— ¿Confías en Dan? — pregunta Lois entregándome un libro.
— Puede, no lo sé — miro el libro y niego con la cabeza — ya lo leí. Puede que confíe en él, nos ha ayudado pero no nos da muchas pistas, si me siento un poco más segura con él pero ¿y si nos mata cuando estemos durmiendo? — le digo y le entregó el libro
— Lee estos cuatro, tienen un final feo pero están bien, la historia es buena — le digo y él asiente, — yo llevaré este de “yo antes de ti”, estos dos de “los juegos del hambre” y “el Principito” para Daila — él asiente, me mira y abre los ojos, asustado.
La campanita de la librería suena y por su rostro sé que no son buenas noticias.
— ¡Nos están robando! — grita un hombre, yo respiro y me doy la vuelta, el hombre es gordo, tiene la cara sucia y lleva la un arma en la mano —¡Deja mi oro, duende! — grita y apunta dos cabezas a mi derecha, dispara — ¡NADIE ME ROBA Y SALE VIVO! — vuelve a gritar, un libro se cae de los brazos de Lois y el hombre centra la atención en mí — Una hada — susurra y se lleva la mano al pecho, empieza a bajar su mano mientras habla — siempre veo duendes, pero nunca hadas, las hadas son lindas y mujeres, hace mucho no he estado con una mujer, se mi mujer bella hada — dice y apunta a mi cabeza. Luego parece ver a Lois y su expresión cambia.— ¡ELLA ES MIA! — le grita a Lois y empieza a acercarse con el arma en alto. Lois esta paralizado. Tomo un libro grande se lo lanzo en la cabeza del hombre, encuentro la mano de Lois y lo arrastro hasta detras de una estanteria. — No te la vas a llevar — susurra el hombre. Lois me mira, busco en mi pantalon corto y solo encuentro un cuchillo, genial.
— Lo distraigo y sales — le digo a Lois.
— No, no… — no le presto atención y salgo del escondite.
— Hey — lo llamo y camina hasta a mí. Retrocedo lentamente mientras él camina. Miro a Lois por el rabillo del ojo, solo que él esta tan pendiente de lo que hago que no ve la pequeña estanteria que esta frente a él y esta acaba en el suelo. El tipo se gira y lo ve, empieza a caminar hacia Lois, yo voy detras del hombre. Él toma a Lois por la camisa y lo levanta un poco del suelo. Actuo rapido, saco el cuchillo y se lo entierro en el hombro, el hombre grita, se da la vuelta y me golpea.
— ¡Sigrid! — grita Lois mientras lucha contra el hombre. Vuelvo la cabeza para mirar que puedo utilizar cuando tras la puerta de vidrio veo a Dan, no hago ningún movimiento, solo miro al hombre obsesionado con los duendes, se escucha un segundo disparo y el hombre gordo cae al suelo sobre Lois. Exhalo el aire que estaba conteniendo, me levanto del suelo, desentierro el cuchillo y muevo el cuerpo del hombre para que Lois salga. Dan entra en la tienda
— ¿Están bien? — Pregunta, miro a Lois asentir y yo hago lo mismo — podría estar acompañado — dice y mira al hombre.
— Hablaba de duendes y hadas — le digo — creo que esta con los duendes y hadas, ¿debemos temer? — Pregunto fingiendo miedo.
— No eres graciosa — sale de la tienda — ¡DAILA ESTÁ SOLA ARRIBA! — grita y maldigo.
— Vamos — le digo a Lois y salimos de la librería corriendo. Llego primero que Lois y me encuentro con Daila en uno de los sillones durmiendo, dejo caer los libros y me dirijo a Dan — ¡¿cómo se te puede pasar por la cabeza dejar a una niña sola?! — le gritó en susurros — ¡alguien pudo entrar en la casa! — le digo levantando los brazos.
— ¡¿como se te puede pasar por la cabeza salir sin arma?! — me grita en susurros — ¡alguien podría matarte! — dice y yo saco mi cuchillo manchado de sangre de la parte trasera de mi short — ¡Oh, sí muy bien! — dice levantando la voz — CON UN CUCHILLO VAS A MATAR A MUCHA GENTE — grita y yo entierro el cuchillo en la mesa que hay a mi espalda.
— TE EQUIVOCAS — le digo levantando la voz — CON ESTE CUCHILLO NO VOY A MATAR A NADIE, PORQUE SOLSONA ESTÁ VACÍO APARTE DE NOSOTROS Y ¡DEL MUERTO QUE ESTÁ EN LA LIBRERÍA! — le grito y trato de sacar el cuchillo de la mesa.
— Fue mi culpa, lo siento — dice Lois, Dan y yo lo miramos.— ¿podrian dejar de discutir? —
— ¡NO! — gritamos al tiempo y Dan sonríe.
— Toev, ubicado en Castellar de la ribera cayó ayer en la noche — Dan levanta un dedo y escucha atentamente.
— ¿De dónde viene el sonido? — Pregunta Lois y yo sigo a la voz que se me hace un poco conocida. Llego a un mueble, parece un armario pequeño, abro las pequeñas puertas y dentro veo un aparato.
— Sí, no quedó nadie vivo — dice la voz.
— Humberto, ¿cuánto tardarán en llegar? — Pregunta una segunda voz y yo abro la boca al escuchar el nombre de Humberto.
— No mucho, hemos tenido unos problemas con lo camiones, pero algún auto abandonado nos servirá — dice la voz de Humberto
— ¡Bien, cambio y fuera! — dice la segunda voz
— Ese idiota juega como si esto fuera un wolkie-tokie — se escucha la voz de Humberto un poco distorsionada y luego, el aparato emite un sonido raro y queda en silencio.
— Dan ¿qué es esto? — Pregunto sin quitar la vista del aparato.
Editado: 15.08.2019