Me separo de Colton, no sé si él por fin me suelta o si es mi fuerza, desesperación, dolor lo que me dan la adrenalina suficiente para correr a las garras de la muerte.
Todo lo que me importaba ya no está y no quiero seguir con mi vida. Llego a donde se encuentra Dakota. Su cara está completamente desfigurada, la sangre caliente sale a borbotones manchando mis manos al instante. La bala destruyó gran parte de su lado derecho, muy cerca de sus ojos.
Beso su cara por todos, buscando alguna señal de vida, pero no recibo ninguna palabra de su parte. Cuando la sangre de su cabeza me empapa por fin comprendo, mi corazón ya no aguanta un dolor así de grande, una vez más estoy rota.
Mis latidos se vuelven más rápidos, llega un momento en el que todo desaparece, lo único que perdura es el hecho de que mi hermana está... muerta...por mi culpa.
Levantó la vista y veo al maldito hombre, sus brazos están en posición de pelea, delante de él se encuentra Colton, más no me muevo.
Sé que por más que luche él también moriría y por primera vez en mucho tiempo ya no me importa lo que pase, no me importa nada porque lo único valioso está entre mis manos sin vida...todo por defenderme, como siempre, por mi maldita debilidad.
Lloro de dolor, veo que tiene la cabeza de él entre sus manos. Su cuerpo ya cansado por toda la fuerza desperdiciada en defenderse. Tomó el rifle con el que mató a mi hermana para intentar hacer un último esfuerzo. No vale la pena vivir y ver cómo muere. Tengo el cañón lo más cerca que puedo del corazón, no me importa nada, solo veo pasar mi vida en un segundo, todo lo bueno y lo malo inunda mis pensamientos.
Una sonrisa me ilumina la cara. Siempre juzgue a quienes se quitaban la vida sin esperar a que Dios lo hiciera, claro en aquel entonces creía en un ser supremo. Ahora justamente soy yo quien será cobarde y jalará el gatillo que me dará la total libertad, la felicidad de morir por mi propia cuenta y no en manos de ellos.
Tomó una última bocanada de aire antes de por fin soltarme de nuevo a llorar, de manera más triste y dolorosa, aunque no quiera veo como Colton ya no lucha por su vida, puedo escuchar sus últimos respiros.
Lloro más cuando entiendo que lo amo, que no quiero vivir sin él y sin mi hermana.
Lloro como nunca en mi vida, antes de que pueda jalar el gatillo siento como una fuerza que desconozco me sacude todo el cuerpo, escucho a lo lejos como dicen mi nombre...
Abro los ojos para ver borroso de tantas lágrimas, ya no tengo el arma en mi mano, el ambiente ha cambiado, no veo más que caras, miro a mi hermana preocupada tomando mi cara...
¿¡Mi hermana...!?
—Mónic cariño. Despierta, todo está bien, deja de llorar solo fue un sueño.
Estoy completamente confusa, mis ojos están bañados en lágrimas, mi cuerpo aun tiembla al recordar que estuve dispuesta a quitarme la vida como vil cobarde. En realidad no sé qué pasa, ni siquiera sé dónde estoy.
¿Estoy muerta o viva?
Miro a mi alrededor y puedo ver a Colton completamente preocupado, también están Nicki, Taylor y todos formando una rueda, observando mi expresión. Antes de poder seguir mirando me centro en Dakota.
Toco su cara con mis manos, preguntándome ¿acaso esto también es un sueño?
—¿Te encuentras bien? –analizo su cuerpo, su piel. Buscando algún indicio de lo que pudo pasar, su cara parece en perfectas condiciones, Al parecer tengo la suerte de que todo lo que sentí vivir solo formó parte de un sueño. Se sintió tan real, abrazo a mi hermana para terminar de convencerme de que ella está aquí, conmigo. Sentir su calor me reconforta.
—¿Qué pasa? — pregunta Nicki totalmente afligida—. Todos nos espantamos al oír tus gritos, mi hijo fue el primero en venir a tu auxilio.
Tomo una gran bocanada de aire para poder hablar con claridad.
—Perdonen, tuve un sueño tan real que aún me cuesta entender que todos estamos bien —ella toma mi mano cuando me ve pasar para reconfortarme.
—Tomate el tiempo que consideres necesario, recuerda que todo está bien, nosotros haremos todo, tú solo disfruta.
Asiento y sigo en mi modo zombie, acabo de darme cuenta de algo que ya tenía contemplado, más no le había dado la importancia que amerita. Estamos a la deriva, no tenemos nada que nos defienda de estos seres. Amber podría venir en cualquier momento, como en mi sueño y no podríamos hacer nada por salvarnos más que sacrificarnos.
No quiero perder a nadie más, no podría vivir con otra pérdida, eso simplemente lo acabo de descubrir.
¿Qué debo hacer?
¿Cómo solucionar lo imposible?
Llevo más de medio día sentada en la punta del yate, no he hablado con nadie desde que les dije unas cortas palabras por la mañana. Hace una hora vino mi hermana, tampoco obtuvo algo más que el silencio. Revivo la escena una y otra vez. Ahora no me tortura, me hace más fuerte.
Hay algo que se me va, sé que en ese sueño está la respuesta.
Rememoró una y otra vez el maldito sueño, todos juntos, el yate que nos invade, mi hermana, Colton, el estruendo, las manos de ese hombre en mi cuello, el sonido ensordecedor de la bala silbando a través de mis oídos, la cara de ese hombre por un segundo en problemas, sintiendo un ligero dolor, eso pude ver cuando lo tuve tan cerca, también cuando mató a mis amigos...
¡Ya sé que es lo que sigue en nuestras vidas, ahora tengo todo claro, ya tengo una respuesta!
Por fin salgo de mi pose de flor de loto, me muevo a la cabina para buscar lo que necesito, el mar me sigue acompañando, nos seguimos moviendo, hasta ahora me fijo en eso.