Capítulo 09

Narrador omnisciente 

Mientras va saliendo del café y agarra el camino mas corto a su casa, por la mente de Valentina pasan un sin fin de cosas, como: Estaba siendo amenazada múltiples veces, cada semana era un dolor distinto en su cuerpo, hasta el momento solo han sido su cuello y su cara, y le preocupa que pronto fuera alguna mano o un pie. Pero aparta esos pensamientos para no debilitarse al estar frente a los locos. El valor que la mujer de 22 años lleva en la sangre para seguir en ese lugar después de las amenazas de los hermanos, de su familia. Es algo que no cualquiera tiene. Y a pesar del miedo que poco a poco crece dentro de ella, no mira atrás, pasó por muchas cosas en su niñez como para abandonar un sueño que tanto le costó cumplir.

John esta molesto, con su familia, consigo mismo. Mientras espera que Valentina salga del café para interceptarla en el camino, piensa en todo lo que ha pasado. Para el, y como el resto de los niños, su madre era una santa a la que deben respetar. Hacía noches, la familia estaba sentada en la sala y ella llegó a informarles sobre lo ocurrido esa tarde "Valentina rechazó su ayuda y estaba frente a la casa espiando a Jahn". Desde ese día se obsesionó con la chica de ojos claros hasta el punto de querer acabar con su vida como fuera posible, y justo cuando iba a hacerlo al cortarle la garganta en aquel mirador, llegó Joahn, el hermano que raramente lo detuvo y la salvó (cosa que nunca había ocurrido en el tiempo de cacería que han tenido). Romper una regla familiar no estaba en sus planes hasta que llegó ella y lo puso todo como un tornado. Para llevar a cabo su plan de ultimo minuto, agarra su teléfono y llama a uno de sus hermanos, el que no es inocente y lo apoya en todo.

Joahn, como cosa usual, se encuentra en su cuarto, viendo las fotos antiguas que se encuentran pegadas a su pared con alfileres, recordando como era su familia cuando aquellas dos personas corrían por la casa, llenando cada rincón con su contagiosa sonrisa y esa luz dorada que alumbraba tanto que era capaz de destruir la oscuridad dentro de esas cuatro paredes. El solo tenia quince años cuando todo ocurrió. Y cada día sobrevive a la vez que busca como loco, alguna manera de revivir esos momentos alegres.

Jahn va adentrándose al bosque, tiene claras sus intenciones: ayudar a John a cumplir su nuevo objetivo. No sabe cual es, solo estaría allí para brindarle una mano si la altanera quiere escapar, dejarla desmayada será fácil...

Los vecinos lloran sus pérdidas, actúan en contra de su voluntad por culpa de personas sin corazón que les arrebataron lo que más aman.

La chica de ojos azules va entrando a la villa en la que vivía, la cual está al lado del temible bosque y cementerio sin lapidas de ese pueblo, no piensa ir hasta ese lugar a las 7pm sin una razón. Los cuchillos y pesticidas se encuentran en las bolsas que lleva en las manos, junto con el libro que tanto ama, el cual le ha quitado a John en contra de su voluntad, sin pensar en lo que le pasará esa misma noche..

Sin detenerse a pensar en donde estarían sus llaves y entrar rápido a su casa, deja las bolsas en la silla de su porche, y mira hacia atrás al notar un presencia, una mirada pesada que la siguió todo el camino y los pasos que se escuchaban a lo lejos al toca las hojas secas que yacen en el suelo húmedo gracias a la lluvia de varios días.

Camina hasta llegar a las pequeñas escaleras de su porche, y mira a su derecha. Nota los ojos verdes que se unen a una sonrisa maquiavélica, el miedo llega. Es como si una ráfaga de viento la golpeara ferozmente, el corazón le late con fuerza, olvida como respirar y en un intento para salvarse, mete la mano en su bolso y empieza a buscar las llaves como loca, temiendo lo que pueda pasar si no se refugia en esas cuatro paredes, o en su armario. Por el momento, se olvida de todo lo que compró para defenderse, su mente se puso en blanco y solo pensaba en una cosa: sobrevivir.

John sonríe por dentro, sabiendo que está ganando. Va a tratarla como a una muñeca de trapo y hará lo que quiere con ella, para enseñarle a tener la boca cerrada y los ojos lejos de sus cosas, para que no sea entrometida y se meta en sus asuntos sin provocarlo más.

El se lo advirtió aquella mañana de camino al mirador, no planeaba hacerle daño ese día, pero la pregunta de "¿Qué significa tu tatuaje?" lo molestó hasta casi acabar con ella, porque no le gusta que averigüen su vida, lo detesta.

Jahn mira el escenario detrás de un árbol, como un animal esperando cazar a su presa. Y Valentina sigue rebuscando en su bolso al mismo tiempo en que John se acerca cada vez más a ella.

A la pobre chica se le corta la respiración cuando siente la mano de John en su cintura, y entra en pánico cuando la otra mano toca el cuello. El aliento se hace presente en su cuello, los escalofríos viajan por cada parte de su cuerpo, cierra los ojos pensando que es una pesadilla, pero no lo es, y las palabras del chico hacen que se de cuenta de eso.

—Te dije que ibas a arrepentirte. Nadie me provoca y sale ileso como si nada hubiera pasado. Ahora ruega para que Joahn venga salvarte otra vez, estúpida —Le susurra al oído. Poniéndola a temblar. 

No tiene escapatoria, forcejea con el, buscando una manera de soltarse y. Agarrar algunas de las cosas que trajo con ella, pero John parece tener una fuerza sobre natural. La aprisiona en sus brazos y la levanta sobre su hombro, llevándola hacia el bosque, en donde Jahn lo espera pacientemente. Valentina sabe lo que ocurrirá y ya no queda rastro de la valentía que siempre ha tenido. Lanza patadas al aire, golpea la espalda de John con sus puños, pero nada sirve, el la tiene y no la va a soltar.

Todo pasa en cuestión de segundos, los gritos de Valentina se unen con el viento y desaparecen del campo auditivo de la residencia cuando están en medio de la nada y John visualiza un pequeño lago a pocos metros. Jahn se une a ellos, poniéndole una cinta en la boca a la víctima para que no llame la atención de nadie. Y también, para que no los fastidie cuando jueguen con ella.