Capítulo 5: Intervención

Al día siguiente, era lunes y, por ende, había escuela, sin embargo, Nozomi se había quedado dormida. 

Nozomi despertó lentamente al tener la luz del sol en toda la habitación. 

—¡Ah! —Se estira—. Dormí muy bien ¿Qué hora es? —Mira su despertador—. ¡7:40! ¡Llegare tarde! —se apresura y se levanta de la cama. 

Nozomi corrió al baño alterada a alistarse. Logro salir de su casa a las ocho, pero aún tenía que llegar a la escuela así que corrió lo más que pudo. 

—¿Cómo pude quedarme dormida? Mama no se encontraba en casa… Así que por eso no me despertó, pero ¿Cómo llegue a mi cuarto en primer lugar? Ichiro debió traerme cuando me quede dormida ¡Ah! ¡Me meteré en problemas si no alcanzo a llegar! —pensaba la joven Nozomi irritada. 

Finalmente, Nozomi logra llegar a la escuela e interrumpe la clase apenadamente. 

—¡Lo siento! ¡Lo siento! Se me hizo tarde —hace reverencias constantemente avergonzada. 

—Ya me di cuenta, señorita Hoshino —comento el maestro disgustado. 

Nozomi no respondió y permaneció con su reverencia un tiempo. 

—Solo lo permitiré esta vez. Puede pasar. 

Nozomi alzo la vista y asintió, adentrándose al aula. 

—¿Con quién estuviste anoche que no te soltó hasta esta mañana? —pregunto Aiko para molestarla. 

Nozomi solo la miro con desprecio y ambas continuaron con la clase. 

Nozomi tuvo que estar más que atenta a la clase para evitar cualquier llamada de atención del profesor. Cuando menos lo espero, la campana sonó y ella suspira. 

—¡Ah! ¡Eso fue demasiado! —comento Nozomi estresada. 

—Luego nos preguntas sobre porque odiamos la escuela —comento Yuji. 

—Pero a mí me gusta, aunque sufra cuando no entiendo —admite. 

—Eso te hace una masoquista, Nozomi—san —dijo Yuu. 

Nozomi hace un puchero por su comentario. En ese momento, ella se da cuenta de que falta algo. 

—¿Dónde está Ichiro—kun? —pregunto mientras miraba para todos lados. 

—Salió hace rato —contesto Yuu con desinterés. 

—Creo que dijo que iría al patio de atrás —agrego Yuji. 

—Iré con él, nos vemos en la cafetería —indico y salió rápidamente. 

Yuji la miro salir del aula confundida. 

—Esto es muy extraño. 

—¿Qué cosa? ¿La ingenuidad de Nozomi—san? O ¿El amor de Ichiro—kun hacia ella? —dijo Yuu. 

—¿Eh? —Yuji lo mira confundida—. ¿De qué hablas? 

—Parecer ser que Nozomi—san no es la única que no se ha dado cuenta —sale del aula rumbo a la cafetería. 

—¿A—Amor? —se cuestionó Yuji. 

Nozomi salió para buscar a Ichiro, el cual encuentra rápidamente. 

—¡Ichiro—kun! —se acerca—. ¿Qué haces aquí?  

Ichiro se gira a verla con una cara seria. Nozomi se sorprende al verlo así. 

—¿Ichiro...—kun? 

Estuvo con la mirada fija en ella y entrecerró los ojos lentamente, hasta que finalmente estornuda. 

—¡Ah! Ichiro—kun, me asustaste —lo golpea en el brazo. 

Ichiro se limpia sus fosas nasales. 

—¿Por qué? Si no me concentraba se me iba a escapar y se siente horrible cuando pasa eso —protesto. 

Nozomi hace un puchero e Ichiro sonríe. 

—¿Qué estás haciendo aquí? —cuestiono Nozomi. 

—Oh, es que necesitaba un lugar privado —contesto. 

—¿Un lugar privado? —pregunto Nozomi de vuelta. 

—Sí, para darte esto —le muestra la caja. 

—¡Oh! Tu regalo —lo toma entusiasmada. 

—Lo dejaste anoche junto al árbol, así que lo recogí —sonríe. 

—Muchas gracias, y lamento haberme quedado dormida —contesta apenada. 

—No pasa nada, debiste estar muy cansada del trabajo —dice comprensivo. 

Nozomi ríe agradecida. 

—¿Me ayudas a ponerlo? —señala la caja. 

—Sera un placer —lo saca y se pone detrás de ella para colocárselo. 

Nozomi lo admira y sus ojos brillan. 

—Me encanta —lo mira con ternura. 

—No es nada —se acerca a ella y le besa la frente—. Te mereces eso y más. 

Nozomi se sorprendió por su gesto. 

A lo lejos, se logra escuchar el sonido de una cámara, era Aiko y sus dos cómplices. 

—Ya los descubrimos —dijo ella con maldad—. Quiero que mañana este esto en toda la escuela —indica. 

—Como ordene —dijeron ambos en unísono y se van rápidamente. 

—Todo está saliendo según mi plan —comento Aiko mientras los miraba a escondidas. 

El resto del día transcurrió normal para nuestros protagonistas, todo se encontraba tranquilo, sin saber que al día siguiente todo se saldría de control. 

Nozomi llego a la escuela al día siguiente y se da cuenta de que todos la estaban mirando y susurrando cosas. 

No es hasta que se acerca a una de las vitrinas y logra ver la foto que tomo Aiko el día anterior. Nozomi la toma rápidamente. 

—P—Pero ¿Qué? 

—Vaya, vaya. Al parecer alguien estuvo muy activa con alguien —comento Aiko acercándose a ella. 

Nozomi le clava una mirada de furia. 

—¿Y a ti que te importa mi vida? 

—No lo estas negando —sonrió maliciosa. 

—¿De qué sirve negarlo si eso a ti no te importa? 

—¿Acaso no te importa? —protesta molesta. 

—No me afecta, no veo porque debe importarme —le resta importancia, suelta la foto y da media vuelta para alejarse de ella. 

—¿Y qué me dices de Endou—san? 

Nozomi se detiene. 

Aiko sonríe victoriosa. Nozomi se gira y la mira con odio. 

—No te metas con Ichiro—kun —sentencio. 

—¿Acaso significa algo más para ti? —pregunta para provocarla. 

—Eso a ti no te importa —se va del lugar al decir eso. 

—Ahora… Solo queda que el haga su parte —comenta victoriosa. 

—Esa tipa… Esa tipa está loca, ¡realmente me enfurece! —Pensaba Nozomi mientras caminaba por los pasillos de la escuela hasta que termina chocando con alguien—. ¿Eh? L—Lo siento… —alza la mirada. 

Era Yuu, el cual ríe levemente.