Fue difícil adaptar la vista a tanta luz natural, el sol llegaba directamente y molestaba considerablemente, la única luz que conocíamos era la artificial y esta, era bastante molesta, al descender y asegurar la nave, tuvimos que caminar bastante hasta llegar hasta una cumbre alta, todo lo que veíamos en el camino era como si todo se hubiera quemado, no había otro color, qué no fuera el negro del suelo, al subir todos pudimos ver a lo lejos una gran urbe...
Predominaban edificios en color café, pero en el centro había dos qué llamaban nuestra atención, pues sobresalían por lo nuevos qué se veían, ¿como era esto posible? No había conocimiento en la luna de nada como esto, se supone que no hay vida, o al menos no inteligente, solo cuando hay caravanas...
Sin más avanzamos, cuando comenzó a oscurecer, tuvimos que detenernos, todos estábamos cansados, las condiciones de la tierra eran muy diferentes a casa y aun teníamos en mente todos los posibles peligros qué podríamos encontrar...
Realizamos guardias, para que todos pudiéramos descansar, al día siguiente, apenas observamos el sol, comenzamos la caminata, pasadas dos horas, pisamos los límites de la urbe, no veíamos ningún signo de vida, el plan era llegar a los edificios qué se veían nuevos, todo daba señal de haber sido abandonado desde hace muchos años, sin embargo no se sentía esa aura de soledad, sino nos daba la impresión de ser observados...