Capítulo 5

Sinb se encontraba junto a Eunseo en una mesa al aire libre de la universidad. Era la quinta semana y por suerte, ya habían pasado los parciales.

—Y entonces la profesora dijo que teníamos que hacer un ensayo de veinte hojas escritas a mano donde señalemos... —Aunque dijéramos que sí, era un no rotundo. Eunseo hablaba animadamente, pero Sinb no le prestaba ni la mínima atención.

Sinb tenía muchas cosas que pensar. Decir que no había regresado a aquella cafetería era mentira. Lo había hecho tan solo para encontrarse de nuevo con aquella pareja.

Cosa que nunca sucedió. Ya había pasado un tiempo y no encontraba ni siquiera una pista de donde se encontraban. Ellas conocían a Yerin, y esa era su meta.

Saber quién es Yerin y porqué odiaban tanto a Sinb.

—Y Hoseok me dijo que se había acostado con dos mujeres la semana pasada.

—Sí, sí.

—Sinb. —Eunseo pasó una mano frente a su rostro. — ¿Me estás escuchando? Te acabo de decir que tu novio te engañó y no has hecho ningún escándalo.

—No, es que realmente... Espera. ¡¿Que Hoseok hizo qué?! —Sinb se levantó de su lugar con destino a buscar a su novio por explicaciones. Siendo detenida por Eunseo antes que pudiera dar un paso.

—Lo decía de broma. Solo quería saber si estabas tan atenta como decías.

—Estaba a punto de dar el mayor escándalo de mi vida.

—Lo siento, lo siento. —Eunseo levantó sus manos en señal de que había perdido. —No fue mi intención.

—Igual, no me gustan esas bromitas tuyas, ya que... —Sinb se detuvo al hablar, a unos metros se encontraba la pelinegra de la cafetería. Ahora no podía perder la oportunidad de encontrar respuestas. —Lo siento, Eunseo. ¿Te parece si hablamos después?

—Sí, no hay problema. —Eunseo extrañada por la actitud de Sinb la vio salir con prisa hacia algún lugar del campus. Ya en un algún momento la buscaría por respuestas, tenía otros planes para aquella tarde.

Sinb por su lado fue caminando con rapidez a dónde estaba aquella joven. No quería perderla de vista hasta al menos llegar a una distancia prudente de ella.

Bajó la velocidad de su andar al llegar más cerca de Eunha.

— ¡Oye! ¡Oye! —Eunha giró hasta notar quién era la responsable de esos llamados y al saber quién era, se dispuso a caminar más rápido. No quería hablar con Sinb.

Sinb corrió detrás de Eunha, no importándole las personas que la miraban de manera extraña.

Llego a su lado y la tomó del brazo. Eunha trato de forzar el agarre pero no lo logró. Sinb simplemente comenzó a caminar a un lugar más callado para poder hablar.

— ¡Suéltame! ¡Te acusare con tu decano!

Sinb hacía caso omiso a los forcejeos de Eunha por salir. Cuando por fin llegaron detrás del edificio de la facultad de psicología es que pudo suavizar su agarre pero no soltarla del todo.

—Necesitamos hablar, por favor.

—Yo no tengo nada de qué hablar contigo. Sojung debe de estar buscándome. Si se entera de esto te va a matar.

—No le tengo miedo. —Realmente si le tenía miedo a la alta. —Quiero saber de Yerin.

—Encima de que por tu culpa se fue a prisión, ¿la buscas? Qué hipócrita. —Eunha seguía forcejeando para salir corriendo.

— ¿Prisión? —Sinb al escuchar eso simplemente soltó a Eunha. Sentándose en el pasto cubriendo su rostro con sus manos. No podía creerlo.

Eunha en vez de irse se la quedó observando. ¿Acaso no sabía que Yerin había ido a prisión por ella? No tenía sentido.

— ¿No lo sabías? —Preguntó Eunha.

—No. Ni siquiera sé quién es, sé que existe eso sí.

—Espera, espera. ¿No sabes quién es?

—No.

—Sinb. —Eunha se sentó a su lado. —Yerin y tú fueron novias. ¿Lo recuerdas?

— ¿Novias? ¿Qué? —Sinb ahora no entendía nada. —Yo no soy lesbiana, soy heterosexual. Tengo novio.

— ¿Entonces porque la buscas tanto? ¿Cómo sabes de su existencia si ni siquiera sabes quién es? 

—Sueños. Siempre sueño con ella. Todo este tiempo siempre pensé que ella solo era un producto de mi imaginación.

— ¿Enserio no la recuerdas? —Sinb negó. — ¿Has sufrido algún golpe? ¿Amnesia?

—No, jamás me he golpeado o he tenido un accidente.

—Que raro. No tiene sentido. —Eunha frotaba su mentón buscando alguna respuesta a la situación.

— ¿Es por eso que me odian? ¿Por qué Yerin fue a prisión?

—Sí. Yerin es mi hermana, ella y Sojung son mejores amigas.

—Oh bueno, supongo que es entendible ahora. Espera, ¿Éramos cuñadas?

—Sí. ¿Realmente no recuerdas nada?

—No. Se me hacen conocidos, pero solo por sueños.

—Y nunca has tenido un accidente o te has golpeado.

—Jamás.

— ¿Recuerdas algo cuando saliste de Corea?

—Recuerdo que mi mamá y yo tomamos un avión a Holanda.

— ¿Porqué?

—Fuimos a visitar a una prima de mi madre y de ahí nos vinimos a Estados Unidos, nunca pude regresar a Corea. Lo tome como una nueva oportunidad para crecer profesionalmente.

—Sinb, tu madre odia a Yerin.

— ¿La conoce?

—Ella hizo todo lo posible por separarlas, supongo que lo logró. Ya ni la recuerdas y no sabemos el motivo.

—Es muy raro. ¿Por qué odia mi mamá a Yerin?

—Porque las vio besándose en el hospital. Te prohibió verla pero tú salías a escondidas de casa para visitarla, escaparon juntas un mes después de su recuperación. Ahí paso lo que nos afectó a todos.

— ¿Qué pasó? —Sinb no podía creer todo lo que su madre había hecho, ahora eran demasiado cercanas. Era algo imposible verla de esa manera tan cruel.

—Mandó a llamar a policías, un departamento completo se movió buscándote. Las encontraron en Incheon.

— ¿Qué pasó después?

—Las dos estuvieron una noche en una central de policías. Jessica fue por ti, pero Yerin... —Eunha sentía un poco de lástima por todo lo que sufrió su hermana. —Ella era mayor de edad y tú una menor, la demandó por secuestro e inventó una tontería de intento de asesinato tan solo porque se desmayó al no encontrarte en casa. Todo un drama exagerado que terminó ganando. Los abogados de tu madre llevaron muchas pruebas falsas y nosotros no teníamos mucho de nada. Yerin fue sentenciada a siete años de prisión.