La vida no es más que un momento, una película con un final determinado, no podemos distorsionarlo, mucho menos eludirlo.
Un día nos dormiremos y no nos despertaremos de ese trascendente sueño; no seremos como Julieta, no despertaremos a las 24h y tampoco morirá ningún Romeo por nosotras. Simple y llanamente despertaremos en otro sitio, en otra dimensión, en otro mundo.
No puedo saber con certeza si despertaremos en el cielo, o habrá algún otro mundo para las almas perdidas, solo presumo que para lo que sea que haya allá arriba, no resguardar esas almas, sería un gran desperdicio.
A ese sueño infinito, no lo llamo muerte, ya que estoy casi segura, que existe una segunda vida después de quedarnos dormidos.