50 Fragmentos de un Corazón

Mi fiel mascota

La tarde alertaba lluvias y al paso de las horas el sol fue aplacando su fuerte calor, se estaba acercando la hora de irme a hacer una diligencia así que busque mis tenis y me cambié la camisa.
Estaba yo colocando mis zapatos y se acerca a mi un perrito de color veis del tamaño de la mitad de mi rodilla, tenía sus ojos achinados de color café que reflejaban la ternura de un compa fiel, me miro desde el suelo a donde yo estaba, una silla rimax del color café claro.

Sus dos patitas delanteras se alzaron alcanzando el muslo de mi pierna, sentí sus garras, estas eran pequeñas ya que pasaba escarbando en terrenos sólidos lo que hacían que sus uñas disminuyeran el tamaño.

Me miro con sus ojos de ternura y supe que quería ir conmigo, entonces recordé las veces que yo lo invitaba a pasear por las calles del barrio y se negaba echando a correr debajo de la mesa, en esos tiempos el era solo un cachorro claro, ¡recordé como fue creciendo y con el se fue alejando ese miedo que me tenía!
Como se acercaba a mi cuando yo lo llamaba lentamente y mirando al suelo con el rabo entre la patas, como cuando yo le entendía mi mano lo pensaba tres veces antes de acariciarla.

Nuestra relación no fue una amistad instantánea, yo luche por hacer que no me temiera, por ganarme su cariño, por hacerlo mi compañero fiel hasta el día que lo logré.
Derribe las paredes que el había alzado para alejarme de el, lo consentía hasta que se quedaba dormido y lo regañaba como un padre cruel cuando hacía lo incorrecto, lo bañaba cuando venía hediondo de la calle por revolcarse en esos charcos apestosos, y sufría a mi lado cuando me tocaba sacarle las plagas que le caían cuando se juntaba con los perros callejeros.

Pero ahora es diferente, iré a un lugar demasiado lejos para que me acompañe y se que su mentalidad juguetona me hará agitar el corazón cada vez que pierda las riendas y quiero corretear algún auto.

-Lo siento Rocky, no podrás acompañarme está vez

Me miro con esa súplica de perro y se alejó cuando le abaniqué la mano como señal para que se alejara.
Es hora, si no me apresuró puede que cierren el local donde haré mi diligencia, tomo el dinero una factura y parto antes de que sea tardé.
El viento sopla fuerte, me advierte que la lluvia llegará pronto así que apresuró el paso.

En el camino saludo a uno que otro amigo sin tardanza y mantengo mi paso ligero, voy caminando pues no es tan lejos como para coger transporte, al cabo de 15 minutos ya estoy a tres cuadras de llegar y las gotas de lluvia aumentan alertando que lloverá pronto asi que apresuró mi paso hasta llegar a mi objetivo. Hago una pequeña fila y cuando es mi turno me dan la mala noticia de que me falta el número de cédula de la persona a quién pertenece la factura así que me devuelvo a mi casa con ánimos bajos y un poco de ira.
El viento arrastraba con el las gotas que caían cada vez más seguido convirtiéndose en sereno, no tanto tanto en llegar al barrio, en el camino vi como la calle principal iba cada vez mejorando más debido a la construcción, a mi derecha un joven de unos 23 años cortándole el cabellos en una barbería improvisada en la terraza de una casa, la calle se iba llenando cada vez más de negocios como tiendas y misceláneas, cada vez estaba más cerca de mi casa la callé en el lugar donde yo pasaba estaba hecha un caos por la construcción.
Veo a lo lejos a mi perro, estaba jugando en la orilla de la principal con un cachorro negro, era algo normal en su mentalidad juguetona. Me voy acercando y veo como Rocky sale persiguiendo al cachorro y siento que una moto paso por mi lado con un pasajero, al parecer vivían al final del barrio.
Pensé inmediatamente si algo le pasará a mi Rocky pero vi que estaba a salvo aunque no por mucho tiempo.
Mientras correteaba a su nuevo amigo no se percató de la moto y se aventó hacia la calle poniéndose en el camino del conductor, Rocky vía a la moto pero ya era demasiado tarde, la llanta delantera estaba rodeando el cuerpo de el presionándolo hacía el suelo haciendo que chille de dolor, el conductor advierte de la presencia del perro y apenas freno con la llanta trasera, pero... Ya era demasiado tarde.
Vi como la segunda llanta paso por encima de él he inmediatamente mis manos se colocan en mi cabeza y mis ojos se abren como platos, quiso llamar a mi amigo pero el salió corriendo por la adrenalina en su cuerpo y no escucho mi llamado, la moto acelero y se alejó del lugar salvándose de mi irá.
Mis ojos se concentran en mi mascota y acelero el paso para llegar a mi casa, al entrar llamo a Rocky, lo busco por la sala y el cuarto hasta llegar a la cocina, el sale del segundo cuarto cogiando, veo las marcas de las llantas atravesar su cuerpo pero el está en pié guardándose el dolor para el, lo sobo y tocó su cara alzando su cabeza para que me vea a los ojos.
Esta triste, no se como puede aguantar el dolor, le pasó por encima una moto con dos pasajeros, un total de 300 kilos.
Se hace el fuerte y dejó que vaya nuevamente al cuarto, advierto a mi madre de la factura que no puede pagar y del accidente con el perro, ella me preguntó quién tuvo la culpa y aunque no quería creerlo dije la verdad, la culpa la tuvo Rocky...
Pasaron 15 minutos y escucho el sonido de la voz de mi hermana menor y seguido el de mi madre, me advierten que a Rocky le pasa algo, sus patas traseras no le responden y lucha por tratar de caminar, inmediatamente busco en su cuerpo señal de huesos rotos pero no encuentro nada, sus costillas está bien o eso puedo entender pero...
Al parecer algo anda mal con su vértebra y busco con mis dedos hasta encontrar la dislocación de sus dos patas, estaban a un hilo de romperse sus huesos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.