Viernes, Octubre 25
Había pasado toda una semana sin tener señales de Cameron.
Por estas cosas yo ya no iba a fiestas, encontrarme con él me hizo sentir culpable como si de cierto modo le hubiera fallado, una gran tontería teniendo en cuenta de que él también fue.
Pero eso no quita mi remordimiento.
Intenté buscarlo los primeros pero yo no era la chica que se arrastraba por alguien, que tomara un avión él y su vida, no le pedí que entrara e intentara cambiar la mía.
Pero le dijiste cosas hirientes.
¿De qué lado estas?. Se supone que tú eres yo, deberías estar de mi lado.
Sabes que soy la más lista aquí querida, veo lo que tú no ya que al parecer estás ciega.
Mira cállate, si lo herí y tal vez solo me disculparé por eso pero ni en esta vida ni en la siguiente me disculpare por lo demás.
Que se vaya él y su mirada reprobatoria y decepcionada a China.
Solté un largo y cansado suspiro y seguí viendo la película "Titanic", no quiero ofender pero no entiendo porque la gente llora con esto al contrario deberían de reírse al ver la tontería de que Jack no se subiera al bote.
—¿Dónde rayos está el helado? —pregunto Malia revisando el refrigerador.
—Mira en mi defensa yo ya he dicho que si no tiene nombre lo puedo agarrar y ¿Adivina? No lo tenía y pues —di una pausa llevándome una cucharada a la boca— paso lo que tuvo que pasar.
Me encogí de hombros agarrando el control remoto para cambiar de canal.
Oí su maldición y sus fuertes pasos dirigiéndose a dónde estaba.
—A veces no sé cómo vivo contigo —mascullo arrebatándome el helado y la cuchara.
—¡Oye! —chille viendo cómo se alejaba mi fiel amigo.
—Cállate que era mío.
—Dios pero que genio, no me digas que el tipo con el que sales te cancelo.
Se resignó a darme una mala mirada —Solo cállate y pon algo.
Solté una carcajada buscando algo para ver.
—¿Y cómo es ese galán que te cancelo?
—Un patán —respondió firme.
—Uy, enserió que te enojaste —dije riéndome.
Empujó mi cabeza aún lado —Ya, no es gracioso —dijo cómo niña mimada.
—... Bueno y ¿tienes planes esta noche?
—Realmente no, pero quede en ver el partido de la noche —cuchuche.
—¿No se habían dejado de hablar? —dijo confundida
—Sí, pero solo iré peroo no le hablaré ni nada parecido.
Soltó un leve suspiro —Ay Holly ese orgullo tuyo no te lleva a ningún lado.
—Es posible, pero este orgullo mío no está listo para dar el primer paso.
Una sonrisa tierna y a la vez divertida cruzo por los labios de mi amiga.
—...¿Por qué me ves así? —interrogue viéndola extrañada, ¿Estará bien? Me preocupa
—Por nada, pero si vamos a ir al partido y es en la noche vamos con los chicos por lo mientras.
—Eh, ¿cuándo te invite?.
Ella solo rodó los ojos como respuesta y me mandó a mi habitación para arreglarme.
Una vez ya aseada y vestida nos fuimos por Axel y Dalia.
Mi día en sí no fue del todo interesante, los chicos tardaron en llegar, básicamente toda la mañana así que Malia y yo dimos varias vueltas por las tiendas de ropa, no tenía el interés suficiente para interesarme en lo que hacíamos pero aproveche para comprarme unos paliacates, estaba segura que para cuando volviera a las carreras necesitaría unos al igual que unos lentes de sol.
Había tomado un tiempo para hablar con el señor Fredricksen y habíamos acordado que dentro de dos días volvería, aun me afectaba un poco lo que había sucedido, por muy patéticamente que sonara sentía que ese lugar era como mi refugio donde todo desaparecía y solo existía la adrenalina, ganar y yo; Que tonto pensar que las carreras ilegales fuera mi refugio si tan solo con que llegara un nuevo inversionista te pateaban el trasero e intentaba matarte.
Le di una lamida al helado de vainilla que habíamos comprado, estábamos sentados los 4 en un una para de autobús comiendo helado.
—Ya extrañaba estos momentos —comento Dalia con pesadez.
—Ni siquiera recuerdo el último momento que tuviéramos juntos fuera de la escuela y que acabara bien —le respondió Axel.
—¿No se suponía que íbamos a tener una salida hace unos días con Cameron? —cuestiono Malia con el ceño contraído.
—Sí, así iba a ser pero Cameron y yo nos pelamos y las cosa no acabaron bien —Respondí algo incomoda.
—Lastima ese chico se veía ilusionado con la salida —hizo una pausa Alex —creo tenías razón, no es tan malo como lo imaginaba aunque aún no me cae bien del todo tiene que pasar el modo Axel —protector para que me caiga bien.
Aquel comentario hizo que me sacara una sonrisa.
—Si no es tan malo como dicen pero —mencione pensativa — ¿Cómo lo explico? Creo que solo explote contra él — me restregué mis manos contra mi cara —no se.
—Holly te conocemos mejor que la mayoría de las personas, entendemos a lo que te refieres —dijo Malia soltando una pequeña risa —sabemos que a veces no alimentas bien a esa ardilla que tienes en la cabeza y se descontrola un poco.
—¿Tan seguido me pasa? —pregunte sonriendo.
—Oh si y bastante niña —comento Dalia haciendo que nos sacara unas pequeñas risas.
Amaba pasar tiempo con ellos, nos conocemos desde que tenemos 5 años era imposible no conocerse a la perfección, después de tantos años de amistad y aunque la vida paso y seguirá dejando su huella sé que nos tendremos unos a otros, por más cursi que suene eso sé que es verdad, después de todo así ha sido.
Vi las pulseras que cada uno tenía en la muñeca y recordé cuando Dalia nos la había dado.
Teníamos alrededor de doce años y acabamos de terminar un examen de matemáticas, el día anterior nos habíamos reunido para "estudiar" pero en cambio nos develamos jugando videojuegos y viendo pelicular de guerra. Estábamos seguros de que los 4 habíamos reprobado, la cara del profesor lo había confirmado cuando habíamos salido del salón, nos encontrábamos sentados en el comedor, con las caras tan pálidas al igual que un vampiro.