#2 La batalla por el reino

Exponerte

N/A: les aclaro que las visiones de Perséfone serán escritas en cursiva y en negritas mientras que los recuerdos y pensamientos serán solo en cursiva, y las ilusiones serán en negritas. Para que no se confundan, si más que disfruten de la lectura. Un beso y un abrazo

*********

—Hay una salida en la parte de atrás por la cual pueden huir —háblalo el rey

—No, vamos a luchar —dijo decidido Reluminium

—Tu eres la salvación del mundo —hablo Perséfone —, no puedes exponerte

—Por la razón de que soy la salvación del mundo no puedo vivir huyendo  —la miro —, no puedo huir matando a tanta gente inocente, mucho menos si se que estuvo en mis manos poder salvarlos

Tomo su arco junto con sus  flechas para ir hacia la puerta

—Tu sabes si vienes conmigo o decides irte —miro al rey —,manejare a sus tropas su majestad, usted resguardarse

El rey sólo asintió antes de darse la vuelta para irse. Reluminium salió al patio donde las tropas empezaban a defenderse

—¡Ataquen sin temor! —grito mientras dispara las flechas

La guardia real luchaba para resguardar los muros del castillo pero los superaban en número, Reluminium camino hacia la entrada mientras lanzaba las flechas y golpeaba con su arco a sus contrincantes cuando de repente sintió una punzada de dolor debajo de sus costillas, alguien lo había atacado a traición, con un golpe certero  en su nuca acabo con la vida de aquel hombre, justo cuando sintió como todo se tornaba distorsionado a su alrededor y como las voces se escuchaban a lo lejos como unos simples murmullos antes de caer en el suelo, débilmente abrió sus ojos para tener la visón de Perséfone rodeada de un leve resplandor de color azul

Sentía que la respiración le  faltaba, mientras sus cuerpo subía de temperatura tanto que le quemaba como si su cuerpo fuera puesto en fuego. Un grito salió procedente de su garganta mientras se retorcía de dolor y sus ojos se volvían de un color rojizo

>>Reluminium, Reluminium

Susurraban su nombre en la penumbra mientras él solo podía gritar de dolor

>>Reluminium únete a mi… yo puedo devolvértelos

Se escuchaba nuevamente pero ahora haciendo eco en aquella oscuridad

—¿Estará bien? —preguntó aquella criada mirando al hombre que estaba en la cama removiéndose

—Si, solo necesitó combatirle el veneno nuevamente mañana —lo miró  — y el estará bien

—Es un alivio, alguien así de guapo no puede morir —sonrió aquella criada mientras pasaba con delicadeza el paño de agua sobre su frente

Al oír eso Perséfone sintió la ira descomunal bullir por sus venas. Entonces vio como ella intentaba bajar aquel trapo por su cuello con la clara intención de tocarlo de más

—Puedes retirarte —trato de sonar calmada pero sucedió todos lo contrario

—Pero aún no lo he…

—¡He dicho que te largues!—gritó mientras le arrebataba el trapo —, yo me encargaré. Así que vete

Aquella muchacha le hizo caso y con temor salió dejándolos solos. Perséfone observo aquel hombre y con el enojo que tenía tiro el trapo en el suelo antes de sentarse a un lado de él

—¿Por qué no me hiciste caso? —le murmuró mientras veía la herida —, eres un idiota

Lo miro con enojo pero al contemplarlo y sin poder evitarlo una sonrisa se instaló en sus labios pero rápidamente la borró

—¡No! —se levantó —, yo no puedo aceptara esto. Yo tengo que elegir mi destino no puedo dejar que me manejen a su antojo como lo hicieron con mi madre

Con esa decisión salió de aquella habitación hacia donde está aquel manantial miro a todos lados antes de soltar su larga cabellera blanca, se quito su cinturón donde descansaban sus cuchillos para luego quitarse la banda que caracterizaba a su clan al traer su escudo  siguiéndole su blusa dejado que sus pechos los cubriera si cabello, se sentó en una roca mientras se deshacía de sus botas y sus calcetines para luego pararse dejando caer su pantalón junto con sus bragas

Camino acortando la distancia que le quedaba hacia el manantial introduciéndose, el agua cubrió todo casi todo su cuerpo, sumergió por completo su cuerpo para luego salir como una sirena, pero incluso más magnifica y majestuosa que ellas. Se relajó disfrutando de la sensación que dejaba el agua en su piel, tomo su cabellera para exprimirla

Dio un pequeño salto al sentir unas manos posarse en su cadera antes de sentir un fuerte pecho pegado a su espalda

—Es indecente no llevar corsé —escuchó esa voz que le hizo erizar y más aún al sentir su brazo envolver su cintura —, y mucho más indecente no llevar camisón

Perséfone no podía emitir palabra alguna sentía como si se hubiera llevado su voz, al rozar su barbilla en el hueco de su cuello

—Me encanta estarse junto a ti

Con esas palabras ella se dio la vuelta para estar frente de él antes de unir sus labios con los suyos en un arrebatador beso lleno de pasión y amor. Ella enredó sus brazos y sus piernas entorno a él antes de sentir como entraba en ella de una estocada arrancándole gemidos de satisfacción, él siguió moviendo su cadera hundiéndose en ella mientras ella le arañaba la espalda

—Te amo Reluminium…

Perséfone respiró con dificultad mientras se recarga en aquella roca, salió de aquel manantial rápidamente colocándose su ropa para ir hacia aquella habitación donde el causante de que su mente no estuviera en paz se encontraba acostado, pero no estaba solo

—¿Qué haces aquí? —sus ojos se volvieron azules mientras su voz se volvía distorsionada —, no te dije que te fueras de aquí

Perséfone sintió como sus manos empezaban a calentarse por la ira

—Yo la he mandado a llamar —dijo una voz a sus espaldas 



 




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