A Pesar De Todo

C A P I T U L O 2 4

—Los espero en la entrada del restaurante mi amor, por favor no se tarden.

—Sí mamá lo comprendo —le conteste ligeramente irritada pero evite que ella no se diera cuenta, era como la tercera vez que me lo repetía —llegaremos en unos 5 minutos.

La escuche soltar un suspiro mientras soltaba un está bien

Era de noche y nos dirigíamos hacía la cena de negocios de mi mamá, mantenía una conversación trivial con Cameron mientras que le daba las instrucciones para llegar al restaurante.

Una vez que llegamos un joven se acercó a nosotros para llevar el auto de Cameron a un estacionamiento mientras nosotros nos adentrábamos.

Solté un pequeño quejido cuando mis pies tocaron el suelo.

Tontos tacones de diez centímetros, como los odio.

Cameron en cambio solo se rió de mí, me ofreció su brazo el cual lo acepte no muy gustosa pero no me quedaba de otra manera si no me quería caerme.

Mamá me había recalcado que era una cena muy formal por lo cual estaba completamente arreglada, tanto que cuando me vi al espejo no me reconocí.

Llevaba un vestido negro que se ceñía en las partes correctas de mi cuerpo y me llegaba cuatro dedos arriba de mi rodilla, con mis odiosos tacones plateados que hacían juego no solo con el vestido sino con el maquillaje el cual no era muy cargado, mientras que Cameron traía un traje azul marino que lo hacía lucir muuy bien.

Nos guiaron a la mesa la cual solo estaba sentada mi mamá.

— ¡Por fin llegaron! —exclamó aliviada — no quería que ellos llegaran antes.

Nos dio un fuerte abrazo tanto a Cameron como a mí.

—Me alegro de que hayas podido venir Cameron, estaba segura de que Holly se iba a sentir más cómoda si tú te presentabas, ¡no dude en invitarte! —exclamo emocionada como si yo no estuviera aquí.

Cameron le sonrió cálidamente casi tímido, casi.

—A mí me alegra que me hayan invitado —respondió educadamente.

—Disculpen la demora, había algo de tráfico —informó una señora acercándose hacía nosotros.

Los tres nos pusimos de pie.

—Ellos son Holly, mi hija, y Cameron un amigo de mi hija —comento hacía la señora—chicos ella es la señora Walker.

—¡Por favor! Cameron estas enorme —chillo la señora Walker, tanto mi madre y yo los vimos confundidas.

—¿Se conocen? —preguntó mi madre.

—¡Claro! es uno de mis sobrinos, hace tanto tiempo que no le veía —comento hacía mamá —que pequeño es el mundo —rió.

Después llego su esposo, el señor Walker donde se volvió a repetir la misma situación.

—No sabía que eran tus tíos —murmure hacía Cameron cuando nos estábamos sentando.

—No tenía la menor idea de que eran ellos los clientes de tu madre Holly —me respondió igual de sorprendido que yo.

Mientras asentía aún asombrada escuche como mamá le preguntaba sobre su hijo

—En unos minutos viene mi hijo, se entretuvo con una llamada —hizo una pequeña pausa ya que el mesero se acercó a tomar nuestra orden — le había insistido a tu madre que ya te quería conocer, ella siempre habla de sus hijos con tanto orgullo que pensé; porque no organizamos una cena donde nuestras familias se reunieran, al final hemos sido clientes de tu madre por largos años —me comento con una sonrisa radiante, se notaba que estaba entusiasmada —es una lástima que tus hermanos no pudieran asistir.

—¡Oh sí! —exclamó mi mamá —pero era su tiempo con su padre y ellos estaban muy entusiasmados con la idea de verlo.

—Es comprensible —se volvió a dirigir a mí — y cuéntame Holly ¿qué estas estudiando?

Le empecé a comentar mi carrera, los señores Walker me veían con sumo interés como si les contara algo muy interesante. Fueron algunas preguntas que yo respondí y otras también fueron dirigidas hacía Cameron el cual respondió con amabilidad.

—Cariño por fin llegas —anuncio emocionada la Sra. Walker.

El chico se disculpó por su demora pero sinceramente no le preste atención.

Solo sentía que las paredes se me venían encima cuando me miró fijamente y me dio una sonrisa ladina.

¿Por qué él está aquí?

—Holly, te presento a mi hijo Tomas.

Me obligue a mí misma a reaccionar levantándome de mi lugar y forzando la mejor sonrisa que me pudo salir cuando me acerque a saludarlo.

—Te ves hermosa mariposilla —murmuro en mi oído produciendo miles de escalofríos por todo mi cuerpo.

Sentí como mis ojos empezaron a picar y mi cara se calentó.

No llores, no llores, no llores.

—¡Primo! —dijo alegremente Cameron cuando se saludaron dándose unas leves palmadas en la espalda.

¡No llores Holly!

Respire hondo y me volvía a acomodar en mi lugar.

Me sentía en un universo paralelo donde todos se burlaban de mí.

Nos entregaron nuestros platillos a los minutos siguientes, sinceramente me sentí en modo piloto, con la respiración entrecortada intentando contener la compostura y que mis lágrimas no salieran.

Trate con todo mi ser de no voltearlos a ver, pero es un poco imposible de lograrlo si se sentó delante de ti.

El tan solo me sonreía con burla reteniéndome la mirada, sus padres me hicieron más preguntas triviales a las cuales conteste con normalidad y con una sonrisa.

No supe en que parte de toda la cena mis sentimientos se transformaron en enojo.

—Entonces, ¿desde hace cuánto tiempo son clientes de mi mamá? —pregunte con una quisquillosa sonrisa.

—Creo que ya tiene tiempo —contestó el señor Walker, expulso aire y se rasco su nuca pensativo —tal vez seis o siete años, puede ser que más.

—Tienes razón Mike —respondió mi madre divertida hacía el Sr. Walker —y cuéntenme ¿de dónde viene su parentesco?

—¡Oh! La madre de Cameron es prima mía y hablando de eso Cameron ¿Cómo se encuentra tu madre? Hace bastante tiempo que no la podemos ver.

Se me hizo imposible imaginar que la mamá de Cameron podía ser tía de Tomas, esa señora parecía un pan de Dios.



#5436 en Joven Adulto
#26115 en Novela romántica

En el texto hay: secreto, amor, chica fria

Editado: 16.04.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.