Namjoon.
La noche anterior fue todo un caos, pensar que la vida de mi bebé y la mujer a la que amo corrían peligro era bastante aterrador, pero el saber que no estará sola me hace sentir mucho mejor. La mañana era tranquila, los días cotidiano de trabajo con Luci como mi asistente volvían a la normalidad, necesitaba salir de la oficina en busca de unos documentos con mi padre, estaba a punto de abrir la puerta cuando esta me golpeo con bastante fuerza, era Luciel regresando del baño, caí al suelo, quería bromear un poco con ella -¡Ay no, Namu ¿estas bien?- Preguntó poniéndose de rodillas y moviendome -¿Sigue respirando?- Se preguntaba mientras ponía su oído en mi nariz, era complicado, pero aguantar la risa en ese momento era necesario -¡Ay pequeño monstruito, creo que te quedaste sin padre!- Y justo ahí el plan fracasó, la risa fue inevitable -Monstruito aún tiene padre para mucho tiempo- Respondí en medio de golpes desorganizados que merecía solo un poquito -De una vez te digo que no soy enfermera, ni tu niñera, no hagas ese tipo de cosas- Hizo un muy bonito puchero, realmente deseaba abalanzarme a sus labios. Se que es una chica bastante independiente y muy valiente, pero el que ya haya pasado una hora después de su hora de comer y ella aun no regresara me preocupaba -Seokjin, ¿has visto a Luci?- Pregunte en el marco de su oficina -La vi entrar a la oficina de tu padre hace como dos horas- Respondió sin despegar la mirada del computador -Gracias- Respondí para salir de inmediato a buscarla -Padre, ¿puedo pasar?- Abrí la puerta poco a poco, esperando que Luciel estuviera ahí -Hijo, claro que puedes- Sonrió, y notó cómo miraba en todas direcciones buscando algo -Luci salió hace menos de una hora, me estuvo ayudando con un papeleo que no recordaba cómo capturar en la base de datos- Sonrei timidamente, mi padre me conoce bastante bien -Su amigo, el doctor, le invitó a comer a la cafetería de enfrente, quizá aún se encuentre ahí- ¿Amigo doctor? ¡¿Hoseok?! salí corriendo sin ni siquiera darle las gracias. Entre a la cafetería y los vi riendo en una de las mesas, iba a caminar hacia ellos, pero de repente me di cuenta de lo que estaba haciendo -Eres un paranoico Kim Namjoon- Me dije a mi mismo antes de salir, pero ya era demasiado tarde, ellos ya me habían mirado y me invitaban a sentarse con ellos -Yo...yo… - No sabía que decir -Habíamos quedado en comer juntos, y te busqué por todas partes- Se me notaba un poco ¿molesto? -Lo siento, pensé que ya habías comido y Hobi saco un poco de tiempo para venir a verme- ¿Hobi?, es un apodo lindo, mis celos incrementan -Pensé que te importaba- Respondí enojado y salí del lugar.
Luciel.
Ya son más de las nueve de la noche y no he sabido nada de Namjoon desde que salió molesto de la cafetería -¿Crees que deba ir a buscarlo?- Le pregunté a Lara mientras llevaba un poco de helado a mi boca - Calma Luci, ya pareces esposa celosa, ha de estar con sus amigos o quién sabe- Dijo sin quitar la vista de la película -Tienes razón, pero me preocupa no saber nada de él- Ella solo me miro -Llamaré a Seokjin para saber si sabe algo de el- Tome mi celular y marque el número de Seokjin, rezando para que el se encontrara junto a Namjoon -Jinnie, perdon por molestar, pero de casualidad… ¿no está el joven Namjoon contigo?- Su respuesta fue como un calmante en una noche de ansiedad -No sabes la alegria que tengo en este momento de saber que está bien, descuida, yo iré por ustedes para llevarlos a casa- Lara me miro confundida mientras me ponía un abrigo, sandalias y tomaba mi bolso y las llaves del auto -¿A dónde vas? ¿Puedo comer lo que dejaste? ¡Ve con cuidado!- No le preste atención, salí de inmediato. Maneje hasta el lugar, me tomó más de diez minutos llegar -Maegju gongjang- Dije leyendo el cartel del bar que quedaba justo frente a mí -¿En qué lío me he metido para tener que venir por dos alcohólicos hasta Gangnam?- Golpee mi frente y entre al bar, vi a lo lejos a los chicos, un Seokjin bastante sobrio como para cuidar de su mejor amigo que no podía estar ni dos segundos de pie -Tu… que linda eres- El hipo y lo ebrio que se encontraba no dejaba comprender mucho lo que decía -Debemos irnos Namjoon- Le respondí de manera delicada, pero con unas enormes ganas de darle con la botella en la cabeza -Hablas incluso igual que la chica de la que estoy enamorado- Intentaba no reírme pero cayó al suelo mientras que Seokjin intentaba hacerlo poner de pie. El camino de regreso fue bastante largo, deje a Jin en su casa y conduje al departamento, no podía permitir que sus padres lo vieran así, por lo cual decidí llevarlo conmigo, lo baje del auto -Pesas demasiado, a este paso bebé se quedara sin padre- Él nuevamente cayó al piso y una idea llego a mi
En la llamada:
Luci: Larita de mi corazón, ¿sigues despierta? -Con un tono muy dulce-
Lara: Lo estoy ¿Sucedió algo? Y ¡¿Cómo se te ocurre salir así?! ¡¿Estás loca?! -exclamó algo molesta-
Luci: ¡Haz una sola pregunta a la vez niña tonta! -Bufo- Necesito que bajes al estacionamiento, el padre de mi pequeño monstruito es bastante pesado y no puedo sola -Solicitó de manera dulce como si no le hubiera gritado poco antes-
Lara: ¡Iré en un momento! Papá me enseñó cómo devolverles la sobriedad -añadió con una sonrisa-
Luci: Y si puedes traer un poco de jugo de arándanos estaría genial -Miraba a Namjoon en el piso mientras lo movía con el pie- Creo que es muy necesario
Lara: ¿Jugo de arándanos? -Preguntó confusa-
Luci: Bebé necesita fuerzas y el jugo de arándanos es nuestro preferido, porfis -Alargó la última palabra haciendo puchero-
Lara: Oh ¡Está bien! Solo por monstruito Junior -Sonrió-
Luci: Volviendo al tema, ¡Date prisa! -Grito y termino la llamada-
Fin de la llamada
Minutos después Lara bajo con ¡¿un balde de agua?! -Larisa, detente ahí, ¿qué piensas hacer con eso?- Pregunté muy confundida -¡Abre paso chiquita que despertaré al borracho!- El balde de agua fría terminó en Namjoon, las risas de ambas se escuchaban por todo el lugar, pero... -¡¿Que te sucede Larisa Vargas?!- Pregunte bastante molesta -Se lo merecía por ponerte más trabajo- río de manera cínica -pero ahora creo que debería subirlo- comenzó a arrastrarlo -No me refiero a eso, alto ahí mocosa, ¡¿Y el juguito de arándanos de bebé?!- Pregunté casi al borde de las lágrimas -Oh cierto- sacó la cajita del jugo y colocó el popote para entregarmelo -¡Serás la tía favorita del monstruito!- Y comencé a sorber el juguito sujetándolo con las dos manos mientras caminaba al ascensor como una niña pequeña -Soy la única tía del monstruito Junior... Me aseguraré de serlo- continuó arrastrando a Namjoon de un pie. Después de otro balde de agua patrocinado por Lara y un café bastante cargado, Namjoon regreso un poco, solo un poco más a la cordura -Puedes dormir en el cuarto principal, yo dormiré con Lara- Lo tome de la mano y lo lleve a la cama, estaba a punto de salir de la habitación cuando me tomo de la mano, me quedé completamente estática unos segundos, hasta que me jalo en un dulce abrazo -Quédate a mi lado, solo un momento- Pidió con su corazón latiendo a mil por hora. Jamas me habia dado la oportunidad de admirar la belleza de su rostro, sus ojos intensos y su mirada imponente, pero que en momentos cambia a una completamente dulce y tierna; sus labios gruesos y naturalmente rojizos de un tamaño ideal, con un hermoso lunar que adorna su sonrisa; y esos hermosos hoyuelos al sonreír, podría atreverme a decir que es el hombre perfecto. Me miró de reojo, mientras lo observaba dormir un poco -Recuestate conmigo, por favor- Me pidió mientras me hacía un poco de espacio en la cama y palmeó su hombro, lo dude un momento, pero sentía la necesidad de abrazarlo, se notaba cansado, parecía solo un pequeño e indefenso niño que necesitaba un poco de amor -Lamento la escena de celos que hice en la cafetería esta tarde- Su voz se escuchaba realmente apenada, lo mire a los ojos mientras acurrucaba mi cabeza en sus hombros y haciendo una conexión visual casi instantánea -Es la primera vez que una mujer, aparte de mi madre, me importa y mucho- La sinceridad en sus ojos me derretía el corazón -Y no solo porque serás la madre de mi hijo, si no, porque desde que llegaste a la empresa quede completamente cautivado por ti- No sabia que decir, mis mejillas ya se habían tornado carmesí, me abrazo con un poco más de fuerza, pero de una forma muy delicada, haciéndome escuchar sus latidos -No quiero perderte- Susurró -Ni yo quiero perderte a ti- Respondí y correspondí a su abrazo para después quedarnos dormidos.