Tres Principes, un Castillo

Capítulo 3: Bosque Rose

Blake

 

Otro día así y creo que mi cabeza explotara, mi hermano mayor, Kyle, no hace otra cosa que discutir y discutir, no le basta con todos los problemas que tenemos como para agregarle otro más a la lista.

 

—Jenn... prepárame un té para este dolor de cabeza, ¿está bien? Sin tanta azúcar. —Dije mientras masajeo mi cien, en verdad que esto es muy molesto.

 

—Está bien Príncipe Blake. —Hizo una reverencia y se marchó de mi habitación, hace un rato que mi hermano salió de aquí hecho furia tan solo porque libere a una chica de su harem, no piensen mal, esto no sucedería si las chicas no fueran tan tontas, nadie en su sano juicio quisiera estar con Kyle, es soberbio, resta decir que mandón y testarudo.

 

Me acerco al balcón sentándome en el pasamanos y tan solo admiro a los conejos, gatos, palomas y otros animales reír, si, no son animales normales, son todas chicas, chicas humanas del Bosque Rose, hace mucho tiempo que están aquí, no porque queramos mantenerlas aquí, simplemente porque si salen del castillo o de la barrera que cubre todo el pueblo del Valle Rosaline, pueden morir o los humanos pueden confundirlas con animales salvajes y matarlas, es casi lo mismo, yo hace mucho que no tengo ninguna chica bajo mi cuidado, simplemente porque son problemáticas y porque no necesito a ninguna de ellas, aunque mi hermano se empeña en que debo ayudarle y cuando lo hago ¿Qué gano? Estos dolores de cabeza.

 

—Aquí está su té sin mucha azúcar para el dolor de cabeza, príncipe Blake. —Jenn deja la bandeja en la mesa que está en el balcón a mi lado y luego se marcha, no sin antes hacer una reverencia.

 

Tomo de aquella taza de té, justo en su punto de calor (ni tan caliente, ni tan frio), sigo admirando la vista viendo a mi hermano menor, Cane, cuidar de los rosales, desde niño siempre le gusto hacerlo, no hasta que los humanos llegaron y se adueñaron de todo el reino, y con apoyo de los aldeanos, nuestros padres (el rey y la reina), crearon esta barrera entre los humanos y nuestro mundo, pero luego de un par de años, logramos descubrir que la barrera tenia fallas cuando había luna llena, atrayendo a humanos a nuestro "seguro" Valle, pero la atmosfera es muy diferente a la de ellos haciendo que pocos sobrevivan unas vez dentro de esta, pero, las pocas chicas que lograron entrar hipnotizadas por el dulce olor a rosas y menta, las hemos traído aquí y con el paso del tiempo sobreviven y otras cruzan la barrera con añoranza de ver a sus familiares con sus formas de animales, pero estos las asesinan ¿Cómo lo sé? Pues yo mismo los he visto hacerlo.

 

—... —Miro a la segunda favorita de mi hermano mayor transformarse en humana y colocarse sus zapatillas mientras camina, es una loba de pelaje negro, es una de las mejores transformaciones de Kyle, la chica de llama Melt, tiene veintidós años, tiene ojos rasgados, cabello castaño claro, piel pálida y mide uno setenta centímetros, ¿Cómo que es la segunda favorita de Kyle? Pues, Melt está muy enamorada de él, pero a pesar de eso, ella tiene que aguantarse ahora a nueve chicas más que luchan por ser la esposa de Kyle, a pesar de ser mitad humanas mitad animales, aunque también tienen a una fuerte rival, la princesa Clara, Kyle aún no quiere casarse, ¿miedoso? ¿Dónde?

 

Pero la verdad es que ninguno de nosotros queremos casarnos y menos Cane, que si esta perdidamente enamorado de Nath, un pequeño y esponjoso conejo blanco que me encantaría tener como cuñada, ella es muy bajita de estatura y pelirroja.

 

Deje la taza vacía y salí de mi cuarto directo al piso principal, Melt tan solo hizo una leve reverencia y siguió con su camino en dirección al despacho de Kyle, camine detrás de ella y mire que en su mano traía una objeto, ¡oh no! Mi hermano estaba buscando su nuevo experimento.

 

—Estas lastimada... —Dije al mirarle algunos golpes en su brazo, ella tan solo me miro fría, algo típico, pero no me tome las molestias de seguir preguntando y la tome de la mano haciendo que se detuviera, pase mi mano libre por sus heridas emitiendo una luz blanca, ella se quejó y eso me hizo sonreír, a pesar de mostrarse fría, era débil, con un bajo "gracias" se soltó bruscamente de mi agarre y entro al despacho, me dio tiempo a examinar lo que traía y pues, según estaba enterado por mis escapes al mundo humano, ese objeto era una gorra, extraño nombre, además de que en él estaba escrito "Boy" que del inglés al español era "chico", ¿mi hermano estaba en busca de un chico? No dudo de su orientación sexual, pero sí de su mente científica, podía ser muy loco muchas veces, hasta saltarse los limites.

 

Me quede a escuchar detrás de la puerta.

 

— ¿Qué me trajiste? —Escuche el tono rudo de voz de Kyle.

—Encontré a la chica, virgen, iba junto a esos Gray. —Mi ceño se frunció, esos Gray no eran nada buenos, incluso recordaba perfectamente a esa familia, su hija está aquí, Grace Gray.

 

— ¿y?

—Se llama Michelle, es rubia. —

 

Oh, así que una chica...




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