Taemin se tiró en la cama y se estiró ocupando la mayor parte. Minho se lo quedó viendo antes de comenzar a desvestirse hasta quedar en ropa interior. Mientras lo hacía, pudo sentir una mirada curiosa treparse en su cuerpo, la ignoró y corrió a Taemin de lugar, se tapó y suspiró.
La noche iba a ser larga.
***
Se despertó aproximadamente a las tres de la mañana, con una sensación cálida en su zona baja. Después de frotarse los ojos varias veces, bajó la mirada y notó una erección sobresaliendo de su ropa interior.
Estaba excitado, probablemente había tenido un sueño erótico, del cual no recordaba nada.
Bufó. Miró a su costado y admiró al menor dormido de una forma desprolija y… sensual. Su short se le había bajado, dejando ver una gran parte de su trasero, ¿el desgraciado no llevaba ropa interior o Minho necesitaba lentes urgentemente? Su camiseta estaba doblada mostrando una parte de su abdomen, sus labios entreabiertos, y su cabello rosa desaliñado sobre su rostro.
Sintió cómo su excitación se incrementaba con cada segundo que seguía mirándolo. Dudoso, lentamente descendió una de sus manos y la rozó contra su glande, jadeó bajo, siendo cuidadoso de no despertar al menor.
Desesperada pero silenciosamente, se pajeó observando a Taemin. Subió y bajó su mano por su extensión mientras lo recorría con la mirada, desde su rostro hasta su trasero.
Soltó unos sonidos graves en voz baja y el menor se removió, él lo notó y fue más cuidadoso, pero sólo pudo contenerse unos segundos más.
Cuando se vino, se acercó al rostro del menor para verificar que estuviera dormido y llevó a cabo sus pervertidas intenciones. Acarició la nalga descubierta del menor mientras vigilaba su rostro. Logró bajarle más el short y se incorporó más cerca de su compañero. Manoseó disfrutando de su piel suave y tersa a la vez que frotaba su pene en la parte trasera de sus piernas.
Se estaba aprovechando de la vulnerabilidad de Taemin, pero simplemente no podía resistirse, el chico era atractivamente tentador, con o sin ropa.
Metió sus manos bajo la camiseta y ascendió hacia sus tetillas, lengüeteó su nuca de arriba a abajo provocando nuevos movimientos de parte de Taemin. Cuando finalmente despertó, pudo sentir un cuerpo pegado encima del suyo, la brisa en su trasero le hizo darse cuenta de que éste estaba al aire, mientras algo duro se frotaba contra él. Intentó hablar, pero lo máximo que salió fue un silencioso gemido.
Si bien Minho lo escuchó, le fue difícil reaccionar ante él, sólo siguió probando su cuello, el cual Taemin giraba dándole un mejor acceso. Avanzó con sus manos sobre todo su pecho acariciando al chico de cabello rosa.
—¿Por qué?—Taemin finalmente habló, pero no sonó como una queja, ni como un reclamo, fue una pregunta curiosa. A él le gustó la situación en la que se encontró al despertarse, no la esperaba, pero sí la deseaba. Desde que lo conoció se sentía atraído hacia él.
El morocho no respondió pronto, pero cuando lo hizo, Taemin quedó satisfecho con su respuesta—Porque así lo deseo.
Un pensamiento de dominación y sumisión recorrió la mente del menor y lo sintió bastante placentero. Fue el mismo Taemin el que se acomodó en cuatro y separó sus piernas y sus nalgas para que Minho lo tocara. Éste no perdió la oportunidad y antes de meterlos, ensalivó los dos dedos. Los introdujo con dificultad en él y no esperó para moverlos, no tenía paciencia para aquello. Su amigo tampoco.
Los introducía y los quitaba despacio, los separó para estirar más su agujero mientras tanteaba con la punta de su glande los cachetes de Taemin.
—¿Vas a colocarlo dentro o tengo que obligarte?—desesperado.
Minho aguantó la risa por la respuesta que se le había ocurrido.
—Lo haré “Rosita”, relájate—una vez logró escuchar el sobrenombre con el que lo molestaban sus amigos y no pudo evitar llamarlo por él.
Taemin ardió, y no de vergüenza.
—¡Oh, vete a la mier—Minho lo interrumpió con una risa antes de meter su polla en él. El rostro de Taemin se ruborizó al analizar la situación.
“Tengo a Minho dentro mío~”.
Hasta en su mente estaba gimiendo, así de mal lo tenía el mayor.
—Deja de apretarme, hijo de tu-
—No-No estoy… es involuntario—le costaba hablar, y antes de hacerlo debía pensar claramente lo que iba a decir, o de seguro se equivocaría tontamente.
Minho observó sus brazos temblando y lo sujetó de la cadera para que no hiciera tanto esfuerzo sosteniéndose él mismo. Esperó a que se calmara y lo retiró para volver a enterrarse en él. Admiró cómo su pene era absorbido por la abertura de Taemin, quien aún le costaba mantener y regular su respiración. Profanó sus labios, y cada vez que pretendía separarse, Taemin lo mordía atrayéndolo y obligándolo a continuar el beso; aclaremos que él no se resistió, todo lo contrario. Gracias a esto, el feroz intercambio de saliva duró unos tres minutos, mientras aún se empujaba dentro y fuera de él.
Taemin separó más sus piernas y Minho logró empujarse aún más dentro suyo.
—Qué deleite.
—Ming~ —Taemin resolló mientras era atravesado por una corriente caliente descendiendo por su espalda.
¿Qué pasaría después de esto? ¿Esto podría poner en peligro su amistad? ¿O simplemente actuarían como si nada? El chico de cabello rosa gimió siendo embestido contra la cama, mientras el morocho lo dominaba desde la cintura hacia abajo. Además de tener un gran control, no sólo sobre su boca, sino también sobre su mente.
Y eso lo demostró girando con cierta necesidad su cuello, logrando devorar sus labios con más ímpetu que antes. Su parte trasera comenzó a acalorarse advirtiendo la llegada de su orgasmo, Minho sintió llegar el suyo un instante después.
El mayor llegó al clímax arrastrando consigo a Taemin, quien luego de sufrir el líquido caliente del mayor, se cayó sobre el colchón y con el correr de los minutos se durmió como un bebé.
Editado: 25.07.2020