- Creo que Damon ya se escapó. - Dije mientras miraba a Bekah y Elena alimentarse de una chica.
Elena hipnotizo la chica para que se fuera.
- Bien, espero que encuentre lo que está buscando y luego yo me hare cargo. - Tomo su chaqueta del asiento.
- ¿Y si no puedes?, él es más fuerte que tú. Nosotras podríamos ayudarte, tú quieres la cura lejos y yo la quiero, trabajemos juntas. - Pregunto mi hermana.
- ¿Trabajar juntas?, ¿No me odiabas? - Le respondió Obvia.
- Yo odiaba la versión moral y mojigata de ti, pero esta no está mal, tal vez es tu estilo.
- ¿Puedes recordar lo que es ser humana?. Débil, frágil, ¿Por qué te gustaría volver a eso?
Bekah suspiro.
- Porque algún día quiero una familia propia.
- Y es por eso que no quiero tu ayuda, tal vez la de Elizabeth sí, pero la tuya no. - Tomo un shot de tequila. - Lo mejor de no tener emociones es que razono, voy hacer lo que sea necesario. Tu eres lo opuesto, neurosis e inseguridades, esperanzas y romance. Eres una variable emocional que no necesito. - Miro a mi hermana para luego mirarme a mí. - Y por parte de Beth, bueno creo que ella ya lo perdió cuando Connor simplemente la dejo. - Me acomode ante el comentario.
- Pues sabes que, extraño un poco a la antigua Elena. - Dijo Bekah para luego alejarse de nosotras.
Elena me miro para luego subir sus hombros y no darle importancia.
- Dos tragos por favor. - Le dije al Barman. - Esta noche va a hacer muy larga. - Dije susurrando.
Me había alejado de Elena para estar con mi hermana.
- ¿Ella no confía en nosotras verdad? - Pregunto mi hermana.
- ¿Tu confiarías en nosotras? - La mire.
- Buen punto. - Me respondió.
Luego vimos como Damon llego y se sentó con ella, después de un tiempo ellos se levantaron y Elena nos miró triunfante.
- Impresionante. - Dije observándola.
Un chico se acercó a nosotras y acaricio el cabello de mi hermana a lo cual mi hermana reacciono lazándolo contra el suelo.
- Me disculpo. - Le dijo al hombre para continuar mirándolos.
Después de todo lo de anoche Rebekah apareció al lado de Elena en nuestra habitación.
- Despierta solecito, vamos por la cura. - Dijo mi hermana.
- ¿Ya saben dónde está? - Pregunte levantándome de la cama.
- Tenemos indicios. - Respondió Elena.
- Eso no me convence. - Dije.
- Tu solo confía, tenemos que movernos antes que Damon despierte.
- ¿Le rompieron el cuello? - Pregunte.
- El no cede fácil, tuvimos que tomar medidas. - Dijo mi hermana.
Asentí para irme a bañar y cambiar.
- ¿Ese es el auto de Damon? - Dije incrédula.
- Él sabe caminar, no creo que lo necesite. - Me respondió Elena.
El teléfono de Elena comenzó a sonar.
- "Buenos días Damon". - Le respondió Elena.
- Damon sí que ama este auto. - Le dije mirando a mi hermana.
- Si pues. - Miro el auto y luego grito para que Damon la oyera. - Lo siento Damon, creo que rompí tu radio.
- No me digas. - Mire a Bekah. - Me toco el asiento de atrás.
Ella sonrió.
- Que bien que me conoces hermanita.
- Mejor vámonos antes de que me arrepienta. - Me subí al auto.
- Vámonos Elena. - Dijo mi hermana.
-"Ojalá esto hubiera sido diferente, pero tranquilo, saludaremos a Katherine de tu parte". - Elena colgó para subir al auto con mi hermana.
No les miento cuando les digo que ya han pasado más de veinticuatro horas buscando los paraderos de Katherine, y el auto de Damon ya es historia y tuvimos que buscar uno nuevo.
Elena freno bruscamente el auto.
- Sigue así y juro que te arranco la maldita cabeza. - Dije bajándome del auto y sobando mi cuello.
- ¿Por qué nos detenemos? - Pregunto mi hermana enojada bajando del auto.
- Hemos revisado tres ciudades en las últimas veinticuatro horas. - Respondió Elena bajando del auto. - Estoy cansada de las canciones de la radio y huelo a cuero.
- ¿Y es culpa mía? - Le reprocho mi hermana. - Tu eres la que robo la lista de los posibles paraderos de Katherine, ¿alguna vez pensaste que Damon tenía mal la información?
- ¿Te he dicho que no soporto el sonido de tu voz? - Le respondió la castaña.
- Pues que mal, aún no he acabado, ahora súbete, vamos al siguiente pueblo.
- En un momento. - Le respondió.
- ¿Qué miras? - Le pregunte a Elena.
- Tengo hambre. - Me respondió.
- No vinimos por un bocadillo. - Le grito mi hermana. - Quiero la cura, Katherine la tiene y no pararemos hasta encontrarla.
- Dije que en un minuto. - Y luego corrió hasta la chica que estaba abriendo la puerta de su carro.
Cuando Elena iba alimentarse de ella esta hablo confundida.
- Katherine, ¿Qué haces? - Le respondió la chica pelirroja.