Éramos de nuevo tú y yo.
Dentro de nuestro paraíso prohibido, donde jugábamos a hacer el amor, a volvernos uno, a simplemente amarnos, sin pensar en el por qué.
Poco a poco, fui recuperando aquel sentimiento que creía haber perdido y de las cenizas, volvió a renacer, como el ave fénix. De nuevo provocadas en mí, una revoltosa mezcla de emociones:
Amor, pasión, felicidad, paz. Eras todo lo que yo quería.
Pero, tenía miedo.
Los recuerdos de cuando terminamos la primera vez, me hacían sentir terrible.
Desconfiaba de ti, y mucho.