-9 Meses Para Enamorarte-//kim Namjoon

Capítulo 39.-

Esperar a Larisa para comenzar con lo que traía hasta acá a mi padre me resultaba eterno, más estando embarazada y con un pequeño monstruito revoloteando en mi vientre por cualquier cosa. Decidí salir en busca de algo de comida para poder esperar con mayor tranquilidad. Estaba a punto de entrar al edificio cuando Larisa y Hoseok llegaron a donde me encontraba.

 

-Por fin llegas, he estado esperando por horas, tuve que salir a comprar comida. Los nervios me inundan y bebé no ayuda en mucho, su inquietud el día de hoy ha sido demasiada- sonaba como si de una batalla de rap se tratase por lo rápido que hablé, Lara solo tomó las bolsas y evitó reír.

 

-Lo siento, el trabajo se extendió un poco y salí a comer con Hoseok- sonrió -además de hacerlo bañar con mi jugo de uva- suspiró.

 

-Fue mi culpa su tardanza, y creo que el baño que recibí es castigo suficiente. Lo siento pequeña

 

Después de unos minutos, el departamento se encontraba en penumbras, a excepción de aquella lámpara que  iluminaba a mi padre directamente, sentado en una silla, justo frente a nosotras dos. Bueno, cuatro, porque los chismosos de mi prometido y mejor amigo suplicaban por quedarse a escuchar todo. 

 

-Lo que hablemos aquí, se quedará aquí o se quedarán sin pelos- sentenció Lara señalando a bobos que se encontraban en el lugar sin querer irse.

 

-¡Me prometiste que no dejarías calvo a nadie más!- exclamó Hoseok algo amenazante.

 

-No prometí nada sobre arrancar los vellos de las piernas- sonrió. 

 

-Acabo de comprar una cera depilatoria buenísima, podría servirte- sonreí con malicia y una cara tierna que sabía muy bien, enorgullece a Larisa.

-Ahora me da mucho miedo saber que me casaré con el pequeño monstruo creado por mi hermanita- lo miré con desagrado y el solo tragó grueso.

 

-¡Déjate de lloriqueos!- lo regañó Lara mirando a ambos -todo depende de lo callados que estén. Lucielcita, puedes comenzar- sonrió arrugando su nariz e indicandome con ambas manos que avanzara un poco.

 

-Si, lo siento, estaba distraída- sonreí acercándome a la lámpara, la subí solo un poco, hasta llegar al rostro de papá —Hay muchas cosas que queremos saber, y mucho que debemos de preguntar y es por eso que te hemos traído hasta acá. 

 

-Yo fui quien lo trajo- interrumpió Namjoon levantándose de donde se encontraba sentado.

 

-Tu guarda silencio- lo miré en mi punto de vista, de una forma normal, pero su rostro estaba aterrado, haciéndolo sentar de vuelta y con esa misma mirada continué mi discurso -hace algunas semanas, leí una carta que mi madre dejó para mí, en la cual mencionaba un secreto que guardó  durante más de veinticuatro años. Curiosamente, hace unos días, un sueño en conjunto con Larisa nos decía que teníamos que buscarte, que tú nos ayudarías a conocer sobre ese secreto- me senté frente a él y puse mis manos recargadas en mis piernas sosteniendo mi cabez y a su vez mi carita más tierna -Es por eso que estás aquí.

 

-De veras que esa cara, en lugar de convencerme, me aterraría- masculló Larisa desviando su mirada.

 

-Grosera, es mi carita de niña buena- chille notablemente ofendida

 

-No estoy segura de hacerlo tan bien cómo tú, pero intentaré sacar información- respondió imitando mi posición -señor Scott, nuestra madre, Lorena, nos dejó una muy confusa carta y necesitamos saber todo lo que usted sabe de los secretos que ella podría esconder- hizo una pausa -no debe encubrirnos nada, por favor- dijo con seguridad -le recuerdo, tengo laxante en el bolso- y eso fue lo ultimo que hacia falta para que el comenzara a sudar del miedo.

 

-¿Qué pasó hace veinticuatro años? ¿Por qué mamá guardaría un secreto por tanto tiempo? En ese tiempo, mamá estaba embarazada de mí y Larisa llegaría pronto a las vidas de Laura y de mi madre, ¿Por qué escondería algo? ¡Dime todo lo que sabes!- al parecer, aún causaba miedo en todos los presentes, incluso en Larisa.

 

-¿Hace veinticuatro años?- mi padre puso una cara de confusión, recordando aquellos años de su vida -Lorena estaba embarazada, de ti y de otro bebé, lamentablemente y a lo que Laura y tu madre me dijeron, ese bebé, más bien, esa bebé falleció. Justo en los días que naciste, Laura adoptó a Larisa, supongo que la pérdida del otro bebé hizo que tu madre cuidara de ambas, más aún cuando eran muy cercanas en su fecha de nacimiento.

 

-¡¿Otra bebé?!- exclamó Larisa observandome con detenimiento -tenías una hermana- murmuró asombrada.

 

-No, teníamos otra hermana, tú también- la miré con confusión.

 

-¿Puedo continuar?- preguntó mi padre retomando lo que decía -Lorena fue quien decidió tu nombre Larisa, Laura la dejo, creo que por el dolor que le dejó la pérdida vio en ti a aquella bebé que perdimos y que tanto nos dolió a ambos. Con los años, Lorena pidió que ustedes nunca supieran de la melliza que lamentablemente no pudo ser su compañera de aventuras y de juegos. Lo raro es que nunca conocí donde es que sus restos quedaron, eso solo lo sabían ellas dos, hubo muchos pleitos entre Lorena y yo por ese mismo tema, creo que fue lo que me llevó a tomar aquella decisión, ya que había muchas mentiras y muchos secretos que llevaron al límite mi confianza.



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En el texto hay: namjoon, kimseokjin

Editado: 17.12.2021

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