Seguimos caminando hasta que llegamos a un cabaña abandonada.
- ¿Qué es este lugar?.- Pregunto Stefan.
- Dice la leyenda que unos estudiantes vinieron de vacaciones, fueron encontrados sin una gota de sangre después.- Dijo Shanne.
- Pues trágico por ellos, bien por nosotros.- Hablo mi hermana.- ¿Dónde dormimos?.
- Huy que adorable, hay un hombre misterioso con un hacha acechando en el bosque y vamos acampar.- Le respondió Damon.
- Sera mas seguro que caminar en la noche.- Apoyo Shanne.
Rebekah y yo armamos el lugar donde íbamos a dormir.
- Ya hermanita, deja los celos.- Me hablo Rebekah.
Deje de mirar al lugar donde estaba Connor.
- Cállate.- Le respondí.
- Estoy totalmente segura que los dos van a regresar.
- Si pues, no estés tan segura.
- ¿La conoces?.- Me pregunto Rebekah.
- No.- Mire a mi hermana.- Jamás, ni sabia que existía.
- ¿No sientes curiosidad?.
Mire a Bekah.
- No no no y no, se lo que estas pensando.
- Oh vamos Elizabeth, será divertido espiarla.
- No Rebekah, ya estoy suficiente incomoda la situación como para hacer eso.
- Esta bien, tu te lo pierdes.- Sonrió.
- ¡Jeremy!.- Grite.
Les pongo en contexto, anoche el niño Gilbert había desaparecido y no sabemos donde podrá estar, y entre todo este bosque es imposible.
- ¡Jeremy!.- Connor grito conmigo.
- ¡Jeremy! No es el momento de jugar a las escondidas.- Dije.
- Esto es imposible.- Connor me volteo a ver.
- No esta por ese lado.- Circe apareció.
- Vamos de nuevo a la cabaña, tal vez ya lo encontraron.- Dije y nos dirigimos hasta allá.
- ¿Encontraron algo?.- Pregunto Elena.
- No, nada.- Dije.
- No hay señal del camino.- Dijo Bonnie.
- Sus cosas siguen aquí.- Dijo Shanne sacando la maleta de Jeremy.
- Tampoco esta en la cañada.- Dijo Stefan apareciendo.
- Separémonos.- Propuso Damon.
- Voy a rastrearlo con un hechizo.- Dijo Bonnie.
- Y yo me quedo para que este a salvo.- Dijo Shanne.
- Yo me quedare para ver que no mientas.- Contratacó Damon.
Elena nos miro.
- Entonces yo iré con Rebekah y Stefan.- Dijo Elena.
Stefan asintió.
- Entonces somos nosotros tres.- Mire a Connor y Circe.- Vamos por este lado.- Asintieron para seguirme.
El camino fue silencioso, yo iba adelante y ellos dos atrás.
- Y dime Elizabeth, ¿Qué se siente ser una Original?.- Pregunto Circe.
- Normal, creo.- Volteé a mirarla.- Tiene sus ventajas y desventajas, como todo en la vida.
- ¿Eres la menor verdad?.
- Si.- Dije sin mirarla.
- Es que Connor, me hablo mucho de ti.
- ¿Enserio?.- Volteé a mirarla.
- Si, este hombre.- Toco su mejilla.- No paraba de hablar de ti.
Asentí para seguir caminando.
- Sabes, soy mucho mayor que tu.- Me dijo Circe.
- ¿Que?.- Pare.- No te creo.
- Si, mucho mayor que tus hermanos.
- Wow.
- Si, yo fui amiga de los antepasados de Connor, literalmente lo vi crecer.
- Eso no se cuenta Cir.- Le decía Connor y sonrió.
- Solo digo porque que es raro e incomodo que aparezca una chica de un momento al lado del ex novio de otra chica.
- Cir basta.- Connor la volteo a ver.
- Yo.- Tartamudeo.- Lo siento.
- No te preocupes.- Aclare mi garganta.- Mejor sigamos buscando.
Fue una tarde muy larga y no encontramos ningún rastro de Jeremy.
- ¿Crees que pudieron encontrarlo?.- Pregunto Circe.
- No creo que ellos tengan tanta suerte.- Le respondí.
- ¿Dónde están todos?.- Pregunto Elena.
Rebekah y Stefan habían llegado también.
- ¿De que estas hablando?.- Pregunto Stefan.
- Pues Bonnie no esta y las cosas de Shanne no están.
- Mierda.- Rebekah corrió hasta sus cosas.- Se llevo la lapida.
Rebekah corrió hasta las cosas de Elena.
- ¿Qué estas haciendo en mi tienda?.- Pregunto Elena pero Rebekah la tomo del cuello.
- ¿Dónde esta la lapida?.- Pregunto con oído.- ¿Qué hiciste con ella?.
- ¿De que estas hablando?.
- ¿Qué no es muy obvio?, ustedes solo me traicionan aquí de nuevo.
- Rebekah.- Me acerque a ella y la empuje.- Cálmate.
- Ella no la tomo.- Hablo Stefan cercándose.
- ¿Todo esto es verdadero? ¿O solo es un plan para distraerme mientras Shanne se va con la tumba?.
- ¿Crees que haría eso?.- Pregunto Stefan.- ¿Que dejaría que un Psicópata se fuera con la cura?, cada momento de los últimos ciento cuarenta y seis años he sufrido el dolor de ser un vampiro.
Mire a Stefan.
- Y esta cura lo termina, termina la culpa y el sufrimiento.-Prosiguió.- ¿Crees que pondría eso en peligro?.
- Bien, tu no la tienes, pero no por eso confió en Elena.
Elena se agacho y de su saco de dormir saco la estaca y se la entrego a Rebekah.
- No la tome pero ten, considérala una ofrenda de paz.
- ¿No lo entiendes Elena? No hay paz, estamos mal.