Una vez que la actualización en su servidor terminó, fue que ella por fin despertó.
Cuando abrió los ojos pudo observar que seguía en el mismo laboratorio en donde la habían creado, solo que… Esta vez no se veía como lo recordaba.
Miró a su alrededor recordando cómo aquel laboratorio limpio, iluminado y ordenado ahora era una habitación oscura y sucia, repleta de plantas, ramas secas e incluso habían insectos por todas ellas. La chica se giró a las otras cápsulas de restauración donde esperaba ver a sus demás compañeros, pero estas cápsulas se encontraban vacías, apagadas y destruidas a excepción de la suya que se encontraba intacta y en buen funcionamiento.
Sin más, decidió abrir las puertas de aquella cápsula que la salvaguardaba y salió con cautela.
Notó que seguía vestida igual que la última vez en la que estuvo consiente; unos pantalones negros que pertenecía a su uniforme, unos botines del mismo color y una nueva camisa blanca, esa por supuesto se la habían cambiado ya que la anterior que tuvo se encontraba manchada por una herida que le habían ocasionado en aquel tiempo y ahora estaba cicatrizada gracias a la cápsula.
Salió del laboratorio aun con la guardia en alto, prestando atención a cualquier tipo de movimiento hasta que llegó al pasillo que daba a las demás salas. La chica observó por el vidrio que transparentaba lo que había afuera de este.
El edificio en donde se encontraba era de 50 pisos.
No fue tan difícil ubicarse en el lugar, ella solía conocer cada rincón del sitio, desde sus puntos débiles hasta las habitaciones secretas y es por eso que se dirigió a una de ellas.
Estas solían estar por debajo del edificio y la única manera de llegar era por las escaleras y a travesar un largo pasillo.
Una vez que llegó, el ambiente cambio por completo, se notaba que nadie había entrado ahí ni por equivocación y bueno tenía lógica, para poder acceder a cualquiera de las habitaciones pide varias claves de acceso.
Al entrar vio que la habitación estaba completamente limpia, sin plantas, sin insectos, todo se veía con normalidad, se dirigió hasta el armario encontrando su vieja chaqueta la cual se puso junto con la funda de arma que había encontrado y colocársela en su cintura.
Giró la cabeza cuando por el rabillo del ojo notó una luz parpadeante y fue cuando encontró el panel de control, era una habitación de seguridad así que por lo tanto aquel panel monitoreaba todo por las cámaras, cada rincón, cada lugar y por la otra pantalla estaba el panel de acceso que sin pensarlo la chica lo encendió.
—Bienvenido a Industrias Luxcorp, para acceder se solicita que por favor diga su clave de acceso.
Se hizo escuchar una voz robótica desde la pantalla.
—Ad modelo 2042, capitana del escuadrón Alpha, nombre Artemisa.
En cuanto terminó de hablar la chica la pantalla se desbloqueó al instante, presentándole un archivo en específico.
Artemisa no entendía nada, no sabía en donde estaban todos, no sabía que había sucedido, hasta que la pantalla comenzó a reproducir algo.
—Expediente A, recuperado 2024 a 3028.
Se comenzaron a pasar pequeñas partes de videos de lo que había pasado a lo largo de los años mencionados, algunas cosas que Artemis ya sabía o había vívido: el virus, la guerra, sobrevivientes…
La mayoría de las cosas las recordaba, hasta que quedó inmóvil al ver los videos de como sus compañeros se habían puesto en contra de los humanos.
Ella trataba de entender ¿Qué era lo que había pasado?
Mientras de eso siguió observando los videos de como su especie masacraba a todos los que en algún momento juraron proteger.
Estuvo atenta a cada uno de los videos hasta que este se detuvo.
—Capitana, que bueno volver a saber de usted…
Artemisa miró con extrañeza la pantalla al ver a Harrison Allen quien había sido su creador.
—Me hubiera encantado darle la bienvenida una vez más, es una lástima que le informe esto por medio de una grabación, pero no me queda más remedio —antes de todo, Artemisa comenzó a notar algo, y es que a su espalda del científico el laboratorio estaba vacío, cosa que era muy inusual—, como pudo haber notado, sus compañeros se pusieron en nuestra contra.
»Hace unos días desactivaron su chip de rastreo y huyeron, quizá fueron a esconderse, planean atacarnos, un sinfín de cosas podrían avecinarse…
»Artemisa, tú eres la única que queda, nadie sabe que sigues aquí y ni lo sabrán, no dejaré que intenten destruirte o de si quiera tocarte, eres mi mejor creación y es por eso que sé y confío en que tú vas a poder arreglar todo esto.
»Te diría que nos volveremos a ver, pero no me gustaría prometer algo que no será así, me iré del laboratorio, me iré lejos, y sé que moriré, lo sé porque programe esta grabación para que se reprodujera en el caso de que se registrara que mi corazón dejo de latir.
»Me despido de usted capitana, y le deseo lo mejor para el camino, hasta pronto.
Editado: 22.04.2024