Taehyung.
–¿Alguna vez imaginaste verte de este modo? –me preguntó Jimin de pronto.
–No, nunca lo hice –respondí sin dejar de observar la enorme valla publicitaria con una de las fotografías que me tomé para la campaña de Jin.
Jimin y yo la estábamos observando desde la terraza de la empresa, donde justo al frente, se veía esa publicidad. Creo que ninguno de nosotros imaginó el gran impacto que esa campaña tendría en el mundo, aun parece algo irreal, algo muy parecido a un sueño. Apenas las fotografías e incluso comercial fueron liberados, los relojes se acabaron en un espacio de dos días, tanto nacional como internacionalmente.
Los técnicos estuvieron trabajando como locos para evitar que se bloqueara la página de la empresa, servicio al cliente casi no se daba abasto y producción no dejaba de trabajar para cumplir con la enorme demanda que se hizo. Fue una locura, nunca nos había pasado algo así, mis tíos y mis padres están impresionados, todos los accionistas también, es de locos.
“¿Quién es el modelo? Es hermoso”
“Nunca había visto a un hombre tan atractivo como él. ¿Cómo es que nadie lo había visto antes? Su atractivo no podría pasarse por alto, es impresionante”
“Su rostro y manos fueron labrados por los mismos dioses, es perfecto”
“Necesito más fotos de él, en serio, esa hermosura que posee no puede pasar desapercibida, debe ser compartida”
“Su mirada es hipnótica, su cabello es un desastre muy atractivo y sus manos delicadas y preciosas. Este hombre es un ángel, un Dios o un ser místico de lo hermoso que es”
Comentarios así llenaron las publicaciones en las redes sociales de la empresa, y también mis redes sociales que aún no sé cómo encontraron. No tengo tantas fotografías ahí, unas cuentas que JungKook me tomó cuando hizo un curso de fotografía y que subí a mis redes sólo porque me gustaron mucho, sin embargo, las escasas publicaciones no evitaron que ahora tuviera casi un millón de seguidores, tanto en Instagram como en Twitter, y la cifra aún no termina de crecer.
No sólo he tenido mensajes de personas alabando mi belleza y talento nato para ser modelo, también he tenido mensajes de otras empresas, marcas de ropa y cosméticos, incluso de muy reconocidas agencias de modelaje pidiéndome una oportunidad para trabajar con ellos. Estoy abrumado, impactado y sorprendido, tanto, que ni siquiera sé que voy hacer. ¿Cómo sucedió todo esto tan rápido?
–Eres justo lo que Jin dijo esta mañana, ridículamente famoso, y todo por una campaña inocente de relojes –se burló Jimin, golpeando un poco su hombro.
–Cállate. Si supieran de quien soy familia, las cosas serían más caóticas, de hecho, me sorprende que nadie lo haya descubierto aún.
–Cierto, cierto. Bueno, no hay que preocuparnos por eso ahora, mejor preocúpate por la siguiente pregunta: ¿Qué vas a hacer?
–No lo sé, todo ha sido tan repentino que no sé cómo comenzar –suspiré, pasando una mano por mi cabello, sintiéndome estresado –. No creí que sucedería todo esto, sólo quería distraerme.
–Aquí aplica la frase de “las cosas buenas suceden cuando menos te lo esperas”, ¿no lo crees?
–¿Y tú?
–Por supuesto. Tienes la oportunidad de brillar, Tae, sólo falta que te atrevas.
–Supongo que sería una buena idea.
–Todos creemos eso, sólo arriésgate –me animó con una sonrisa.
–Ah, que loco esta todo esto –me recargué del respaldo del asiento donde estábamos descansando –¿Sabías que también me han contactado de Gucci? ¡Gucci! Quieren que sea el nuevo rostro de su línea de ropa de este verano.
–Uy, y con lo que a ti te encanta esa marca.
–También Ryu me llamó. Primero halagó mis fotografías, diciendo que parecía un Dios griego con semejantes facciones, y luego que su agencia está muy interesada en reclutarme y enseñarme todo lo que necesito para el oficio. Él apoya la idea, de hecho, será uno de mis mentores, siempre y cuando acepte.
–Sería buena idea que fueras con él, después de todo, ya lleva bastante tiempo en ese mundo, puede ayudarte muchísimo y así te sentirás más seguro, además, su agencia es muy confiable.
–Tendría que irme a vivir a Alemania.
–Lo sé.
–No sé cuándo volvería.
–Lo sé.
–¿Puedo simplemente dejar mi trabajo aquí e irme?
–Sí, porque nadie de nosotros te juzgaría –me respondió, colocando una mano en mi hombro –. Son tus sueños, Tae, una nueva etapa que se abre ante ti, así que aprovéchala y disfrútala, podemos visitarte en fechas especiales.
–Ya nada me ata aquí, ¿verdad? –murmuré en voz baja, pero sabía que Jimin entendería a que me refería.
–Así es, nada ni nadie lo hace.
–De acuerdo –suspiré, sonriéndole un poco –. Analizaré mis opciones y luego tomare mis decisiones. Puede ser divertido.