Realmente analizo detalladamente lo que tiene valor en mi vida, aquello que cumple un papel importante en mí día a día. Son pocas las cosas que le dan un sentido, aunque hay momentos en los que pienso que no tengo ninguno, pero allí es donde me lo replanteo para así, no caer en el oscuro vacío.
Pues, una gran cantidad de personas no le ven la verdadera oportunidad de continuar vivos, el poder de sentir, el poder de vivir, de acumular momentos magníficos; hasta que llega el lapso en el cual personas se van quedando en el camino, pero es imposible entender la mente de todos y a veces la misma pide acabar con todo.
Lástima que la vida sea similar al recorrido de un tren.
Este tiene un comienzo, empieza hacer paradas, mientras suben personas, paradas tras paradas, varias de ellas se bajan a medida que va transcurriendo el tiempo, por el contrario, otras perduran por mucho más, nuevas personas ingresan al tren de la vida, pero como todo, este también tiene su final.