— Castaño, ¿viene solo este sujeto? — Pregunto y Lois contesta afirmativamente — niña… — susurro y ella pega su pequeña espalda a mi costado, el sujeto no se mueve, me mira directamente a los ojos y parece feliz.
— Yo… — hago un ruido con la boca, indicando que deje de hablar y muevo el arma en dirección al ojo.
— Nadie te dio permiso de hablar — digo con voz amenazante, el hombre sonríe — ahora lentamente vas a separar el rifle de tu cuerpo y lo pondrás a mis pies — él toma el rifle y apunta a mi izquierda, cerca de Daila y dispara — ¡NO! — el grito sale de mi garganta justo cuando la niña grita, vuelvo rápidamente la cabeza y veo a un zombi cerca a los pies de Daila. Miro al hombre que deja el rifle a mis pies, lo tomo y se lo paso a Lois que está blanco. Vuelvo a mirar al hombre — ¿Estás bien, niña? — pregunto preocupada, ella me abraza y siento como su cabeza sube y baja — ¿Quién eres? — le pregunto al hombre.
— Un amigo de Cole — dice y estira la mano — soy Dan — Niego con la cabeza y él exhala aire — Lo conociste el cinco de mayo, saliendo del colegio cuando él estaba llevando provisiones. — lo miro mal y él niega mirando al cielo — Estuviste en el centro comercial hace como casi dos semanas, escuchaste un disparo y luego se fue la luz, yo lo hice. Se acercaba un grupo de personas y quería sacarte de allí — lo miro de arriba a bajo. Que conozca información sobre mi y sobre Cole no me hace estar tranquila todo lo contrario, desconfío más.
— No te daré el rifle, no eres de confianza — él vuelve a exhalar aire. Estiro el brazo y Lois me da el rifle, paso la tira por mi hombro y empiezo a caminar
— Al menos un gracias por salvarte la vida, Sigrid, y también por salvar a tu amiguita — dice el hombre al final de todo . Lo ignoro y llego a un lugar cerca del centro comercial, lo suficientemente cerca de la construcción y lo suficientemente lejos de Toev, saco de mi mochila las latas, el plástico y las dos partes del panda, las pongo sobre pedazos de árboles y señalo un lugar un poco lejos. — ¿vas a enseñarle a disparar a una niña pequeña? — dice Dan casi riendo, me doy la vuelta y pongo mi arma sobre su pecho.
—No hagas comentarios si no quieres que una bala justo aquí — presionó mi arma y él asiente con sonrisa burlona, me doy la vuelta — bueno, es apuntar y tener el arma lo suficientemente firme, miren aquí. — los dos me miran — Como son principiantes tomen el arma con las dos manos, de esta manera, tomenla con fuerza y apunten bien, no acerquen el arma levantada a ninguno de nosotros… Excepto al invitado que no queremos — me muevo y lo apunto — pero no lo hagan, aún no sabemos qué quiere — me acerco a cada uno y les entrego un arma, me alejo — pueden empezar, no gasten muchas balas. Solo tres tiros, si no funciona lo haremos otro día. — ellos disparan tranquilamente y yo miro a Dan.
— Yo tampoco quiero estar contigo, pero hice una promesa — me dice — hoy es un día importante para tu campamento y es mejor asegurarme de que estarás a salvo, aunque sea solo por hoy — los ruidos de disparos se detienen y cada uno llega a mi lado entregándome las pistolas, las guardo y me acerco a los objetos.
— ¡Ni uno! — Grito y ellos bajan la cabeza — no pasa nada, a todos nos pasa — ellos asienten, comienzo a caminar y me siguen.
— Sigrid, — Dan susurra — dame mi rifle — Niego con la cabeza — Sigrid — sigue susurrando, miro atrás, él me señala un lugar. Sigo su dedo y me encuentro con diez o más zombies caminando hacia el lugar donde dispararon, Dan mueve su mano y yo niego, miro a Daila.
— Vamos a correr — Daila y Lois asienten, pero Dan pone los ojos en blanco. Empiezo a correr, todos me siguen, entramos en el centro comercial y Dan cierra la puerta pequeña por la cual entramos. — Nos vamos a quedar aquí y tú no vas a tener tu rifle — les digo y empezamos a caminar por el centro comercial.
— Volvamos a Toev — dice Daila y yo niego.
— Aún no — vuelvo a abrir el diario pero esta vez por el final, está en blanco, paso las hojas hasta el último rastro de tinta “fue horrible” leo y voy al principio de esta parte.
“Estaba corriendo por el bosque en busca de Sigrid. Desde que aprendió a caminar es un problema, porque se va. Un hombre apareció delante mío, le pregunté por mi hija y él dijo que había visto a una niña. Lo seguí, me llevó a un lugar lejos de nuestro campamento y me inmovilizo en el piso.
Empezó a besar mi cuerpo, me resistí pero solo recibí golpes, rasgó mi ropa, grité, recibí otro golpe, luego solo senti dolor y escuché sus sonidos de placer, grité, lloré y después se desplomó sobre mi, apagando mis gritos y cubriendo mi ropa desgarrada. Ned apareció en mi campo de visión, pero ya era tarde, lloré, él lloró y Sigrid me miraba como si no hubiera sido su culpa… fue horrible…”.
Cierro el cuaderno, y limpio una lágrima que rueda por mi mejilla, salgo al balcón y veo humo. Humo en donde debe estar Toev. Entro al centro comercial.
— Nos vamos, algo pasa en Toev — digo y dos compañeros a los que estoy acostumbrada asienten.
— Oh no, no, no — dice Dan negando — si algo pasa en lo que llamas “toe” — Daila, Lois y yo decimos “Toev” a la vez — como sea. No vamos a ir. Nos quedaremos aquí y jamás volveremos — dice y sonríe de manera irónica.
— ELLA, ÉL Y YO— nos señalo — nos vamos, nadie te dice que vengas — salgo del centro comercial, sin mirar quien me sigue y quien no. Corro con todas mis fuerzas, guiandome por los recuerdos, ya que la oscuridad no me deja ver gran cosa y cuando estoy cerca de las rejas, veo luces rojas y naranjas. Una mano tira de mí y hace que me oculte detrás de un gran arbusto, miro de quien es la mano, a mi lado están Dan, Daila y Lois, mirando hacia Toev.
Está en llamas, hay personas caminando con fuego sobre ellos (imagino que son sombis), algunas casas están en llamas, se escuchan gritos, hay un sonido como de ronroneo.
Editado: 15.08.2019