Hola de nuevo! Vengo con un nuevo capíulo de una etapa de mi vida, la más bonita y la más dolorosa a la vez :b
Bien...comencemos...
Ese año, comenzamos a mirarnos, ya que antes no lo hacíamos, nos mirábamos de una forma inexplicable, era como si... ambos sintiéramos lo mismo por el otro.
Pasado ese año, sentí que solo había sido una ilusión como cualquier niña de 12 años podía tener, en las vacaciones no pensaba para nada en él, ni siquiera pasaba por mi mente, hasta que llegó el 2do año de Secundaria, el primer día de clases fue como cualquiera, la pasé con mis amigas, estaba feliz, pero al fijarme en la lista de alumnos de cada salón, me percaté de una cosa...Gilbert no estaba en mi salón! Al ver eso me entristecí, ni siquiera sabía porqué me fijaría si estuviese o no, bueno, pronto descubriría la respuesta... la inédita respuesta.
Ese año no tuvo mucha acción xd (me refiero a las miraditas y eso) pero no significa que no haya habido, porque... claro que pasaba jaja
Ese año me armé de valor y fui a preguntarle lo que me comenzó a atormentar, el hecho de si lo que sentía era correspondido o solo era cosa mía, pero vamos! que nos miremos cada que nos encontremos y no hablemos era una gran señal, sin más que hacer esperé la hora de salida, y como todos los días en ese año, él esperaba a que fueran por él, al igual que yo, felizmente ese día una amiga se quedó conmigo ya que también tenía que esperar, así que le dije que iría a fijarme si ya habían ido a recojerme, en eso aproveché y fui donde Gilbert, al verlo me entraron unos nervios realmente horrendos, tomé aire y le dije si podríamos hablar, él respondió que si, así que fuimos un poco más alejados, donde no había nadie quien se percate de la situación, estaba sumamente nerviosa, no es que me fuera a declarar ni nada, pero estaba nerviosa, muy nerviosa, al llegar a ese lugar me puse frente a él, y mirándolo a los ojos le pregunté: ¿Sientes algo por mi?, cuando lo dije vi que se sonrojó, supongo que yo estaria el doble de sonrojada, y cuando habló sentí nerviosismo en sus palabras, me preguntó tres veces lo que le había preguntado, yo afirmé esas tres veces, estaba realmente avergonzada, hasta sentía que mi cuerpo temblaba, y antes de que me respondiese, una chica de nuestro grado nos saludó y preguntó si habíamos visto a un profesor, ambos negamos así que ella se despidió y se fue, eso calmó un poco mis nervios, pero al volverlo a mirar a los ojos, volví a la misma sensación de hace un rato, nos miramos por milésimas de segundos, y ahí es donde responde nerviosamente que no, al oír eso, no sentí nada, ni siquiera tristeza, seguramente era por los nervios y el pánico que tenía, simplemente agardecí por responderme y subí a mi aula, ahí me esperaba mi amiga con la que me había quedado, ella al verme totalmente nerviosa me preguntó si pasaba algo, yo me senté en el asiento delante de ella y le conté todo, ella al escucharme quedó realmente impactada, me preguntó cada detalle, cada acción, cada movimiento, al terminar de contarle ella solo me dijo: no sé que pensar, tal vez esté mintiendo... y bueno, yo tampoco sabía que creer.
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Editado: 12.09.2020