7 Luces en la Oscuridad Parte 1

El secreto

Creo que jamas me había sentido con tanta confianza con una persona, ni con mi madre la e tenido nunca. Aun lo que le ocurrió a Stevan retumbaba en mi mente, haciendome sentir culpable de lo que le sucedió, si tan solo me hubiese quedado callada quizás, tan solo quizás, no lo fueran asesinado.

 

Mientras observaba las estrellas con Heitan pensaba, ¿y si la culpable de todo esto es la silueta?, ¿algo me quiere decir?, ¿por que me quería hacer elegir entre ambos?. Son preguntas que invadían mi mente, tenia que contarle a alguien de lo que sospechaba, o simplemente me volvería loca y pues... ¿Que mejor momento que este?.

 

Heitan me tenia mucho aprecio, aunque luego de esto me crea loca debo decirlo a alguien de confianza como el. Me levante, respire hondo y le dije:

 

- Heitan, tengo algo que decirte.

- ¿Si?, ¿dime?.

- Desde que llegue a este lugar me han pasado cosas muy extrañas y pues... aunque pienses que estoy loca, te estoy hablando con la verdad – Heitan me muestra una cara seria - En el edificio clausurado, que se encuentra frente mi departamento siempre veo una silueta. Creo que ella... tiene algo que ver con la muerte de Stevan.

- ¿Por que lo dices? - me dijo como si supiera algo de lo que le hablo.

- En la noches me aparece, como si me mirase y de repente simplemente se esfuma – Le respondí con miedo a que me dijera demente.

- Pensé que era el único.

- ¿A que te refieres? - le pregunté

- Yo llegue el mismo día que tu. Te vi cuando le gritaste a la señora de abajo para que te abriera la puerta. Ahora solo siento que siempre me miran, o vigilan. Por las noches también a veces veo una silueta fuera de mi puerta, me comenzaba a preocupar por mi salud mental, pero ya veo que no soy el único.

- Cres que Scarlett... ya que vive en este mismo edificio ¿también la vea? O ¿la sienta?.No lo se, la verdad me asusta, pero, no creo que tenga algo que ver con la muerte de Stevan.

- El no se lo merecía, pero, alguien parece que le tenia mucha rabia, o rencor.

- A veces... la escucho – le dije algo preocupada.

- ¿ La escuchas ? - me pregunto

- Mejor descansemos – me dijo – Mañana le preguntamos a Scarlett si sabe algo.

- Esta bien, que descanses Charlot.

Solo asentó la cabeza y siguió hasta su puerta, me pregunto si solo me dijo esas cosas para no parecer una loca, o para que no me sintiera mal, pero ahora me siento como mas aliviada.

 

Algo que me gusta mucho hacer es leer, luego de entrar a mi cuarto, busque en mi maleta un libro muy amado por mi, lo llevaba leyendo ya casi 3 días, se llama “Sus dulces palabras”, mi madre me lo regalo cuando cumplí 15 años, pero en ese entonces, no me llama la atención leer. Antes de venir lo encontré en el ropero y me lo traje para pasar el tiempo.”

 

Agarre un libro, prepare una tasa de café y comencé mi lectura, extrañamente no tenia sueño, creo que era lo bien que me sentía cuando escuche que Heitan pensaba esas cosas de mi. ¿ A que dedicara su tiempo libre ?, ¿ le gustara leer ?, es un chico callado, tal vez le guste. Al leer me sumerjo en las paginas, leo cada letra y me pongo en el papel de cada personaje, a veces simplemente me desaparecía de la realidad.

 

Al rato comencé a quedarme dormida, eran cerca de las 3 de la mañana, cuando apague la luz y me acosté sobre la cama, recordé lo que estaba hablando con Heitan, me pico la curiosidad así que rodé la cortina de la ventanilla con la intención de ver la silueta, pero no... no estaba. Siempre que aparece sucedía algo malo, eso me tranquilizaba ya que, según yo, no ocurriría nada.

 

El teléfono me a despertado, creo que desde que llegue aquí es primera vez que logro descansar algo. Se me había olvidado llamar a mi madre, que, debe estar preocupada.

 

- ¿Charlot?, ¿¡Estas bien hija!?.

- Si, lo siento madre, no había podido llamar.

- Estaba muy preocupada, no sabia nada de ti desde hace 2 dias.

- Si lo se, es que han pasado muchas cosas.

- Igual hija, tienes que llamarme siempre… Eres lo único que tengo.

 

Mi madre había comenzado a llorar, cosa que, me parte el corazón.

 

- Lo siento madre, te juro que no lo vuelvo a hacer – le dije con voz quebradiza.

 

- Es bien Charlot, se que tienes cosas mas interesantes que hacer, la universidad debe ser complicada – limpiándose la lágrimas de los ojos

 

Mi madre no termino sus estudios, lamentablemente no pudo acabar la preparatoria por mi nacimiento, se dedicó a la casa y mi padre a trabajar, ninguno de los dos logro estudiar mas allá”.

- Tranquila madre, solo que… Esta semana a sido difícil – le dije con ánimos para hacerla sentir mejor.

 

Mientras hablaba con ella, camine a la cocina, tome un vaso de agua y regrese al viejo sillón, ya sentada, escuché que tocaron la puerta, cosa que me extrañaba. Impresionada, por que nadie toca la puerta a las 3 de la mañana, me levante asustada y le dije a mi madre que luego le hablaba, me vestí y coloque unos zapatos.



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En el texto hay: misterio, suspenso

Editado: 07.08.2019

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