- Argumentos -

   Era yo... Había una foto mía en el teléfono de Sabiel, pero no era una foto que le pasaron de un teléfono al suyo, ni una que hubiese sacado de internet, era una que él le tomó a una billetera, donde había una foto mía impresa guardada, de cuando yo tenía 15 años.

-¿Qué?-me impactó por un momento-Esta soy yo, ya va, no entiendo ¿Quién tiene esto? ¿De dónde lo sacaste?

-Todo este tiempo la había visto, y te juro que pensé que no era real, o sea, que no existía o no la conocería, por eso me voló la cabeza cuando te ví-me dijo Sabiel impresionado.

-Ya va, Sabiel, explícame, que no entiendo.

-Ve-hizo una pausa-Esta billetera es de mi papá...

-¿Tu papá?

  En ese instante se me vinieron millones de preguntas y trillones de suposiciones, pero lo escuché.
-Si, mi papá tiene años con esa billetera. Cuando subí al metro, vi a todas las personas. El metro no tiene nada interesante, por eso me puse a escuchar música, también para ignorar lo tarde que estaba yendo a la secundaria. Fue cuando te vi, wow, eras exactamente igual a la chica de la foto, obviamente ya habías crecido, pero el parecido era descomunal. Ahí se me tumbaron muchos argumentos que mi papá me dió todo este tiempo. No pude evitar acercarme, no podía perder la oportunidad de...

-¿Argumentos que te dio tu papá?-lo interrumpo-Ya va, Sabiel es demasiado ¿Por qué tu papá tiene una foto mía en su billetera?

-¿Mi apellido no te suena familiar? Gener 

  No puede ser, me estaba sonando todo muy familiar y todo estaba conectando.

-Bueno, algo pero...-respondo vagamente

-Bueno ¿recuerdas que te pregunté por Sander?-me pregunta.

No, Dios mío no...

-¿Lo conoces?-sigue hablando Sabiel (yo solo hacia silencio)-Él es mi papá.

-¿¡QUÉ!?-me levanto de la banca-¿Cómo? No, imposible.

-Si-me dice Sabiel riendo.

-No  lo puedo creer-digo para mí misma.

-Entonces, ¿tú si conocías a mi papá de joven?-me pregunta Sabiel, mientras se levanta y se pone frente a mi.

-Claro, obviamente que lo conozco. No puede ser, todo este tiempo...

-Pero ¿por qué no puede ser? si nos parecemos bastante-me pregunta.

-Sí, sí, es que realmente eres una copia de él de cuando tenía 15 años. Todo lo que me acabas de decir de mí, yo lo pensé de ti cuando te vi en el metro, hasta hablas casi igual Sander Gener tiene un hijo-digo para mí misma.

-Si ¿por qué te asombra tanto?

-No, son cosas mías…

... 

Me fui a la casa, aunque estaba que me quedaba toda la tarde con Sabiel para que me lo contara todo, pero una parte de mí me dijo que dejara así las cosas y me fuera, para luego hablar mejor.

-Nooo-digo para mí misma-no le pedí a Sabiel que me pasara la foto.

Era muy curiosa la foto que Sander eligió, era yo sonriendo, una selfie que yo misma tomé con el uniforme de la secundaria puesto (camisa beige) y el cabello suelto. Recuerdo muy bien que esa foto fue grupal. Él y su mejor amigo también salían en ella, junto con otros chicos más, yo era la única chica. Pero por una razón Sander la recortó reduciéndola hasta el punto en que solo me viera yo, como si fuese una selfie, como para que solo saliera yo.

Me volaba la cabeza con miles de suposiciones, ¿Qué hacía Sander Gener con una foto mía en su billetera desde hace tanto tiempo? Y yo ni siquiera sabía. Una pequeña sonrisa brotó de mí, pero de inmediato la mitigué. Suena mi teléfono: una llamada de un número desconocido, cuando iba a responder, colgaron. Iba a devolver la llamada y me volvieron a llamar del mismo número, esta vez respondo.

-¿Alo? Buenas tardes, si, dígame ¿con quién tengo el gus?...

Cortaron. Pero antes de que lo hicieran escuché un sonido y forcejeos con el teléfono, como si no quisieran contestar o algo. Me extrañó y después vuelven a llamar y cortan nuevamente. Me empecé a extrañar más, pensé que podían estar haciendo una broma o no sé, un secuestro, aunque dudo. Seguido, suena el timbre de mi departamento definitivamente era una broma. Algo molesta salí a abrir la puerta, a ver quién era, aunque lo más probable es que no hubiera nadie.
Cuando abro la puerta detrás de ella estaba Sander.