Mi primer beso

Cuando Taemin se animó a decírselo a Minho, éste sólo se rio pensando que era una broma. Pero la mirada de Taemin era otra.

“Nunca he dado mi primer beso”.

Estaban en la casa del mayor, y de un momento a otro, al menor de los dos se le ocurrió confesarle algo a Minho.

—¿Es en serio?—Minho intentó mantenerse serio.

Taemin asintió y él se lamió los labios.

—¿Quince años y nunca lo has dado?

—No te burles de mí—le reclamó.

—No lo hago—se llevó una mano a la cabeza atendiendo su picazón—¿Por qué me lo dices?

Taemin se puso notablemente nervioso. 
—Quiero besar a Victoria.

Minho estaba al tanto de la casi-relación que tenía con ella. Salían casi todos los días, y sabía que el menor planeaba confesarle a ella sus sentimientos.

Estaba celoso.

—¿Y qué quieres?—se cruzó de brazos mirando por la ventana.

—Ayúdame—sus ojos brillaban y su rostro estaba caliente por tener que pedirle esto a su amigo.

Regla °1 de las amistades: A los amigos se los ayuda cuando lo necesitan.

Taemin esperaba una reacción de Minho, pero los primeros tres segundos estuvo congelado.

Le dio un pequeño empujón mientras Minho miraba a la nada.

Finalmente salió de su trance e hizo una mueca.

Aún cuando su interior decía que no debía desaprovechar la oportunidad, él no quería dejarse llevar.

No sabía lo que era capaz de hacerle a Taemin, si lo hacía.

—No lo sé, ¿por qué no se lo pides a Jong Hyun?

Taemin lo miró horrorizado.

—¿A ese idiota? Ese idiota sólo tiene ojos para Kibum, no le tocaría un pelo a nadie que no sea a él. Además, prefiero que lo hagas tú... yo... confío mucho más en ti.

Regla °2 de las amistades: Los amigos confían uno en el otro.

Nuevamente se encendieron sus mejillas y Taemin se movió más cerca de Minho en su cama mientras Minho se alejó poniendo más excusas.

—¿Estás seguro? ¿No te parece un poco raro?

Taemin negó mientras acercaba su cara a la del mayor.

“Hazlo, ¿qué podría salir mal?”.

Todo.

—Taemin, espera-

No escuchó y pegó sus labios suaves a los del mayor. Siempre se preguntó cómo se sentiría dar el primer beso, claro que no se lo imaginaba de esta forma.

Minho no se movió. Taemin tampoco.

Quedaron así unos segundos hasta que el menor se acercó aún más. Quería que Minho le mostrara cómo se hacía, quería un beso real, no un simple pico.

En el fondo no le disgustaba. 

Minho apretó sus puños mientras se debatía en si debía o no responder.

Se separó por un segundo mientras mantenía sus ojos cerrados.

—Minho, enséñame.

¿Por qué me haces esto?

Minho lo besó nuevamente mientras llevaba una mano a su mentón y lo subía acomodándolo a su antojo.

Taemin gimió en su boca.

Siguieron los roces, lentos pero potentes mientras el menor tomaba nota de todo. 
Cuando quiso meter su lengua, Taemin lo frenó.

—Minho...

Tenía una expresión irresistible, además de que estaba colorado, nervioso y excitado. Minho quería empujar su lengua dentro de él nuevamente. Y así lo hizo.

Mientras arrastraba a Taemin encima suyo, dejándolo con una pierna a cada lado.

Metió su lengua en su boca y la pasó por todos sitios, mientras él simplemente mantenía la boca abierta, captando lo que debía hacer. Pero no estaba seguro de si él podría hacer eso.

Se separaron y Minho comenzó a hablar.

—¿Y?—su pecho subía y bajaba mientras sentía cómo su bulto se clavaba entre las piernas de Taemin.

El menor le dio una mirada desentendida mientras se lamía la saliva que le caía de un costado.

—¿Entendiste?

Taemin bajó su mirada al pecho agitado de Minho y llevó sus manos a sus bíceps.

—No.

Puto mentiroso.

—Supongo que debo hacerlo de nuevo.

Taemin asintió.

Lo hizo de nuevo mientras Taemin finamente empezaba a responder como debía, lo que hizo confundir a Minho, ¿había entendido sí o no?

Qué importa...

No quería despegarse de él, pero se vio obligado a hacerlo cuando Taemin comenzó a gemir nuevamente en su boca.

—¿Y ahora?—miró atentamente la manzana de Adán de Taemin tragar saliva mientras respiraba dificultosamente. Minho se lamió los labios mientras intentaba no aprovecharse de él.

—Sigo sin entender.

Taemin pegó su boca al chico que tenía debajo de él. Intentaba seguir su ritmo, pero se le dificultaba a cada momento.

Esa sensación le gustaba.

No besar, ser besado.

—Tae—Minho apretó sus nalgas y Taemin gimió de sorpresa mientras le mordía el labio.

—¿Sí?—finalmente abrió los ojos.

—Debes irte.

Taemin miró el reloj.

Bueno, tenía razón. Eran las doce de la noche, su madre lo mataría en cuanto llegara.

—Bien.

Y se fue. Sin más.

Al salir llevó sus dedos a los labios ahora hinchados que le había dejado su amigo.

Sí que sabía besar, carajo. 

***

—¿Cómo te fue?—le dio un mordisco a su sándwich mientras Taemin bebía de su refresco como si nada.

Arrojó el refresco violentamente hacia el cesto más cercano.

Ahí tenía la respuesta.

—¿Por qué te rechazó?

—Le gusta otra persona.

—Qué lástima, lo siento.

Taemin apoyó su cabeza en el hombro de Minho. Estaban en tiempo libre, la profesora Hwang había faltado y tenían una hora libre. Los demás se habían quedado durmiendo, comiendo o hasta bailando en el curso.

Ellos se habían ido a sentar en la escalera.

Minho lo miró de reojo. Desde el beso, su amigo estaba más toquetón con él. No podía mantener sus manos fuera de él, y él no estaba seguro de poder resistir por mucho tiempo.

—Minho—su melodiosa voz lo trajo de nuevo a la realidad.

—¿Qué?

Taemin miró a cada lado. 
—¿Puedes besarme de nuevo?