#2 La batalla por el reino

Tiene que ser

N/A: les aclaro que las visiones de Perséfone serán escritas en cursiva y en negritas mientras que los recuerdos y pensamientos serán solo en cursiva, y las ilusiones serán en negritas. Para que no se confundan, si más que disfruten de la lectura. Un beso y un abrazo

*********

Perséfone pudo sentir la penetrante mirada de Reluminium en su espalda, pero aún así decidió ignorarlo.

—Sabes que te estoy mirando, ¿Por qué no dices nada? —preguntó cuando ella se detuvo

—Por que no tengo nada que decir —se sentó en una roca cerca de aquel riachuelo

Perséfone alzo la vista hacia el cielo que empezaba a nublar en señal de que la lluvia pronto se desataría pero ella no miraba aquellas nubes, no, solo miraba hacia arriba como si pudiera ver más haya. Acción que no pasó desapercibido para Reluminium que la observaba como si así pudiera resolver el enigma que la envolvía

Perséfone dejó soltar un suspiro antes de mirara al frente encontrando aquellos ojos puestos en ella, sus sola mirada le trasmitía un pequeño calor que la envolvía totalmente

De repente estaba en un prado repleto de flores, observo sus manos y sonrió corriendo por el prado tocando con sus dedos cada pétalo de las flores. En eso la observó, aquella mujer con una sonrisa siniestras pero de apariencia angelical, aquella mujer la miraba mientras se mantenía parada a escasos centímetros de ella. La vio alzar su mano para tocar las flores marchitando las

—Perséfone

Susurró su nombre mientras caminaba a su alrededor

—Pequeña Perséfone, ¿Qué estas haciendo? —la miro —, ¿Por qué estas con él? O a caso has olvidado que por su clan tu madre ya no está contigo

—Mientes —le dijo segura —, no fue por ellos

—Pero si por los dioses

Aquella mujer sonrió mientras la veía como ella endurecía su rostro y apretaba sus manos volviéndolos puños. Aldana se puso atrás de su espalda susurrando en su oído

—Únete a mi —sonrío —, ayúdame a destruir hasta los mismos dioses. Y como recompensa tendrás a tu madre de vuelta

Se alejó de ella poniéndose enfrente mientras extendía su mano

—Únete a mi y tendrás a tu madre para la eternidad

Perséfone estaba ida mientras imaginaba a su madre a lado de ella riendo mientras la abrazaba, la imaginaba a lado de su padre formando la familia que siempre debieron ser. Estaba alzando su mano para estrechar la. Eso quería, lo deseaba; deseaba estará junto a su madre era su más anhelado deseo

Pero entonces una mano se posó en la suya trasmitiendo una tibieza, antes de ver cómo un fuego aparecía expandiéndose por todo su cuerpo volteó para ver a su lado aquel hombre que le sonreía mientras observaba como movía su boca pero las palabras no las podía escucharse 

—Perséfone, Perséfone

En eso aquellos ojos quedaron fijos en los suyos nuevamente, la vio sonreír antes de desvanecerse entre sus brazos

—¡Perséfone! —levemente la movió —, por favor despierta

Tierras del rey demonio

Aldana estaba con los ojos cerrados mientras estaba sentada en aquel trono

《La tierra de las hadas estaba en la época donde todas las flores florecían mostrando sus nítidos colores y para Aldana era la época que más le gustaba, ya que recolectaba flores para su padre y su madre

En eso la figura de su padre aprecio en el campo, Orcos se que quedo observándola pero su mente lo traicionaba y a quien veía era a su hermana con una sonrisa mientras recogía flores

—¡Aldana! —grito para llamar la atención de su hija

Aldana rápidamente alzo su vestido para correr hacia su padre y abrazarlo

—Padre, mire —le extendió las flores — azules como usted le gusta, aunque aún no me dice por que le gusta

"Era por su hermana, Atlana le encantaba el azul" Pensó pero rápidamente se deshizo de eso pensamientos

—Aldana, tiene que irte de aquí

—¿Qué? ¿Por qué padre? —pregunto alejándose de sus brazos

—Tienes que ir a las tierras del rey demonio —la tomo por los hombros —, y casarte con el segundo hijo del rey

—¿Por qué padre? —preguntó en lagrimas

—Por que es tu destino —miro sobre su hombro perdiendo su vista en el paisaje —. Tiene que ser tu destino》

Aldana abrió los ojos al escuchar los pasos que se acercaban a ella una sonrisa se instaló en su labios al ver a su padre

—Padre —abrió los brazos —, he conseguido lo que quería. Tiene las tierras del rey demonio

—Eso no es lo que yo quería

—Oh, cierto tu querías que cumpliera mi destino. O más bien querías que cumpliera la profecía y así ser mejor que su hermana

Aldana se levanto de aquel trono para bajar lentamente los peldaños

—Pero no te preocupes padre —sonrió —, pronto haré tu sueño realidad. Ya destruí a mi prima demostrándole a mi tía, a Morgana y a los dioses que soy mejor que ellos. Pronto acabaré con Reluminium para demostrarle que también soy mejor que él, lo único que tú tienes que hacer es sentarte para observar lo poderosa que es tu hija

—¿Por qué haces esto?

—Por ti —le dijo rápidamente —, todo lo que hice fue hecho para ti. Para que por fin te sintieras orgulloso de mi, para demostrarte que era digna de ser tu hija

—Aldana yo… lo siento

—¿Por qué? Si solo me mostraste que necesitaba esforzarme más para ser la mejor —lo miro —, para convertirme en la reina

Se acercó a él con una sonrisa que se lo borró cuando lo abrazó 


 




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