22 de Septiembre

1) El problema

Te conocía hasta la sombra; me aprendí tus debilidades, tus cualidades, tus defectos y a pesar de ello, estuve ahí. Te amé siendo una hoja de otoño, cayendo de aquel viejo árbol, te amé cuando te pusiste la máscara de la indiferencia que ni siquiera te quedaba, te amé al verte de pie en el marco de mi puerta sin haberte despedido de nuestro amor. Eres un huracán garabateando, un tsunami de emociones, un libro de letras incomprensibles. Yo en cambio, era esa que indagaba por una respuesta, la que veía tus heridas y las sanaba a besos. Nunca estuve lejos, nunca saliste de mi mente, nunca te fuiste. Aquí estaré esperando a que vuelvas después de tantas veces de haberte ido. He perdido la cuenta de las veces que me juraste, no dejarme. No sé cuánto tiempo tuve que extender mi ala para dejarte entrar a mi vida nuevamente junto con todo el equipaje que arrastrabas. Te vi retornar a mí como un individuo dependiente a mi figura, a mis sentimientos y a mis mañanas. ¿Por qué no aceptar que me amas?, no lo comprendo, sé que lo haces por alguna razón, pero no quiero estar lejos de ti. Pues, eso me lastima el doble. Escapemosno y abraza tus manos a las mías sin mirar atrás. Recuerda que jamás importaron los errores que cometimos, solo veíamos el amor que nos teníamos, porque de mi corazón no saliste y jamás saldrás, porque siempre nos hemos pertenecido. El problema no son los sueños, me gusta soñarte. El problema son los amaneceres, despertar y no tenerte, abrazar a la nada. Ese es el problema, soñar contigo y despertar sin ti.




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