164 Girasoles

15.A prueba de italianas torpes

GIRASOL NÚMERO 47

 

Sarah Mancini

Estoy en la florería de la señora Greyson y mi mirada está completamente perdida mientras acomodo algunos arreglos florarles.

Si dejo de concentrarme en mi alrededor y recuerdo con todo lo que tengo aquel momento hace un par de días atrás... es como si volviera a vivirlo. Siento el aliento de Zayn, sus manos en mi cintura, su nariz casi rozando la mía. 

No sé qué fue eso, pero juro que sentí que algo hizo clic en alguna parte dentro de mi. Niego con la cabeza, tengo que dejar de pensar en eso.

—Entonces, ¿Podrías?— habla la señora Greyson a mi lado, frunzo el ceño y me giro a verla.

—¿Cómo?

Sonríe— Te preguntaba si podrías llevar estos arreglos listos al mostrador de afuera. ¿Estás bien, mi niña?

—Oh—digo, sonrío y asiento— Si, estoy bien.

—¿Segura? Estás algo sonrojada— dice y suelto una pequeña risa nerviosa—Tu piel tan blanca hace que se te note un poco más, aunque si quieres mi opinión, se ve adorable.

—No es nada y claro que puedo. Lo haré de inmediato.

—Gracias— dice con una dulce sonrisa, le doy la espalda para comenzar a acarrear los arreglos florales— Y cariño... cual sea el chico que te tiene tan embobada, espero que valga la pena, te mereces solo lo mejor.

Sonrío al escucharla decir algo así de bonito.

—No se trata de un chico— digo o al menos, no de la forma en que ella lo está planteando. Zayn nunca podría ser un interés romántico para mi, él me odia.

—Hm, si y yo tengo cincuenta años de nuevo— dice y sonrío sin poder evitarlo.

—¿No los tiene?

—Oh, que amorosa— dice riendo yendo a la caja, sonrío y comienzo a hacer lo que me pidió.


 

• ────── ✾ ────── •

 

Liam, Julie y yo estamos sentados en nuestra mesa del comedor de la universidad de siempre. Liam y yo escuchamos a Julie, quien llora desconsoladamente porque Ian le ha dicho que ya no está interesado luego de que lo vio besándose con otra chica.

—¿¡Pueden creerlo!?— grita Julie sollozando, lleva un pañuelo a su nariz y lo hace sonar estrepitosamente, Liam hace una mueca— ¡Creí que me amaba!— grita y pasa su manos por sus ojos, refregándoselos y su delineador se corre por todas partes.

Dios, Julie...

—Se ha ido con esa maldita, ¡Los hombres no valen nada! ¡Son todos unos idiotas!— dice dramáticamente.

—Vale, gracias— dice Liam.

—¡Tu siempre me robas mi comida!— le grita y se pone en pie, supongo que para seguir llorando en el baño. Pronto desaparece por las dos puertas grandes del comedor.

Miro a Liam antes de seguirla.

—¿Por qué no comienzas a tratarla bien y dejas de robarle su comida?—le pregunto estresada, Liam suelta un suspiro.

—Me pone nervioso tener que entablar una conversación con ella, si le robo la comida comenzamos a discutir... es lo único que se me ocurre para llamar su atención y hablar sobre algo, lo que sea.

Sonrío— Liam, eres un chico muy interesante, solo ve y pregúntale cosas, lo que quieres saber de ella, lo que sea. Y trátala como un chico normal trata a la chica que le gusta.

—No puedo... ¿Y si se me acaban las ideas?

—Liam, tranquilo. Todo va a salir bien.

Asiente— Bien, pero ve a consolarla tu, comenzaré mañana.

Sonrío— Está bien, que sepas que soy Team Liam al cien porciento.— digo y él también me sonríe, le dejo un beso en la mejilla y corro fuera del comedor al baño de mujeres. Cuando entro veo solo a Julie llorando frente al espejo.

—Encima me veo horrible. Soy un asco, por eso Ian no me quiere— dice intentando arreglarse.

Suelto un suspiro y busco mi estuche de maquillaje en mi mochila, comienzo a retocarla.

—Eres hermosa, Julie. Ian no te merece, no merece tus lágrimas. ¿En serio vas a gastar lágrimas en alguien que hizo algo así de horrible?—le pregunto

—Pensé que yo también le gustaba.

—Ian no te supo valorar... prométeme algo, ¿Si?— le pido y ella asiente— No te ilusiones de nuevo con nadie más hasta que no aprendas a valorarte a ti misma. Si no lo haces, volverás a sentirte de esta manera si todo sale mal. ¿Y sabes? A veces las cosas no funcionan, pero si sabes tu propio valor y lo hermosa y fuerte que eres, pueden pasar cien mil cosas y nada te va a derrumbar.

Sonríe— Eres la mejor amiga que podría existir.

Sonrío— Estoy aquí para ayudar— digo y me alzo de hombros.

—Siempre ayudas a todos... si algún día tienes un problema, dejarás que haga lo mismo contigo, ¿Cierto? Me lo contarás— dice y trago grueso un poco nerviosa, asiento de todos modos.

—Claro que si—digo y asiento con dificultad.

Seguimos hablando un par de minutos más y luego ella sale del baño, yo me quedo un rato para retocarme y luego salgo, doy un par de pasos y Dean, un compañero de un proyecto me detiene.

—Hey, compañera... Sandy, ¿No?— pregunta y hago una pequeña sonrisa.

—Sarah, en realidad.

—Escucha, estem...— comienza y mira a todos lados nervioso— No podré ir a la biblioteca hoy... ni el resto de la semana, es que... debo volver a casa y cuidar a mi perro. Tiene una enfermedad de esas graves.

Frunzo el ceño—Oh, es una pena, ¿Cuál es?

—¿Cuál es? Uhm, buena pregunta. Es de estas raras y peligrosas, si no paso tiempo con él puede morirse, es que mi perro me ama y solo está bien conmigo. 

Asiento— Uh, bueno, si quieres algo el proyecto sola y pongo tu nombre en él, espero que tu perro se recupere.

Asiente con una sonrisa— Eres la mejor compañera de proyecto. Gracias— dice y se aleja.

Sonrío y sigo caminando.

—¿En serio te creíste esta torpe historia?— pregunta Zayn comenzando a caminar a mi lado, me giro a verlo.

—Su perro está muy mal, ¿Cómo iba a obligarlo a que se quede a hacer el proyecto?



#24666 en Novela romántica

En el texto hay: romance, amor, sadstory

Editado: 05.09.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.