GIRASOL NÚMERO 58
Sarah Mancini
—Liam, en serio. Estoy bien.
—Te ves un poco pálida, ¿Segura que no quieres que vayamos al hospital? El doctor Collins te verá.
Suelto un suspiro, Liam y yo estamos en el comedor de la universidad, Julie está comprando un par de cosas para comer.
—Liam, estoy pálida porque tengo pocos glóbulos rojos, es todo. Consecuencias de la leucemia, pero me siento bien.
—¿Es todo? Sarah...— suelta un suspiro.
Trago grueso.
Desde que le conté a Liam sobre mi leucemia... digamos que le ha costado asimilarlo.
—Liam... te he dicho que tienes que confiar en mi— digo tomando su manos— Esto no es tan malo como crees...
—Sarah...— susurra y mira mi rostro— Es que no puedo entender por qué esto tuvo que pasarte a ti.
—Liam... todo sucede por un motivo, ¿Si? y por mi leucemia yo... he aprendido muchísimo, he aprendido a valorar a las personas, a querer dejar una huella, a apreciar de una manera increíble todo lo que pueda pasarme...
Una lágrima se le resbala y paso mi dedo pulgar por su mejilla para secarla.
—No llores, por favor— susurro
Suelta un suspiro—Lo siento, yo debería consolarte a ti y...
—No me aterra morir... la verdad no estoy asustada. Estoy bien, Liam.
—Cada vez que dices esa palabra, yo...— dice y no puede seguir hablando.
Julie se acerca y Liam rápidamente se seca las lágrimas del rostro.
Miro a mi amigo entristecida, es por esto que no les había dicho nada. No quiero que estén mal por mi causa.
—¿Todo bien?—pregunta Julie, le sonrío y asiento.—Uhm... ¿Sarah?
—Dime.
—Es que... tienes sangre, en la nariz.
Frunzo el ceño y paso mi dedo por debajo de mi nariz. Tiene razón.
—Sarah...—comienza Liam preocupado, pero lo detengo.
—Tranquilo, es normal. No me siento mal ni nada, solo iré al baño.— digo y Liam simplemente asiente.
Me pongo en pie y rápidamente me dirijo al baño tapando mi rostro, cuando paso por los casilleros veo por obra de la maldita casualidad a Zayn caminando de frente en dirección al comedor.
—Hey— dice, pero le paso de largo caminando rápidamente al baño.— Hey, italiana— dice a mis espaldas y lo ignoro para seguir caminando, sé que comienza a seguirme y no tarda en alcanzarme, pasa sus manos por mi cintura y entonces me da media vuelta para que lo vea— ¿Qué pasa?
Me quita las manos del rostro y veo su expresión de preocupación.
Pensé que me sentía bien, pero de pronto mi vista se vuelve borrosa y ya no tengo fuerza, Zayn lo nota y me sujeta más fuerte de la cintura.
—Mierda— susurra y pasa su brazo por mi espalda y el otro por debajo de mis rodillas, siento como la sangre que sale de mi nariz recorre mi rostro. Zayn camina rápidamente fuera de la universidad— Te llevaré al hospital, estarás bien— dice mirándome a los ojos... se ve muy preocupado.
—¡No!— grito inmediatamente, pasará lo mismo que con Liam y no quiero que Zayn sepa que tengo leucemia— No, no... no me siento tan mal, solo necesito sentarme un rato— digo en voz baja y débil.
—No. Tienes que ir al-
—No. De verdad, solo necesito dejar de moverme y tranquilizarme— digo y se detiene para mirarme no muy convencido— De verdad, estoy bien, solo necesito descansar.
Suelta un suspiro y asiente, se devuelve y comienza a caminar dentro de la universidad no sé a donde, cierro mis ojos intentando tranquilizar mi respiración. La leucemia produce que mi corazón no trabaje bien, me agito y canso muy rápido. Con los ojos cerrados afirmo mi rostro en el pecho de Zayn mientras me sujeta y me lleva a algún lado. Siento su olor... su calidez, siento cosquillas en todo el cuerpo por lo bien que me hace sentir. Me acurruco aún más contra él sin poder evitarlo.
Un par de segundos después Zayn me sienta sobre la cerámica del lava manos de un baño.
—Es el baño de los maestros— dice cerrando la puerta con llave y yo simplemente asiento. Saca un poco de papel higiénico y lo moja antes de limpiarme con él la sangre que se esparció por mi rostro— Ya no te está saliendo demasiada sangre.
Para poder limpiarme y afirmar de mejor manera mi rostro pasa una mano por mi cuello. Trago grueso nerviosa por su cercanía.
—Gracias— susurro.
—¿Por qué te pasa esto?— pregunta mirándome a los ojos, sus ojos destellan preocupación. Nota que ya no me sale sangre, así que me limpia una última vez y lanza todo al basurero.
Sé que esto le recordó a lo que pasó el día de su cumpleaños cuando fuimos a esa feria de entretenciones.
Intento encontrar alguna escusa, algo no tan grave que explique todo esto.
—Yo... tengo un poco de anemia, es todo— digo. La anemia es muy común, muchas personas la tienen y no es demasiado grave, de hecho generalmente se soluciona simplemente tomando suplementos de hierro, con mejor alimentación o con transfusiones de sangre.
—Deberías ir al médico.
—Si, si voy. Estoy mejorando— digo y miro al suelo, cuando levanto la vista Zayn me mira a los ojos, no muy convencido. Le sonrío para mostrarle que me siento mejor— Estoy bien, en serio.
Asiente— Bien.
—Solo... será mejor que no me mueva mucho hoy.
—¿Quieres ir a mi departamento? Puedes echarte en mi sofá y vemos series el resto del día— dice y me emociono un poco. Suena como un panorama perfecto.
Sonrío— ¿Me vas a cuidar o algo así?
Se alza de hombros— Seré tu doctor personal.
Río un poco. Eso no suena tan mal.
—Empezando desde ahora—dice y pasa un brazo por debajo de mi rodilla y el otro por mi espalda para llevarme afuera.
—Pero me quedan dos clases— digo abrazándolo por el cuello mientras salimos del baño.
—Y a mi tres.
Sonrío— Esto está mal.
—Hablando en serio. Tienes que descansar, no quiero que vuelvas a desmayarte—dice de manera mas seria y me hace sonreír de lado por su preocupación mientras miro su rostro hacia arriba. ¿Esto de verdad está pasando? Zayn nunca había sido tan amable conmigo.