Capítulo 13. Las emociones son un sube y baja de sensaciones.

Ariana.

–Ariana, muchas gracias por haber esperado –escuchó decir a una de las encargadas de la casa de modas donde estoy actualmente trabajando.

–No hay ningún problema –respondo con una leve sonrisa.

–Como ya sabes, hemos estado dando los resultados de las evaluaciones poco a poco, por lo que me es muy grato informarte que eres una de las diseñadoras elegidas para trabajar aquí de manera permanente. Muchas felicidades.

No pude evitar sonreír más ampliamente, sintiendo mi corazón latir con fuerza al escuchar una noticia que se siente como una victoria. Tanto tiempo que pasé recuperándome, trabajando en mi confianza perdida y volviendo a amar un talento que pensé era una maldición por todo lo sufrido en el pasado. Estoy realmente feliz, e incluso esa palabra se siente pequeña para describir todo lo que siento.

–N-no sé qué decir ahora… me siento tan agradecida y honrada por esta oportunidad… de verdad, muchas gracias –murmuró con voz ronca, a causa del nudo en mi garganta que se ha formado.

–Todo esto es gracias a tu talento, responsabilidad y entusiasmo, debes sentirte orgullosa de ello –sonríe, palmeando ligeramente mi hombro –. En unos tres días organizaremos una reunión con los nuevos y antiguos miembros, para que vayan conociéndose. Daremos todos los detalles por correo electrónico.

–Estaré atenta a ello.

–Perfecto. Puedes retirarte si gustas, y de nuevo, muchas felicidades.

–Gracias, me retiro –inclino levemente la cabeza, levantándome de la silla donde estaba sentada, para salir de su oficina.

No pude evitar dar un par de saltos al estar afuera, aprovechando que no había nadie en los pasillos, conteniendo los gritos llenos de euforia que querían salir de mi garganta, cuando mi celular sonando con una llamada entrante me interrumpió, por lo que lo saqué de mi bolso, observando el nombre de Taehyung en la pantalla de este. Conteste de manera rápida, deseosa de compartir una noticia tan emocionante con alguien a quien aprecio.

–Ariana, ¿qué tal salió…? –comenzó a decir, sin embargo, no lo pude dejar terminar a causa del entusiasmo que no dejaba de recorrer mi cuerpo una y otra vez.

–¡Lo logre! ¡Logré pasar las evaluaciones! –chillé con mucha alegría, sin dejar de sonreír en el proceso.

–¡Felicidades! Sabía que lo lograrías –expresa en un tono de voz feliz –. Te mereces esta victoria, te dije que tu talento te llevaría muy lejos.

–Es algo que aún no me puedo creer, es tan emocionante e irreal…

–¿Quisieras una prueba de que es real?

–¿Cómo sería eso? –pregunté muy curiosa.

–Empezando por darte la vuelta –escuche decir, girando rápidamente hacia atrás, encontrando a Taehyung a una distancia considerable, sonriendo de manera ladeada con el teléfono aun en su oreja.

Traté de decir algo, cayendo en cuenta que era inútil seguir hablando por teléfono cuando podíamos oírnos claramente sin él, colgando la llamada y guardándolo en mi bolso, acción que él imito, pero guardándolo en el bolsillo de su pantalón oscuro.

–¿Cómo fue que lograste entrar? –pregunté aun consternada.

–No fue muy difícil. Dije que tenía una reunión contigo aquí, así que luego de confirmar mi identidad me dejaron pasar. Fue de gran ayuda ser un modelo reconocido, me ayudo a entrar.

–Eso fue una mentira.

–Pero ellos no lo saben, será nuestro secreto –asegura, guiando su dedo índice a su boca, en la clara señal de silencio –. ¿Por qué mejor no vienes y me dejas darte un abrazo de felicitación?

–¿Quieres que corra hacia ti?

–Ahora que lo dices… no sería muy adecuado por la situación, sin embargo… –sonríe, dando largos pasos hacia mí, quedando mucho más cerca, tanto que sus brazos rodean mis hombros, acercándome más a su pecho, dándome el abrazo del que se refería –No me molesta correr hacia ti, siempre y cuando me asegures que estarás ahí para esperarme –susurra en voz baja.

Suspiro, realmente suspiro ante semejantes palabras tan bonitas que me ha dicho que aceleran mi corazón, que son cálidas y muy dulces. Alzó mis brazos para rodear su cintura con ellos, embriagándome con su suave y adictiva fragancia de fresas y vainilla. Se siente tan bien abrazarlo de este modo, de sentir su cercanía, sin duda alguna, da los mejores abrazos del mundo.

–Te agradezco muchísimo tus felicitaciones, me hacen muy feliz –murmuró, alejándome para crear un poco de espacio y mirarnos cara a cara.

–Me satisface ser portador de semejante felicidad –sonríe de lado, jugando con un mechón de mi cabello –. ¿Qué te parece si la aumentamos al ir a un almuerzo de celebración, solos tu y yo?

–Me parece ideal –asiento de acuerdo, sin dejar de sonreír.

Taehyung deja de abrazarme, dejando una de sus manos en mi espalda baja, encaminándome hacia la salida del edificio. Las personas no nos prestan atención en lo absoluto, lo cual es algo bueno, no me gustaría arruinar un momento tan bonito con un escándalo inadecuado. Al estar fuera, nos dirigimos al estacionamiento, caminando hacia su auto plateado, bastante alejado de las personas que rondan por ahí.