Capitulo 13: Trato hecho

No tengo de otra no tengo opciones mucho menos algún método de escape.

Mi vida siempre fue bastante aburrida e inservible pero como quiera extraño la poca tranquilidad que tuve en casa cuando no tenía que huir, no era yo en verdad, pero al menos mi vida no era escapar de todo y todos, mucho menos descubrir el por qué soy diferente a los demás si soy la falla o la salvación de la humanidad.

Decido hablarle y permanecer bastante serena, ya que él es como un monstruo que se alimenta del miedo y horror.

—Hecho— le contesto sin titubear y mirándolo seriamente a los ojos quizás si no me dejo intimidar por el las cosas vallan un poco más a mi favor.

No tengo nada más, no tengo más opciones y mucho menos dinero mi familia sí, pero eso ya es caso aparte y si fueran como yo si sintieran lo más mínimo por mi se que me ayudarían al menos eso e visto en las películas y una parte de mi quisiera viajar al tiempo y vivir lo que se vivía antes.

No sé sus motivos alocados o descabellados de ahora querer ayudarme en vez de entregarme.

Cueste lo que cueste descubriré todo, llegue a tal punto que estoy cansadísima de las mentiras.

El solo me observa hace lo mismo que cuando estuve con Damon analizarme hacerme sentir menos, pequeña y vulnerable.

Necesito ganar parte de su territorio, y de su confianza para así engañarlo más fácilmente. Si la chica del expediente tiene algo que ver con el estará completamente a mi favor ya que se información que me da un poco más de ventaja quizás o me instruye al menos un poco de lo que puede estar pasando. Lo malo es que comienzo a hacer muchas teorías inciertas e irrelevantes que puede que en algún momento me hagan salir perjudicada.

Tomar decisiones apresuradas siempre ha sido lo mío y casi siempre sale mal.

Todavía permanezco adentro de la casa observándolo por la ventana o lo que queda de ella.

Decido dirigirme a el de nuevo ya que es incómodo todo este silencio.

—Hecho, pero yo también tengo mis términos uno de ellos es nada de engaños, no intentes engañarme puedo ser tu perdición, aunque ahora no lo creas. —Le digo con autoridad y sin flaquear

Que no note mis nervios que no note nada, además no le mentí cuando me lo propongo puedo ser lo peor además no he olvidado lo que hizo.

—Como digas princesita, y lo mismo te aplica a ti o a poco quieres terminar como tu hermanita Camila— dice con una sonrisa burlona

Maldito, quiere herirme de una manera u otra que está mal en él le encanta ver el sufrimiento dolor o quizás el miedo. Nuevamente llega la Alex retadora me importa un pepino quien sea y lo que hizo, pero no me dejare amenazar además no tengo nada que perder.

—        La dejas en paz y que te quede claro de una buena vez que el día que pretendas hacerme daño yo no estaré tan vulnerable como ella lo estuvo. —

—Eso lo sé, aunque no creo que puedas hacer mucho solo mírate y mírame. —

—Rétame y veras— Sin miedo al éxito ando o mejor dicho sin miedo a la derrota

Quizás algún día pueda ganarle y no por ser más fuerte o más asesina ya que no lo soy si no por ser más inteligente y estar a un paso más que él o ellos.

Al parecer él me iba a responder, pero justo llega Damon y se queda en silencio.

Decido salir de la casa y acercarme a ellos.

Ya que

Y aquí va la sorpresita ya sabía o al menos ya imaginaba yo que de la nada no salieron sus ganas de ayudarme en vez de entregarme.

Damon no está solo, a su lado hay una chica cuyo nombre todavía no conozco, pero tengo la sensación de que la conozco o al menos la e visto y no se de donde o en que lugar quizás la vi o me la cruce.

—   Quien es ella y de donde viene   — Les digo todavía analizando el aspecto de la chica.

—Viene del internado o bueno de su escapada — dice Damon

El vigilante lo mira serio.

No debió decir eso al parecer.

— Hermanoooo— dice la chica con mucha emoción y se lanza a donde está el vigilante para abrazarlo

—Tu— le digo mirándola a los ojos ya se en donde la vi

No me basta con dos manipuladores asesinos e aquí la tercera.

Ella es la chica del expediente.