CARTA #8

Querido Tú:

Cuando estaba por cumplir dieciséis años todas las personas cercanas a mí, independientemente de su edad, me decían “estas por vivir el mejor año de tu vida”. ¿Por qué afirmaban tal cosa? ¿Por qué debía ser igual para mí? ¿Cómo sabían cuál sería el mejor año de mi vida? ¿Y si resultaba que era el mejor año pero no me gustaba?

Hoy, casi una década después, te puedo decir que no fue mi mejor año. He tenido mejores años en la vida, pero espero vivir muchos años más por lo que ahora no te puedo decir cuál fue mi mejor año. Sin embargo sé que aunque pasen 20, 30 o hasta 40 años el año en que tenía 20 será de los mejores. Un año feliz en el que no había dudas y atribuía tu aparición como obra del destino.

Cuando tenía 20 años solo podía correr tras el chico más guapo que han visto mis ojos. Solo puedo recordarme con todas mis preguntas “¿Estudiaste para el examen?” “¿Hiciste tu tarea?” “¿Comiste?” “¿Empezaste el proyecto?” supongo que por eso tuviste miedo de contarme cuando perdiste el año.

Todas mis preocupaciones eran solo el reflejo de mis sentimientos. No me atrevo a decir que nadie te conoce mejor que yo, porque temo desacreditar a las personas que rodean. Diré que nadie te conoce como yo. Nunca miras al cruzar la calle, vas a escalar todos los martes, antes de las 9:00 a.m. siempre tienes sueño, te gusta la comida dulce, a veces eres celoso… Siempre me digo que te voy a olvidar pero imagíname, aquí, escribiéndote otra carta.

Hubo un momento de mi vida en el que aseguraba firmemente que, sin importar el tiempo que pasará, estaríamos juntos. Siempre que recuerdo que te veía en mi vida siempre, no puedo evitar pensar en aquel día en el que te abriste paso delante de mis compañeros y me abrazaste por la espalda, me enojé tanto.

Tengo miedo de pasar por los lugares donde solíamos vernos, volver a la universidad me da tanto miedo. Nunca paso a menos de tres cuadras de tu casa y evitó visitar aquellos lugares del centro que tu frecuentabas. Sé que no estás en esta ciudad, pero el solo recuerdo de verte sonreír en la esquina más remota hace que mi alma se rompa.

Quisiera que mi vida resplandeciera hermosamente como el reflejo del sol en tus ojos miel. Quisiera que nunca dejaras de creer en el amor.  Quisiera conocer a alguien nuevo.

Desde el fondo de mi corazón, yo.