164 Girasoles

7.Lamento intentar ayudarte

GIRASOL NÚMERO 25

 

Sarah Mancini

Me miro frente al espejo de mi habitación en pijama de remera manga corta y unos shorts de perritos.

He adelgazado mucho este último mes...

Trago grueso y levanto mi cabello en una coleta alta, me pongo un cintillo y me siento en mi tocador para maquillarme un poco e ir a la universidad.

Base, polvo, iluminador y finalmente la máscara para pestañas y una labial rosa mate. Luego comienzo a vestirme, me decido por unos vaqueros normales y una blusa con flores, lo acompaño con mis zapatillas converse. Me vuelvo a ver al espejo para comprobar que todo se vea bien, trago grueso estirando mis vaqueros en la parte donde va el broche, me queda bastante grande y en la parte de las piernas se ve suelto cuando debería quedarme ajustado. Suelto un suspiro y me pruebo bastantes vaqueros más, todos me quedan igual. Me pongo unos leggins para hacer ejercicio para que haga volumen y encima los primeros vaqueros que me probé... se ve un poco mejor, también me pongo un cinturón para que no me queden sueltos de esa zona.

Hoy he despertado algo desanimada, no es muy habitual eso en mi, pero aún así la última vez que me veo al espejo hago una sonrisa, intentando animarme un poco. Me quito la coleta que me hice y dejo mi cabello suelto con mis pequeñas ondas naturales.

Tomo mi mochila y salgo de mi habitación, me despido de mi tía y en no más de treinta minutos llego a la universidad, como siempre lo primero que hago es pegar un girasol en el casillero de Zayn con una pequeña notita. Luego de eso camino a mi casillero y ahí veo a Liam y a Julie conversando alteradamente.

—¿Qué pasa?—pregunto divertida. Últimamente Julie y Liam siempre están discutiendo.

—Liam me ha robado el tocino para mi almuerzo— dice Julie y se cruza de brazos.

—Ha estado delicioso— dice Liam llevándose una mano a su estómago, sonrío.

—¿Has comido tocino en la mañana?— le pregunto

—Siempre es buen momento para el tocino.— dice Liam y me hace sonreír.

—¡Hey, me lo robó!— me gritó Julie, la veo y asiento.

—Si, Liam... eso estuvo feo—digo

—Pero estaba rico y a mi me gusta más el tocino que a ella— dice Liam y me giro a mirar a Julie como diciendo "Tiene un buen punto"

—¡Ugh! Tu capacidad para estar del lado de todos a veces me estresa mucho— dice Julie y camina indignada a su salón.

—Tienes que comprar tu propia comida, amigo— digo poniéndome de puntillas para afirmar mi brazo en el hombro de Liam.

—Pero... no sé cocinar.— dice cabizbajo.

—Yo puedo cocinarte tocino. Solo cocinarlo, no puedo comprarlo, no tengo dinero.

Sonríe— Eres un angelito. Vamos a clase— también pasa su brazo por mis hombros y caminamos juntos.

Para la hora del almuerzo nos sentamos los tres en la misma mesa de siempre, Liam y Julie vuelven a discutir por algo, pero esta vez no logro ponerles mi atención. Mi vista se dirige a la mesa aislada de una esquina del comedor, Zayn está ahí con unos audífonos y dibujando en su cuadernillo gastado.

Suelto un suspiro.

—¡Hey! ¿Qué miras?— me pregunta Liam, frunce el ceño y sigue mi mirada— ¿Al chico raro?

—De hecho se ve misterioso y algo solitario, más que raro es sexi la verdad— dice Julie, también mirándolo.

—Si, es bastante guapo— dice Liam asintiendo con la cabeza, se gira a verme— ¿Te gusta?

—Te entendemos si es así— dice Julie, frunzo el ceño.

—No, no es eso... es que... no lo sé, he estado intentando ayudarlo y... no funcionó. No quiso mi ayuda.

—Oh y a ti te encanta ayudar— dice Julie, entendiendo mi mirada decaída.

—¿Ayudarlo con qué?—me pregunta Liam

—La verdad es que no lo sé.— digo y suelto el aire de mis pulmones— Lo vi en un callejón un día... estoy casi segura de que estaba llorando. De verdad pareciera que está pasando por un momento horrible en su vida, además... vi los grafitis que hace en la muralla del callejón... es como si estuviera pidiendo ayuda a gritos. Creo que no tiene a nadie y creo que necesita apoyo. Creo... que si no insisto en ayudarlo... me arrepentiré por el resto de mi vida.

—Intentaste ayudarlo aunque no lo conocieras, ¿Cierto?— pregunta Julie y la miro.

—¿Tan obvio es?

—No es obvio, es que te conocemos. Si nos dices que viste a un chico triste en un callejón, lo primero que se nos vendrá a la cabeza es que darías todo de ti para ayudarlo aunque sea un poco.— dice Liam

—Una persona normal ignoraría todas las señales, pero tu eres especial... tienes un corazón que no he visto en ninguna otra persona. La verdad... no me sorprende que lo ayudes— dice Julie.

—Solo lo irrito, no he logrado ayudarle.

Es entonces cuando Landon, el chico que vende droga en la universidad se sienta frente a Zayn en su mesa. Me alarmo inmediatamente.

—Julie, ¿Puedes hacerme un favor?— le pregunto a Julie de inmediato.

—Claro, lo que sea— responde.

—¿Puedes invitar a Landon a salir y a caminar por ahí ahora?

—¿¡Qué!?

—Por favor, luego le cancelas la cita, pero hazlo ahora, por favor. Si lo invito yo me va a rechazar. Necesito que lo hagas, no puedo explicarte ahora, pero por favor.

—¡Está bien! Tranquila, no tienes que explicarme nada, lo haré.

Asiento aliviada, ella se pone en pie y se dirige a la mesa donde Landon y Zayn seguramente están haciendo negocios. Negocios que intentaré evitar. He estado pendiente de los dos y Landon todavía no le da nada.

—¿Por qué tiene que invitarlo a salir?— me pregunta Liam algo irritado, a pesar de la situación preocupante, no puedo evitar mirarlo con una sonrisa.

—¿Te molesta?— le pregunto.

—No. Es que Landon tiene fama de ser un drogadicto violento, no me gustaría que ninguna de mis amigas esté con él.



#24671 en Novela romántica

En el texto hay: romance, amor, sadstory

Editado: 05.09.2021

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