Audrey
27 de noviembre.
Mi padre me enseñó que escuchar conversaciones ajenas detrás de una pared o puerta era de mala educación, pero mi madre me enseñó a ser chismosa desde la cuna, siempre tenía que saber que pasaba, sobre todo cuando el chisme se escuchaba tan bueno
Trate de evitarlo, incluso me puse a doblar ropa para distraerme, me coloqué mis audífonos y le pedí a Lu que me leyera tan alto como pudiera, pero nada funcionó, los gritos que daban Zachary y Rebel, su novia, eran tan altos que seguramente sí tuvieran vecinos, los podían escuchar pelear sin necesidad de bajarle a la música o televisión.
–¿Por qué Rebel pelea con Zach? –voltee a ver a Lu, ella estaba sentada en una mesa, sus pequeñas piernas colgaban y sobre su regazo descansaba su libro
–Son cosas de adultos, ojitos –le di un apretón a la nariz de Lu, ella no estaba feliz con mi respuesta
–¿Y si vamos a escuchar que pasa?
–No, eso es de mala educación –la trate de regañar, portarme como la autoridad y enseñarle que eso estaba mal, pero mi yo chismosa ganaba la batalla con cada minuto que pasaba
Lu no dejaba de repetir que quizá su hermano estaba en peligro, que cabía la posibilidad de que evitáramos un accidente entre esos dos y después argumento que si se pelean será mejor estar cerca para detenerlos o echarles agua como a los perros.
La idea de echarles agua fue tentadora.
No me hice del rogar más, igual que la niña moría de ganas por saber porque peleaban, las dos subimos por las largas escaleras hasta la habitación de su hermano, nos recargamos en la pared y guardamos silencio
–Estoy harto Rebel, esto es todo lo que hacemos, sexo, fiesta, sexo y más fiesta, ¿Cuándo piensas parar? –ese era Zachary
–Hablas como un anciano Zach, somos jóvenes, nos estamos divirtiendo, si quieres hablar de futuro búscate a una señora –jale a Lu lejos de ahí, las dos entramos a un armario antes de que la puerta de la habitación se abriera y los dos nos descubrirán
–No es eso, solo quiero más privacidad, siempre estamos con mis amigos y tus amigas, casi nunca estamos solos, las parejas pasan tiempo juntos
–Me aburres Zach, tú quieres que pasemos tiempo juntos pero en el paquete viene tu hermana –mis labios se separaron ligeramente, cubrí los oídos de Lu
–Casi no la veo, solo te pedí salir con ella una vez ¡Una! –grito
–¡La mocosa me odia! –chilla Rebel, incluso yo sin conocerla ya le estaba odiando –Y será mejor que organices tus propiedades Zach, porque creo que esto no está funcionando –escuchamos los tacones de Rebel alejarse.
Recuerdo que el ropero al que entramos era tan pequeño que tuvimos que encogernos bien para entrar. Cuando logramos salir de ahí sin ser vistas, la pequeña Lu me convenció para llevarle un jugo y dos galletas a su hermano, para que no estuviera tan triste, a regañadientes subí de nuevo a su habitación con ambas cosas en las manos y toque la puerta
–¿Puedo pasar? –pregunte antes de empujar la puerta, Zach volteo a verme
–Si digo que no, ¿Qué harás?
Lanzarte el jugo en la cabeza.
–Te dejaré las galletas y el jugo en la cama y me largare –dije de mala gana, Zach sonrió
–Pasa –entre a su habitación, deje las galletas sobre su cama y el jugo en el piso.
–Te las manda tu hermana, para que ya no estés triste –le señale el jugo y galletas, el sonrió y se acercó a tomar una, fue entonces que lo sentí, su pecho estaba tocando mi brazo y parte de mi espalda, me estremecí un poco
–Lu, es tan linda –susurro muy cerca de mi, tragué y me aleje de él
–Y es por eso que deberías considerar darle mejores recuerdos de ti, no esté en el que peleas con tu novia y repites la palabra sexo seis veces –me recargue en la pared, cruce mis brazos y le lance la mejor mirada de madre regañando a su hijo que tenía
–Ni siquiera se si somos novios –muerde la galleta y suelta un suspiro, blanqueo los ojos un segundo
–Las mujeres son temporales, Zachary, tu hermana no, ella siempre estará aquí –recibo su atención, Zach sonríe de lado –Si vas a intentar salvar una relación creo que esa debe ser la que tienes con Lu –admito que esperaba un: “gracias Audrey por tu excelente consejo” pero no, eso no fue lo que recibí
–Nunca pensé encontrarte de nuevo, mucho menos siendo la niñera de mi hermana –Zach tenia la intención de acercarse a mi, claro yo me aleje un poco
–Pensé que ese ya era un tema olvidado –le recordé la conversación que tuvimos en el auto, Zachary se encogió de hombros
–Fue la primera vez que hice algo así, lo que menos esperaba era volver a ver a la chica dos años después, en mi casa y siendo la niñera de mi hermana menor, esto me resulta –lo detuve antes de que continuara hablando. Sinceramente no quería escuchar nada de aquella noche, llore por días por lo que había hecho y porque sentía que había perdido algo importante con alguien que solo me dejó dinero para el taxi y escribió un “gracias” en un post-it
Me trato como a una..
Aquello también me sorprendía a mi, no esperaba verlo de nuevo, había olvidado aquella fiesta y lo que me hizo sentir aquel chico.
–Debo ir a terminar las tareas con tu hermana –le señale la puerta, Zach asintió –Ya no pelees con tu novia cuando tú hermana este en la casa, ¿Si? –Zach asintió, di un paso corto atrás, antes de salir de la habitación el hablo
–¿Puedes responderme una sola pregunta de esa noche?
–No –me mantuve firme en mi decisión de no querer hablar de aquello, pero Zachary no iba a darse por vencido. Voltee a verlo, sus rulos estaban peinados, sus ojos azules tenían un color más claro y por un segundo recordé a ese chico que me trato bien, al que cuido cada uno de sus movimientos
–Por favor –me sonrió y me odie por terminar asintiendo –¿Tenías novio cuando lo hicimos? –la pregunta me desconcertó, tarde unos segundos en reaccionar y darle una respuesta
Editado: 02.09.2021