Prólogo.

¿Alguna vez te ha sucedido que un horrible temor se apodera de ti sin saber la causa de este?  Eso es exactamente lo que me pasó.  

Corrí. Corrí tan rápido como me lo permitían mis piernas, pero a pesar de ello sentía que pronto él me alcanzaría.  Miedo. Temor. Desesperación.... todo era confuso. Entonces pasó lo qué más temía, "Algo" me sujeto fuertemente por los pies impidiéndome seguir corriendo y comenzó a subir por mi cuerpo rígido. Era frio, muy frio y pesado, al menos yo así lo sentí. Llegó a mi garganta y se detuvo unos segundos haciendo que mi miedo se intensificara.  Era mi fin, lo sabía.  

"Algo" empezó al desgarrarme el cuello lentamente, quise gritar, pero pronto mis gritos se ahogaron con la sangre que drenaba por mi garganta. Un nuevo dolor hizo que me sacudiera violentamente al sentir como mis extremidades, las dos manos y las dos piernas, eran arrancadas al mismo tiempo; sangre brotaba en todas direcciones. Era el turno de arrancarme la cabeza. "Algo" estaba muy cerca de mi rostro, el hedor nauseabundo que desprendía hizo que mi estómago se contrajera por una sensación de terror y repulsión. Entonces sucedió. Logré percibir a través de la obscuridad cómo un humo denso se formaba por encima de mi cabeza tomando forma de enormes garras que inmediatamente sujetaron mi cuello y con un tirón arrancaron mi cabeza. 

Esto sólo fue el principio de una terrible pesadilla que se hizo realidad.