19.10

Era terrible. Escuchar esas palabras saliendo de esos labios que tanto amo. Sentí que me desvanecía, mis piernas temblaban, mi corazón se aceleraba y parecía que dejaba de latir. Ese día con tantos sentimientos inefables tanto para él como para mi.

Ninguno quería esto. ¿En serio no había otra opción? Busqué y todavía estoy en la búsqueda de encontrar otra manera... Pero sigo sin el placer de hacerlo. ¿Como podré guardar las ansias de escribirle "Buenos días, mi amor"?. De decirle que lo amo (todavía lo hago), de sentir la calidez y protección de sus abrazos que hacen que el dolor desaparezca. Esta vez no pudo borrar esas penas, porque ya no será igual, hasta que el vuelva.
Sentí que perdía algo que era parte de mi "yo". Me equivoqué tantas veces. A veces me pregunto, "¿En serio soy tan mala novia?".

Me entristeció saber que no pude ayudarlo. No soy profesional, pero quería ser útil para algo, saber que al menos hacia una pequeña diferencia.

La calidez de la ternura de sus manos al tocar mis mejillas, era doloroso, porque tal vez no lo volveré a sentir en mucho tiempo. Sus ojos viéndome, esas ventanas cuyo interior que logré ver por mucho tiempo y espero que ese tiempo se alargue cuando vuelva. Sus besos, agridulces. Tal vez por la calidez de su amor combinado con mis lágrimas. O también de mi parte, amor con dolor. No olvidaré su promesa.

"Volveré por ti".
 

Lo prometió. Esa oración que me da esperanza y un poquito de fuerza en que lo hará. Le pedí que me dijera esas dos palabra que tanto voy añorar: Te amo. Las dijo. Y no una, si no varías. Me dolieron y sentí algarabía al saber que aún me ama.
Esperaré por él. Por ti. Voy a esforzarme de alguna manera u otra para que vuelva a mi. Prometí, frente a él que esperaría.

Lo último que sentí de su ser, fue su abrazo. Me abrazó por la espalda y besó mi cabeza. Sentí en ese abrazo que no quería soltarme, yo tampoco quería. En voz baja me pidió que le deseara suerte. Voltee para verle pero solo vi su espalda alejarse desapareciendo por la calle. Un sollozo se me escapó en un susurró al responderle:

"Suerte."