Eres como el aire,
Una bocanada fresca a penas despierto,
Aquella que hace que mis pulmones deliren,
Y deja mi alma al descubierto.
Un torbellino que arrasa a su andar,
Agitas todo, flores, palmeras,
Sopla mi pelo, acaricia mi cuerpo,
Llévame tan lejos como quieras.
Tal vez como la tierra,
De tu estado depende mi andar,
Unas veces camino firme,
Y otras me hundo en ti con solo pisar.
Libera para mi tus hectáreas,
Permíteme caminarte entera,
Así como jugando de niño,
Quiero perderme en tus praderas.
Mejor te quiero como agua,
Cálida como marea tropical,
Tan fría como deshielo de glaciar,
No importa cuál sea tu temperatura
Ya que siempre amaré nadar.
Lo haré hasta tus profundidades,
Aunque tiburones me destrocen.
Porque sé que allí celosamente,
Tus mejores tesoros escondes.
A lo mejor eres como el fuego,
Calientas mi cuerpo, abrazas mi alma,
Alimentas el motor de esta locomotora vida
Que viaja a toda velocidad y también con calma.
Iluminas mi oscuridad,
Desintegras las sombras que me acechan,
Guía mi camino hacia tu alma y no te alarmes,
Quiero ser yo quien no permita que te apagues.
Así como los elementos,
Son esenciales para la vida,
Tu lo eres de igual manera,
Al menos para la mía.