irían las sillas, la zona de baile y algún elemento más.

- Me encanta ese lugar. Lo estaba hablando el otro día con Carla, cuando se hizo aquella lista de lugares donde celebrarlo. Me alegro que se hayan decidido por esos jardines. – asiento sinceramente al pensar en la pareja. – ¿Cuándo es el gran día?




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